MADRID (EP). Las juntas de accionistas de CaixaBank y de Bankia se reunirán la semana que viene para decidir si dan 'luz verde' al proyecto común de fusión de ambas entidades, un paso más hacia la creación del que será el mayor banco por activos en España. Los primeros en pronunciarse serán los accionistas de Bankia, que se reunirán en el Palacio de Congresos de Valencia el martes, 1 de diciembre, a las 12 horas. La junta deberá aprobar la fusión por absorción de Bankia por parte de CaixaBank, con la extinción de la primera y el traspaso en bloque de todo su patrimonio, a título universal, a la segunda.
Dos días después, el jueves, 3 de diciembre, a las 11 horas, la junta extraordinaria de accionistas de CaixaBank se reunirá, también en el Palacio de Congresos de Valencia, y votará sobre el proyecto común de fusión. Una vez que los accionistas hayan dado su visto bueno, y tras recibir todas las autorizaciones regulatorias necesarias, se prevé que la fusión de CaixaBank y Bankia esté completada en el primer trimestre de 2021.
La ecuación de canje de la transacción se ha acordado en 0,6845 acciones ordinarias nuevas de CaixaBank por cada acción de Bankia, con una prima del 20%. De esta manera, los accionistas de CaixaBank representarán el 74,2% del capital de la nueva entidad y los de Bankia, el 25,8%.
CriteriaCaixa, entidad controlada al 100% por la Fundación Bancaria La Caixa, se mantendrá como accionista de referencia de la nueva CaixaBank con alrededor del 30% del accionariado, mientras que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) alcanzará el 16,1%, desde su participación superior al 60% que mantiene actualmente. CaixaBank realizará una ampliación de capital por un importe máximo de 2.079 millones de euros mediante la emisión de nuevas acciones con el objetivo de atender al canje de los títulos de Bankia en el proceso de fusión por absorción.
De su lado, el exceso de capital que Bankia se había comprometido a distribuir irá destinado a llevar a cabo la operación de fusión y a construir un colchón para acometer la reestructuración. "Vamos a invertir el exceso de capital en la fusión para incrementar el beneficio por acción y llegar hasta ese 70% que contempla el consenso de analistas", explicó esta semana a los accionistas el director financiero de Bankia, Leopoldo Alvear. Aunque la política de dividendos futura aún está por determinarse por parte del nuevo consejo de administración, ambas entidades coinciden en continuar con el reparto del dividendo en efectivo tan pronto como sea posible.
La nueva entidad estará presidida por el actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, mientras que el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, será el primer ejecutivo del banco fusionado. Será la mayor entidad en España por activos, superando los 664.000 millones, y sumará más de 20 millones de clientes, así como una cuota en créditos y depósitos del 25% y 24%, respectivamente.
CaixaBank y Bankia han estimado que en un horizonte de cinco años la nueva entidad generará progresivamente sinergias de ingresos de 290 millones de euros anuales, al tiempo que prevén conseguir ahorros recurrentes de costes de 770 millones de euros anuales (de forma plena a partir de 2023). Ambas entidades creen que su sólida posición de capital permitirá absorber los costes de reestructuración y los ajustes de valoración, resultando en una ratio de capital CET1 del grupo combinado del 11,6%.