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Lidón Muñoz o la incompatibilidad de compaginar deporte y medicina

6/04/2020 - 

BARCELONA (EFE/Sergi Escudero). "He tenido que poner las cosas en una balanza y he decidido que ahora no es el momento para ofrecerme como ayuda en un hospital", explica a EFE Lidón Muñoz (Castellón, 1995), quien está estudiando el quinto curso de medicina en la UAB (Universidad Autónoma de Barcelona). En los últimos tres años ha batido diez récords de España de natación.

"Yo y solo yo soy responsable de mi rendimiento deportivo, pero tengo muchísimas personas a mi alrededor que me ayudan. Si ahora me contagiara y estuviese 14 días en cuarentena yo sería la culpable", asegura la nadadora.

"Además, aún no tengo la carrera de Medicina y no me podrían contratar. Ahora en un hospital tan solo podría hacer tareas sencillas. Y tampoco me podría ofrecer 10 horas al día porque 5 estoy entrenando. Creo que no es el momento de exigir ningún horario especial, en los hospitales necesitan ayuda de verdad y todas las horas que se puedan", argumenta.

Durante los últimos meses, Muñoz ha estado haciendo prácticas de Medicina en el Hospital Can Ruti de Badalona, uno de los que más pacientes de la COVID-19 está tratando estas semanas y en el cual se está llevando a cabo un ensayo con un medicamento retroviral para atenuar las complicaciones de la enfermedad.

Los Juegos de Tokio iban a ser los primeros de la nadadora del CN Sant Andreu, quien consiguió la mínima en el Open de Amsterdam de diciembre.

Muñoz, entrenada por Jordi Jou, estaba llegando a los meses previos en un gran estado de forma. "Iba muy bien encaminada y cuando vuelva me costará alcanzar el estado de forma físico y mental en el que estaba", asegura.

Volver a nadar

La sensación que se imagina que tendrá cuando vuelva a nadar es similar a la que experimenta en septiembre después de haber estado entre dos y cuatro semanas sin hacerlo. "Es horroroso. Es la época del año que los nadadores más odiamos porque es muy dolorosa. Tienes una sensación muy extraña, como si no te acordaras de nadar", dice.

Para evitar en la medida de lo posible esta sensación está reproduciendo en casa ejercicios similares a los que hace en el agua y está trabajando la técnica y la ingravidez con la ayuda de material con el propósito de que las conexiones neuronales no se olviden de los movimientos.

"También hago visualización de pruebas. Está estudiado que sirve para que se active la misma red neuronal que cuando estás compitiendo", comenta.

Los primeros días del confinamiento fueron los peores para Muñoz porque todo era incertidumbre, sobre todo respecto a la celebración de los Juegos Olímpicos, pero aún y así intentó mantener la normalidad lo máximo posible.

"Duermo más que de costumbre (lo dice quien durante el confinamiento se levanta a las seis de la mañana), pero mantengo los dos entrenamientos diarios, igual que los objetivos. Si tocaba aeróbico y pesas, así lo hago en casa", explica.

Estudios de medicina

El resto del tiempo lo dedica a sus estudios de medicina, a los que tan solo da tregua los fines de semana.

"Cuando podamos volver a meternos en el agua lo tomaremos con calma, como en la pretemporada que hacemos en septiembre. Los primeros objetivos serán ganar volumen y resistencia. Tampoco sabemos cuándo será nuestra primera competición. Si no nos ponen alguna pronto hasta puede ser que tengamos que hacer alguna simulación", aventura Muñoz.

Además, la estudiante de medicina considera que los sitios cerrados donde se junta mucha gente, como los gimnasios y las piscinas, costará que vuelvan a la normalidad al 100% a medio plazo. "La única manera que veo de hacerlo es por turnos y respetando las medidas de seguridad", opina.

En este sentido, considera que los deportistas de élite volverán "a este tipo de recintos antes que las personas que van allí con unos objetivos sociales". Según Muñoz, "es más fácil que nosotros podamos respetar las medidas de seguridad nadando una persona por calle o hasta una cada dos calles".

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