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INSTITUTO TECNOLÓGICO DE LA ENERGÍA

Los efectos del coronavirus obligan a las ciudades a apretar el paso en su carrera por la descarbonización en el 2050

La recuperación económica post pandemia pasa inevitablemente por la generación de modelos urbanos más sostenibles impulsados por la digitalización, la movilidad eléctrica y nuevos sistemas de almacenamiento energético. El proyecto de ley de cambio climático recién aprobado marca el camino a seguir

30/05/2020 - 

VALÈNCIA. Seattle, Copenhague o Vitoria son el ejemplo mundial de tres urbes situadas a la cabeza del proceso de transformación en una ciudad neutra de emisiones de carbono sin que eso signifique dejar de lado las necesidades de una ciudad moderna que busca su crecimiento económico y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes. Un tránsito en el que son igual de importantes los avances tecnológicos, la concienciación de los ciudadanos y los marcos normativos adecuados.

En España acaba de ver la luz el proyecto de ley del cambio climático que, lejos de ser una norma más, es una normativa pionera que implica un cambio de modelo socioambiental y energético con numerosas ramificaciones, una cuestión cuya necesidad ha hecho todavía más evidente la reciente crisis del coronavirus y su impacto en nuestras vidas y economía.

Enmarcado en los objetivos de la ONU establecidos por el acuerdo de Paris de 2015, señala claramente el camino para la recuperación económica post pandemia.

Entre los objetivos más inmediatos, fijados para el 2030, se encuentra la obligatoriedad de la reducción de gases de efecto invernadero en al menos un 20% con respecto a las que ofrecía la economía española en 1990, con la vista puesta en el 2050 momento en el que España debe situarse en la neutralidad climática, aunque en ningún punto del documento se hace referencia a cifras concretas.

Si tenemos en cuenta que más de la mitad de la población vive en ciudades y que estás suponen hasta el 80% de los consumos energéticos mundiales y son responsables del 70% de las emisiones de efecto invernadero, actuar en sus entornos es necesario.

Como si de un efecto dominó se tratase, se están desarrollando estrategias a nivel europeo, nacional y local para llegar a este punto, comenzando por la creación de los distritos energéticos sostenibles, caracterizados por edificaciones de menor demanda energética, la reducción del consumo energético, la integración de recursos de almacenamiento y el desarrollo de sistemas de gestión energética para monitorizar el consumo. Los expertos advierten: la ciudadanía debe dar un paso al frente y comprometerse, convirtiéndose en usuarios concienciados en el objetivo de mejorar la eficiencia y la gestión energética.

La investigación y el diseño de nuevos desarrollos tecnológicos es vital en este camino hacia la descarbonización. Para impulsarla, desde el Instituto Tecnológico de la Eenrgia ,ITE, trabajamos estrechamente con todos los agentes interesados como son las administraciones y entidades públicas y privadas a lo que hay que sumar nuestra  estrecha colaboración con el tejido empresarial, -contando siempre con el constante apoyo del IVACE- en la creación de soluciones tecnológicas adaptadas y aplicadas a las necesidades de la industria y las administraciones.

Comunidades energéticas locales, ejemplo de democracia energética

Un paso más para liderar la transición energética verde es el diseño de comunidades energéticas locales, una figura todavía en desarrollo, en la que el ITE está trabajando activamente y que gracias al apoyo del IVACE ya cuenta con una planta piloto de gestión digitalizada de la energía, autoconsumo, movilidad eléctrica y almacenamiento, completamente operativa, con capacidad de integrar cualquier variable energética en un entorno real y capaz de desarrollar el gemelo digital energético que replica virtualmente los elementos más significativos que forman parte de la instalación permitiendo predecir el efecto que pudiera derivarse de cambios en la política energética de la empresa o en la estructura de aprovisionamiento energético.

Se trata de comunidades de usuarios unidos para mejorar sus condiciones energéticas, así como su calidad de vida gracias a la integración de recursos energéticos. Recientemente, la Comunitat Valenciana se ha convertido en el primer territorio en abordar su regulación, lo que abre la puerta a todo el abanico de ventajas que presentan estas comunidades para favorecer la expansión de las renovables. Su diseño empodera al consumidor al dotarle de mayor soberanía energética, permite el desarrollo de nuevos modelos de negocio, un cumplimiento rentable de los objetivos climáticos, instaura una mayor independencia energética y dota de un proveedor de servicios flexible y estable, entre otras.

Actualmente, desde el instituto tecnológico valenciano se está trabajando con algunas áreas industriales y municipios para implementar soluciones en esta línea, facilitando el intercambio de recursos excedentarios y fomentando la economía circular.

En el marco de la convocatoria de los proyectos europeos Horizonte 2020, la ciudad de Valencia es una de las tres urbes faro -junto con Dresde y Antalaya- que participa en Matchup, un proyecto de ciudades inteligente que busca su transformación y mejora la calidad de vida mediante la innovación y las nuevas tecnologías. Tiene como objetivo dibujar una ciudad que facilite la inclusión social, la habitabilidad y prosperidad de sus habitantes. Concentra sus esfuerzos en el diseño de un modelo urbano más sostenible mediante desarrollos TIC, recuperación de la energía térmica y la integración de sistemas energéticos relevantes. ITE tiene un papel relevante en la coordinación del eje energético del proyecto.

Dentro de este proyecto europeo, ITE está trabajando en la iniciativa Smart Home Energy Management System que busca implicar al usuario en la gestión y el ahorro de sus consumos energéticos. Basado en un entorno gamificado, incorpora recompensas que facilitan la involucración del ciudadano en unas tareas todavía ajenas a su día a día.

La movilidad eléctrica es otro de los campos que concentran la atención del ITE, con proyectos como la aplicación MOVER o Smile Markets, que hacen de esta movilidad la piedra angular de la sostenibilidad en áreas como la distribución de última milla o el transporte entre zonas rurales y los servicios sociosanitarios valencianos.

En los próximos años vamos a asistir a un aumento cada vez mayor de líneas de investigación en este campo que, tanto a nivel de desarrollo  de soluciones tecnológicas , como en su aplicación y puesta en marcha, está llamado a convertirse en un importante motor de generación de oportunidades de negocio.

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