MADRID. El rendimiento de los bonos del tesoro estadounidense a 10 años se ha situado en sus niveles más altos desde el 20 de marzo tras una semana de ajustes. ¿Qué podemos aprender de la evolución de los precios de este activo, y cómo podría evolucionar su rentabilidad? El respaldo gradual que ha recibido el rendimiento de los bonos del tesoro estadounidense (treasuries) desde el comienzo de la pandemia le ha dado más potencia a su función para proteger las carteras de renta fija, aunque no vemos que el aumento sea lo suficientemente elevado como para que se comporten como antes.
Sin embargo, para los inversores que buscaron protección la semana anterior cuando se volvieron a poner en marcha los confinamientos Europa y las elecciones estadounidenses alcanzaron el máximo nivel de incertidumbre, los bonos del Tesoro de los EE UU de más larga duración hicieron un trabajo, aunque fue de poca envergadura. Este trabajo consistía en obtener beneficios lo suficientemente rápido, por supuesto, ya que el pasado lunes los rendimientos se volvieron a disparar cuando se vislumbró que la vacuna de Pfizer podría traer el fin de la pandemia.
Los mercados de bunds, gilts y otros bonos soberanos siguieron un patrón similar al de los del Tesoro estadounidense, pero registraron sus precios registraron un movimiento menor, ya que sus curvas de rendimiento se mantienen más ancladas, lo que hace que sus coberturas sean menos efectivas. Por otro lado, creemos que ofrecen una mayor estabilidad para los inversores de crédito.
A corto plazo, un buen respaldo
Entonces, ¿hacia dónde nos dirigimos? En un momento en el que los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años se mueven alrededor del 1%, creemos que a corto plazo deberían encontrarse con un buen respaldo. Los factores técnicos de la intervención todavía siguen siendo efectivos y algunos inversores lo considerarán un nivel de apoyo clave, y pueden plantearse la posibilidad de añadir capital a sus activos de 'seguridad' después del reciente repunte del riesgo.
A medio plazo, nuestro escenario central estima una deriva modestamente más alta en los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense, impulsada por grandes necesidades de financiación y un pequeño repunte de la inflación hacia el final del primer trimestre de 2021.
Acogeríamos con beneplácito este aumento ordenado de los rendimientos libres de riesgo, ya que indicaría una mejora de la economía mundial, pero también porque los inversores en renta fija pueden utilizar tasas libres de riesgo más atractivas para proporcionar equilibrio y estabilidad a sus carteras de cara a los acontecimientos negativos y como protección más adelante en el ciclo. Sin embargo, este movimiento ordenado al alza podría tardar varios años, ya que es probable que la intervención de los bancos centrales en los mercados de bonos del Estado siga siendo una característica permanente durante esta recuperación.
Mark Holman es CEO de TwentyFour AM, boutique de Vontobel AM