VALÈNCIA. (EFE) Exdirectivos de Banco de Valencia y la sociedad Libertas 7 han justificado este jueves en la Audiencia Nacional la refinanciación de las pólizas y préstamos de la sociedad inmobiliaria por parte del banco, una operativa completamente normal que en ningún caso suponía "escalar un Everest".
En la sección tercera de la sala de lo penal se celebra el juicio por la presunta refinanciación continuada de las pólizas y préstamos de Libertas -que habrían causado al banco un perjuicio de 13,5 millones-, hechos por los que el exconsejero delegado de la entidad, Domingo Parra, alcanzó un acuerdo de conformidad y aceptó 1 año y 7 meses de prisión por administración desleal.
Uno de los testigos que ha declarado hoy, el exresponsable de suelos y promociones de Libertas 7, Lorenzo Moreno, ha dicho que dar una garantía hipotecaria siempre que se nos excluyera de la responsabilidad universal era algo no corriente pero tampoco excepcional que se daba de cuando en cuando. "Es algo totalmente posible, no era escalar el Everest", ha señalado.
Moreno, que ha declarado como testigo, se ha mostrado convencido de que con una buena gestión "el banco habría podido sacar beneficio" y no hubiera sido necesaria la intervención del FROB.
La que fuera directora de cumplimiento normativo de Banco de Valencia entre 2009 y 2012, Estela Muñoz, ha dicho que el banco estaba al tanto de todas las operaciones de valores de Libertas, aunque ha matizado que su papel se limitaba a implantar la directiva MIFID en la entidad.
Se trataba de una operativa "bastante automática", ha añadido, al tiempo que ha asegurado no recordar si en sus informes trimestrales estaban detalladas todas las operaciones.
También ha declarado como testigo Juan Carlos Añón, director de la asesoría jurídica de Banco de Valencia desde 1982 hasta 2013, que ha aclarado que de su departamento no dependía la autorización de operaciones de préstamos, aunque sí estaban al corriente de las mismas.
Añón ha explicado que "de todas las operaciones tenía conocimiento el Banco de España", como exigía la normativa vigente, y también ha querido destacar que el circuito de autorizaciones de las operaciones siguió en todo momento el orden establecido, sin saltarse ningún paso.
En todo caso, ha puntualizado, de haberse aprobado alguna operación sin que todos los pasos siguieran el orden establecido se hubiera tratado de "defectos subsanables".