VALÈNCIA. Los festivales de música podrán seguir recibiendo el estímulo de marca Mediterranew Musix de Turisme Comunitat Valenciana a pesar de la ola de cancelaciones de este mismo 2021. Según la relación de ayudas publicadas ayer en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, que responden a varias convocatorias de febrero (y resueltas en abril y mayo), las promotoras podrán beneficiarse de hasta 75.000 euros a pesar de no celebrarse, si justifican que han incurrido en "gastos corrientes".
Se trata de cerca de un tercio de la lista definitiva, tras el análisis pormenorizado que ha hecho este diario. Festivales de todos los tamaños que, o finalmente han tenido que cancelar sus ediciones al no poder celebrarse en las condiciones planteadas por ellos mismos y nunca validadas por Sanitat, o incluso citas anuales que prometieron volver en 2021 y que no han dado señal de vida alguna durante estos meses. En este último caso estaría, por ejemplo, el festival FCK Censorship, que podría beneficiarse de hasta 6.500 euros si justifica los gastos.
La convocatoria de febrero quería dar un respiro a las empresas promotoras a través de ayudas directas para que la maquinaria logística de organizar un festival siguiera engrasada. De esta manera, las subvenciones no obligan a realizar el evento en sí, sino que se trata de una inyección directa (bajo la supervisión que decida Turisme Comunitat Valenciana) por pertenecer a las marcas de calidad turística Mediterranew Musix (que tiene cuatro categorías dependiendo del tamaño de la iniciativa).
En los casos más abultados se encuentran festivales como el Rototom Sunsplash, que intentó celebrar su edición sin conseguir finalmente adaptar su proyecto a las condiciones de Sanitat, o el FIB, que no planteó una alternativa durante el año ni presentó siquiera cartel. En los dos casos, las promotoras tienen asignadas unas ayudas directas de 75.000 euros de dinero público.
Por otra parte, la promotora The Music Republic también pidió financiación para Luce Benicàssim, el ciclo de conciertos que presentaron como la alternativa a los macrofestivales de verano a última hora, pero que ya registró como iniciativa en el primer trimestre del año y que recibiría hasta 16.000 euros.
En la lista se encuentran, de la misma manera, festivales que no se han celebrado ni se van a celebrar durante este año, con ciclos de conciertos que sí se han adaptado a las restricciones sanitarias, como Dia D, Les Arts Lite, o Nits Acústiques. Por otro lado, hay media decena de iniciativas que no se han anunciado a estas alturas del año como Días de Parque o Brevarock.
Las obligaciones de los beneficiarios de esta ayuda son, según reza la orden del DOGV, “destinar las ayudas recibidas a cubrir los gastos corrientes de la actividad realizada por la persona o entidad solicitante. Estos gastos deberán haberse realizado entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2021 y tendrán que ser justificados por la persona o entidad perceptora de la ayuda previo requerimiento de Turisme Comunitat Valenciana” y “mantener la actividad económica durante seis meses desde la notificación de la resolución de concesión de la ayuda”.
Los gastos corrientes en los que incurrirían los festivales comprenderían desde la promoción en redes sociales, publicidad y comunicación hasta los fondos perdidos por la contratación de los artistas o el alquiler de los espacios que, según los acuerdos bilaterales que tenga cada promotora, no se hayan podido renegociar.
Esta inyección ya se dio, de manera similar, el año pasado. Aunque en esa ocasión las restricciones eran mucho más severas y la celebración de cualquier acto musical era un riesgo difícilmente asumible. Ahora, a pesar de que la incertidumbre sigue haciendo sombra, sí ha habido un protocolo diseñado por parte de la misma industria musical mano a mano con Sanitat y con la mediación de Turisme Comunitat Valenciana para hacer posible alternativas a los macrofestivales.
Este verano, finalmente se han podido hacer citas musicales de hasta 4.000 personas de aforo, separando al público en secciones de 1.000 personas con baños y espacios diferenciados, además de sacar las barras de restauración del área de público. Cada festival ha ido diseñando y adaptándose a estas condiciones en cada espacio.