VALÈNCIA. La lista de espera quirúrgica en la Comunitat Valenciana ha superado la barrera de los cuatro meses tras la paralización de los quirófanos provocada por la pandemia del coronavirus. Tras casi dos meses de parón de las operaciones programadas a causa de la crisis sanitaria, la demora media estructural se ha alargado a los 126 días a 31 de abril.
Desde el pasado 17 de marzo, cuando se emitió la orden de suspender la actividad quirúrgica no urgente y las consultas, la Comunitat Valenciana ha sumado prácticamente a plomo cada día a su lista de espera. En febrero, la autonomía cerró el mes con una demora estructural de 80 días. Ya en marzo la cifra ascendió a 97 - un incremento ligeramente superior a los días que dejaron de hacerse el grupo operaciones-, según los últimos datos actualizados por la Conselleria de Sanidad.
Respecto a las franjas de espera, un total de 25.812 pacientes llevan a la espera entre 0 y 90 días - 37.352 en marzo-, 23.706 entre 91 y 180 días -16.410 el mes anterior. Mientras, 17.455 pacientes están más de 180 días de demora -12.587 en marzo. En cuanto a las especialidades con más lista de espera lidera la demora Cirugía Pediátrica, con 180 días de espera, seguido por Cirugía Plástica, con 179 y Neurocirugía, con 171. Mientras, las que menos espera acumulan son Cirugía Cardiovascular, con 88 días, Dermatología, con 89 y Ginecología con 104.
Por departamentos, el área de salud con más lista de espera es el provincial de Castellón, con 215 días de demora. A ésta le sigue Castellón, con 168, el General de València y Sant Joan, con 165, Vinaròs, con 157 y el General de Alicante con 150. Mientras, el departamento de salud con menos lista de espera es Elx, con 81 días, seguido de Torrevieja, con 85 y Elda con 88.
Por el momento, Sanidad no ha hecho público cuáles serán los recursos empleados para aplacar la lista de espera aunque sí ha aprobado la prórroga hasta el 30 de noviembre de los nombramientos de personal de carácter eventual formalizados o prorrogados desde el 28 de febrero de 2020. Un personal que se mantendrá para cubrir las necesidades originadas por el Covid-19 y que podría ayudar a desatascar.
De la cirugía ambulatoria a las operaciones de larga estancia
La consellera de Sanidad, Ana Barceló, señalaba este martes en la rueda de prensa para actualizar los datos del coronavirus que su departamento está preparando un plan para afrontar la situación. "Tenemos que compatibilizar la desescalada y cómo vamos a ir retomando el pulso y el ritmo", señalaba la consellera.
En este sentido, Sanidad no ha concretado en qué fecha volverá a retomar la programación de la actividad aunque, como apuntó este medio, sí se han empezado a definir algunos parámetros para retomar la actividad. En primer lugar, se empezarían a programar cirugías ambulatorias. Es decir, intervenciones superfluas o menores que no exigen la permanencia en el centro sanitario una vez realizadas.
Una vez constatado que el inicio del desconfinamiento no está provocando un aumento de casos de contagios en la población y el sistema sanitario se encuentra lo suficientemente liberado, se daría el paso para la actividad quirúrgica que no exige una estancia prolongada en el hospital después de realizarse. Una manera de dejar abierta la puerta a la posibilidad de poder vaciar camas en el caso de que se produzca un brote repentino o un repunte de los casos.
Lo que sí apunta a tener que esperar algo más son las operaciones de larga estancia hospitalaria. Una circunstancia que se explica en la incertidumbre de que se pueda producir un repunte de los contagios y obligue a los hospitales a tomar las medidas adecuadas para no caer en el colapso sanitario. Cabe recordar que durante estos dos meses sí se han atendido operaciones urgentes en los departamentos hospitalarios y en algunos casos se han derivado a la privada a personas de riesgo como los pacientes de oncología o intervenciones no demorables como los partos.