PANEL DE OPINIÓN II - SEIS POLITÓLOGOS ANALIZAN cómo saldrán los líderes tras el coronavirus

Los analistas hablan: la valoración de los políticos dependerá más de la gestión de la crisis económica

6/04/2020 - 

VALÈNCIA. Tres semanas lleva España confinada desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declarara el estado de alarma en todo el país con motivo de la crisis sanitaria del coronavirus. Los diferentes gobiernos, tanto el estatal como los ejecutivos autonómicos, se enfrentan a una situación histórica que con toda probabilidad también marcará el futuro político a corto y medio plazo de la política española. De la gestión y la comunicación de estas semanas, puede depender el devenir de los actuales dirigentes.

Tras haber analizado la gestión de la crisis en una primera parte, diferentes politólogos trasladan a Valencia Plaza su opinión respecto a la posición en la que saldrán de la crisis tanto Sánchez como el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, además de cómo están actuando las fuerzas opositoras y si las posturas que vienen adoptando les darán un mayor o menor rédito político

Àlex Comes. Director de Estudio Labase. Politólogo y Periodista, es profesor de comunicación política en varias universidades y colabora como analista político en medios de comunicación.

-¿En qué posición cree que saldrán Pedro Sánchez y Ximo Puig de estas crisis?
-Creo que aún es pronto para valorar el impacto directo que va a tener la pandemia del Covid-19 en la valoración de ambos líderes ya que todo parece indicar que estamos aún en la fase inicial de la crisis y todo dependerá de cuánto dure, de los efectos finales que tenga y, algo fundamental que nadie debe de olvidar, la gestión de la post-crisis sanitaria por parte de los gobernantes. Todo parece indicar que, por desgracia, vamos a sufrir una crisis económica bastante fuerte durante los próximos meses y la gestión de esta va a resultar, si cabe, más importante que la propia crisis sanitaria actual.

Aclarado este punto, todo parece indicar que la valoración que los ciudadanos y ciudadanas están realizando de Ximo Puig es bastante más positiva que la de Pedro Sánchez y, por tanto, la imagen del President de la Generalitat se va a ver menos desgastada que la del Presidente del Gobierno.

-¿Cómo valora el papel que está desempeñando la oposición, tanto a nivel autonómico como nacional? ¿Cree que saldrá mejor parada que el gobierno en esta crisis?
-El hecho de que la oposición, tanto a nivel estatal como a nivel autonómico esté representada por los mismos partidos nos ayuda a ver los diferentes roles existentes dentro de una misma formación. 

Por un lado, desde mi punto de vista, creo que a nivel general los diferentes partidos de la derecha en la CV están siendo más responsables y leales, institucionalmente hablando, que a nivel nacional, excepto en el caso de Ciudadanos, que bien es cierto que ha moderado bastante su posición desde la consolidación de Inés Arrimadas como lideresa nacional, y está posicionándose como una opción más conciliadora que en meses anteriores, al igual que Toni Cantó. En el caso del Partido Popular estamos viendo como Isabel Bonig también está realizando una oposición más conciliadora que la de Pablo Casado que, aunque está siendo uno de los líderes populares menos beligerantes, su posición política frente al Gobierno no acaba de ser completamente firme.

Por otro lado Vox sigue en su línea del todo vale y sus red de perfiles en redes sociales, whatsapp, tabloides e "influencers" sigue a máximo rendimiento difundiendo "fake news" y generando crispación. 

Nadia Khalil. Doctora en Ciencia Política por la Universidad Autónoma de Madrid, licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración (Universitat de València) y máster en Democracia y Gobierno (Universidad Autónoma de Madrid). Actualmente, profesora en la Universidad Internacional de Valencia e investigadora y colaboradora honorífica de la Universidad Rey Juan Carlos. 

