VALÈNCIA. Los guantes de plástico desechables "ni son necesarios ni se usan correctamente" para prevenir los contagios de coronavirus y su uso puede generar "una falsa sensación de seguridad", además de suponer un "impacto medioambiental" considerable. Así lo recuerda la Generalitat Valenciana a los establecimientos de aliemantación y a los usuarios en una carta redactada por la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública a la que a tenido acceso este diario.
En ella, la secretaria autonómica de Salud Pública, Isaura Navarro, informa tanto a supermercados como a tiendas de comestibles acerca de un informe de la administración autonómica sobre el uso de estos elementos en los establecimientos del sector. Son numerosas las consideraciones al respecto que este documento reproduce y que proceden tanto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como del Ministerio de Sanidad o la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.
No habían sido pocos los establecimientos que durante la pandemia habían fijado como medida de protección especial la entrega de estas barreras de plástico de un solo uso o incluso la obligatoriedad de portarlas para manipular productos alimentarios. Lo hizo Consum y también puso en marcha esta medida Mercadona, por recordar dos ejemplos conocidos.
No obstante, el informe de la Conselleria reza que su uso "de forma general por los usuarios de supermercados no es eficaz para prevenir el contagio de la Covid-19", dado que "no supone una protección adicional al lavado correcto de las manos y su uso puede generar una falsa sensación de seguridad".
En este sentido, ante el interrogante de si el uso de guantes es una forma eficaz de prevenir la infección, la OMS responde tajantemente: "No", y expone que cuando se llevan puestos, "si uno se toca la cara mientras los lleva, la contaminación pasa del guante a la cara y puede causar infección". Lo que obliga a concluir que, a la postre, un lavado de manos con frecuencia proporciona una mayor protección ante la Covid.
Unos argumentos que sustenta el Ministerio de Sanidad, que a su vez va más allá para apuntar que el uso de guantes "puede incrementar las posibilidades de transmisión de la enfermedad entre personas o a partir de superficies potencialmente contaminadas". Es más, la mencionada Sociedad Española de Medicina Preventiva, según el informe, no admite réplica: "Recomienda la no utilización de guantes en la población general [...] así como el cese del ofrecimiento u obligación de uso de guantes a la entrada de establecimientos".
Ciertamente, el virus no puede penetrar en la piel sana, y por tanto es imposible su transmisión de esta manera, por lo que hace innecesaria una capa adicional de protección como pueden ser los guantes. Y estos, por su parte, son tan fáciles de contaminarse como la piel, y el hecho de quitárselos también conlleva un peligro de contagio adicional, dado que "requiere una técnica especial", recuerda la Sociedad.
Asimismo, su uso no siempre se hace de la manera más adecuada. Además de lo ya expuesto por el resto de organismos -posibilidad de contagio por contacto con la cara o por la compleja técnica de sustracción-, la Sociedad abunda en que la higiene de manos sobre guantes "es menos efectiva" que aplicada directamente sobre las manos, pues en un guante "pueden quedar pliegues donde no acceden" los geles hidroalcohólicos, e incluso pueden erosionarse por productos de limpieza, dejando espacios como potenciales reservorios de microorganismos.
Es más, dice la Sociedad, llevar guantes implica una pérdida de tacto y esto puede provocar que la contaminación pase más desapercibida que si no los lleváramos. O en otras palabras, "al tocar una barandilla sobre la que alguien haya estornudado, con el guante no se percibirá que está húmeda", lo que aumentará las posibilidades de contaminación del individuo o de otras superficies.
Y en otro orden de cosas, subraya, está constatado que cuando se utilizan guantes de forma habitual, desciende la frecuencia de higiene en las manos, con su consiguiente incremento inevitable de los contactos de riesgo: superficies, cara, mascarillas, etcétera. Por todo ello, la Conselleria ha recordado que su uso está totalmente desaconsejado.