La palista Teresa Portela, que en Tokio 2020 participó en sus sextos Juegos Olímpicos, siendo la mujer española con más citas olímpicas en su palmarés, logró la medalla de plata tras concluir una igualadísima final de K1 200 en segunda posición con un tiempo de 38.883, por detrás de la neozelandesa Lisa Carrington (38,120) y justo por delante de la danesa Emma Aastrand Jorgensen (38,901).
La gallega, que ya contaba con cuatro diplomas olímpicos en su haber, después de terminar quinta en Atenas 2004 (K2 500 y K4 500) y Pekín 2008 (K4 500), cuarta en Londres 2012 (K1 200) y sexta en Rio 2016 (K1 200), por fin consiguió la medalla olímpica que tanto se le estaba resistiendo.
A sus 39 años y con los títulos de campeona del mundo y campeona de Europa ya en su palmarés, ‘Teri’ llegó a la capital nipona en un estado de forma espectacular, demostrando que la edad es solo un número y que “quien la sigue la consigue”.
Con esta plata, Teresa Portela suma la octava medalla para la delegación española en Tokio 2020 tras el oro de Fátima Gálvez y Alberto Fernández (tiro olímpico); las platas de Adriana Cerezo (taekwondo), Maialen Chourraut (piragüismo eslalon); Ray Zapata (gimnasia artística); y los bronces de David Valero (MTB), Pablo Carreño (tenis) y Ana Peleteiro (triple salto).
Por su parte, la pareja andaluza formada por Cayetano García y Pablo Martínez, que se habían colado meritoriamente en la final tras un resultado muy ajustado, terminaron octavos en la categoría C2 1000 con un tiempo de 3:41.572.