-¿En qué posición cree que saldrán Pedro Sánchez y Ximo Puig de estas crisis?
-Todavía es pronto para hacer previsiones. Es difícil juzgar una gestión que todavía está en marcha. Queda por ver cuándo y de qué manera termina esta crisis y en qué estado queda la economía. A priori, cabe suponer que ambos saldrán reforzados, pues han sabido mostrar calma y firmeza y han asumido su papel de líderes al frente de una difícil gestión. 

-¿Cómo valora el papel que está desempeñando la oposición, tanto a nivel autonómico como nacional? ¿Cree que saldrá mejor parada que el gobierno en esta crisis?
-La oposición no ha mantenido una única postura, pues sus exigencias -producto, en ocasiones, de la improvisación- han ido variando a medida que avanzaba la crisis. Pero veo de escasa utilidad la posición tan enfrentada que últimamente ha adoptado, pues, además de no ser apropiada para un contexto de crisis, sólo contenta a su electorado más convencido. Una vez superada esta situación, las críticas pueden ser más agresivas. Pero exigir dimisiones y caer en la exageración (aludir a Venezuela o el comunismo, quejarse de que no salen imágenes más impactantes en los medios) es en este momento una irresponsabilidad que nos aleja de lo urgente y lo importante.

Por ello, no hay motivos para esperar que la oposición salga mejor parada que el gobierno. Tanto a nivel estatal como autonómico, la mayoría de la población prefiere ver una sociedad unida en este momento aciago. Nos enorgullece a todos ver las respuestas solidarias de la sociedad (los aplausos a las ocho, por ejemplo), y sería esperable algo similar en la comunidad política. 

 

Quico Miralles. Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas y director de Atzuvieta, consultora de comunicación y estrategia. Analista.

-¿En qué posición cree que saldrán Pedro Sánchez y Ximo Puig de estas crisis?
-Creo que sin un plan keynesiano masivo de estímulo fiscal y de reconstrucción económica Pedro Sánchez saldrá severamente tocado, no tanto de la gestión de esta crisis sanitaria sino de la recesión que va a seguirla en una economía que ya mostraba signos de enfriamiento. El sector de las pymes y los autónomos, así como todos aquellos que viven de alquiler y no tienen vivienda en propiedad -es decir, los más jóvenes y las personas con rentas más bajas- son ya los grandes perjudicados de esta crisis. Si no hay una solución de gasto público y/o reconversión para estos sectores, el PSOE, con un perfil de votante ya de por sí envejecido, tendrá un problema muy importante.

Aunque Ximo Puig haga una mejor gestión de la crisis, el marco comunicativo estatal es muy fuerte y el voto al PSPV tiene una correlación muy alta con la fortaleza de la marca estatal. Creo que en gran medida su suerte está muy vinculada a lo que pase con Pedro Sánchez; y si no lo estaba antes tanto lo es más desde que convocó elecciones el mismo día y se planteó abiertamente el Botànic como modelo para España.

-¿Cómo valora el papel que está desempeñando la oposición, tanto a nivel autonómico como nacional? ¿Cree que saldrá mejor parada que el gobierno en esta crisis?
-Creo que el papel de la oposición tiene bastante que ver con el no-papel que les ha dado el Gobierno: Pedro Sánchez ha querido asumir en primera persona del singular y del plural -como Gobierno y en buena medida como PSOE- todo el protagonismo en esta crisis. Una especie de Comité de Crisis con participación de la oposición y de sus socios parlamentarios habría estimulado una respuesta más colectiva que la que se está produciendo. En este contexto, cada partido mira por sus intereses, y en un contexto de errores comunicativos y falta de coherencia del gobierno, intentan desmarcarse y marcar su propio perfil. Y este razonamiento vale para la escala estatal y la autonómica. 

La oposición saldrá mejor parada si no mantiene un perfil demasiado histriónico: su principal baza es que la crisis desgaste a estos gobiernos y se les busque como valor refugio, como sobre todo que desmovilice a los hasta ahora votantes de la izquierda. Solo si consiguen mantener este perfil relativamente bajo saldrán beneficiados, pero con Vox en la liza, resulta difícil imaginar que lo consigan. 

Blanca Nicasio. Profesora de Ciencias Políticas de la Universidad CEU. Anteriormente, ha trabajado como asesora parlamentaria en Les Corts Valencianes y como asistente acreditada en el Parlamento Europeo.

-¿En qué posición cree que saldrán Pedro Sánchez y Ximo Puig de estas crisis?
-Lo cierto es que los últimos sondeos apuntan a una significativa caída del apoyo al Gobierno, si bien es muy difícil anticipar cómo saldrán tanto Pedro Sánchez y Ximo Puig de una crisis como la del coronavirus. A pesar de ello, y ante la imposibilidad de prever el escenario post coronavirus en cualquier sentido, la única posibilidad de que puedan superar la crisis y el malestar de la población, pasa por aglutinar a todas las fuerzas políticas posibles y a los actores sociales y económicos, y tejer alianzas para poner en marcha medidas consensuadas, empezando, como ejemplo, por la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Será necesario, por tanto, que esta crisis desemboque en una mayor predisposición al diálogo, a la negociación y al acuerdo, y dé por zanjada la etapa de la polarización, la crispación y el conflicto político continuo.

-¿Cómo valora el papel que está desempeñando la oposición, tanto a nivel autonómico como nacional? ¿Cree que saldrá mejor parada que el gobierno en esta crisis?
-De la oposición, en una crisis de salud pública como la actual, se espera responsabilidad y colaboración. No obstante, dado el escenario político de crispación del que venimos podría parecer imposible. En ese sentido, el discurso político de la oposición ha ido variando, tanto a nivel autonómico como nacional. Al inicio, salvo excepciones, tendieron la mano al Gobierno, pero con el paso de los días han ido endureciendo el tono de sus discursos. En cierta medida, es lo que se espera por cuanto se están tomando muchas medidas en todos los ámbitos, y por ello, no es extraño que se planteen críticas al respecto o propuestas alternativas. Ahora bien, sí que podría pasarles factura, en cambio, si se aprecia la intención de centrar sus discursos exclusivamente en críticas superficiales, descontextualizadas, o con las que pretenden obtener rédito político, porque no es momento ni para propaganda ni para discursos vacíos.

Juan Rodríguez Teruel. Profesor de Ciencia Política en la Universitat de València y editor de Agenda Pública.

-¿En qué posición cree que saldrán Pedro Sánchez y Ximo Puig de estas crisis?
-En contextos de crisis mayores, suelen producirse el fenómeno de aglutinación en torno a las instituciones (conocido como ‘rallying around the flag’, la unión en torno a la bandera) para luchar mejor contra las amenazas existentes. Y en ausencia de negligencias flagrantes, esto favorece el apoyo a los gobiernos al mando, como parece estar produciéndose en nuestro entorno. Esto no debería ser diferente en España, donde Pedro Sánchez, y con él, Ximo Puig, han adoptado un tipo de reacción parecida a otros dirigentes europeos, siendo uno de los países donde se han adoptado las medidas más rápidas y restrictivas.

No obstante, la crisis nos pilla en un momento de altísima polarización partidista, y además en una situación nueva, con un gobierno de coalición de izquierdas en la Moncloa y en el Palau de la Generalitat. Por un lado, esto impedirá una deriva crítica desde la izquierda, e incentiva a los nuevos partidos de la izquierda radical, particularmente Podemos, a adoptar una actuación más pragmática y constructiva para salir de la crisis al lado de Sánchez y Puig. Por la misma razón, esto también favorecerá un incremento aún mayor de la polarización, si los ciudadanos hacen una lectura de la crisis según sus “gafas partidistas”, y la valoración de las medidas del gobierno se alinea según la división de bloques que se ha consolidado en la política española.

Por eso no creo que Pedro Sánchez y Ximo Puig se beneficien o se perjudiquen especialmente por su gestión del coronavirus, si las cosas no empeoran. En cambio, sus perspectivas pueden verse mucho más afectadas por los costes sociales que pueda generar esta crisis, y por lo que podría venir después, una recesión económica de envergadura considerable. Ésa va a ser la verdadera prueba de fuego electoral para ambos.
 
-¿Cómo valora el papel que está desempeñando la oposición, tanto a nivel autonómico como nacional? ¿Cree que saldrá mejor parada que el gobierno en esta crisis?
-Este tipo de crisis son muy difíciles de gestionar para la oposición, que se ve atrapada entre la imprescindible lealtad a las instituciones y al gobierno en un momento muy complicado, y la necesaria actitud de crítica sobre los errores o desaciertos que inevitablemente se producirán. Es interesante observar cómo Pablo Casado ha intentado simultanear esas dos actitudes. Sin embargo, como era previsible, la fragmentación interna de la derecha va a dejar escaso espacio para que el PP pueda ejercer una crítica a la vez exigente e institucional, y corre el riesgo de dejarse arrastrar hacia una actitud mucho más dura, para contrarrestar la posición más populista que está adoptando de Vox. Hemos visto algunos líderes valencianos de la oposición ensayar esa vía sin mucho éxito.

Y ese es un riesgo también para el PP o Ciudadanos: excepto Vox, todos los partidos importantes en España -de ámbito estatal o regional- tienen actualmente responsabilidades de gobierno en materia sanitaria en una u otra instancia. De modo que las críticas que unos pueden hacerse a otros resultarán de ida y vuelta, porque nadie ha hecho cosas diferentes durante estos últimos tres meses. Por eso, si alguno de los partidos de la oposición se excede en su nivel de crítica al gobierno, contribuyendo con ello a deslegitimar las instituciones, los probables beneficiarios serán aquellos que hoy no ostentan ninguna responsabilidad institucional.

Susi Boix ejerce la abogacía desde hace 20 años y lidera Boix Grup, un despacho jurídico que se dedica tanto a la abogacía, a la asesoría como a la consultoría política. También ha trabajado asesorando a partidos políticos y como analista en distintos medios de comunicación.

-¿En qué posición cree que saldrán Pedro Sánchez y Ximo Puig de estas crisis?
-Pedro Sánchez preside un gobierno de coalición, que requiere de apoyos externos, y sin presupuesto, lo que de entrada ya ponía en cuestión la durabilidad de esta legislatura, los errores cometidos en esta situación de crisis sanitaria provocan falta de confianza, y tras la superación de la actual emergencia es muy probable que la credibilidad en Sánchez se vea denostada. No así la de Ximo Puig, cuya gestión, especialmente la comunicativa, está siendo más transparente y la cercanía es un elemento crucial en estos momentos que está sabiendo aprovechar para salir reforzado, o, al menos, no en situación de desgaste.

-¿Cómo valora el papel que está desempeñando la oposición, tanto a nivel autonómico como nacional? ¿Cree que saldrá mejor parada que el gobierno en esta crisis?
-Para analizar el papel de la oposición no podemos dejar de diferenciar a la oposición propiamente dicha de la oposición que facilitó en su momento la investidura de Pedro Sánchez, para manifestar que incluso este segundo bloque ha sido más duro con la gestión llevada a cabo por el gobierno de España, especialmente por lo que se refiere a la tardanza en la toma de decisiones. Si bien es cierto, que la gran mayoría de la oposición ha mostrado lealtad al gobierno, más cierto es, y de ello también depende su gestión en comunicación de crisis, no mantener una ley del silencio, que le podría hacer partícipe de los errores cometidos por el gobierno, ambas cuestiones deben ir a la par para mantenerse como una oposición a la altura en su momento de heredar el gobierno del estado. No se trata tanto de exponer a la opinión pública en qué está errando el gobierno sino en trasladar las inquietudes y las necesidades de aquellos colectivos que en estos momentos no se están viendo protegidos en las medidas paliativas aplicadas, que tras su aprobación requieren de aclaraciones y modificaciones, provocadas en gran medida por la celeridad legislativa.

Noticias relacionadas