VALÈNCIA (EP). El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), a través de la Comisión Asesora COVID-19-OMC, ha publicado su duodécimo informe en el que reclama mantener activo el estado de alarma y una cogobernanza real basada en la lealtad institucional para superar la "fatiga política" pandémica.
"No podemos acostumbrarnos y tolerar ningún nivel de morbimortalidad evitable, y hemos de cohesionarnos para que en este segundo año demos una respuesta conjunta y solidaria todas las instituciones y territorios. Por eso, apelamos a todos los agentes políticos e institucionales a que abandonen o mitiguen la rivalidad política partidista y se centren en gobernar la salida de la crisis, y a aportar iniciativas para acciones más globales e integradas", ha dicho la organización.
En este sentido, el organismo ha avisado de que existe un "acostumbramiento y una tolerancia" a una tasa de fallecidos, ingresados y enfermos, elevada y también evitable, lo que lleva a relajar las medidas de contención que, de acuerdo con la salud pública, situarían la morbimortalidad en cifras "mucho más bajas".
"La debilidad normativa actual para afrontar medidas de restricción de la movilidad y limitación de derechos fundamentales aconsejaría como medida inmediata mantener activo el estado de alarma, para que las medidas tengan mayor seguridad jurídica y homogeneidad", han apostillado los médicos.
A su juicio, las cifras medias están "ocultando" la "gran heterogeneidad" de la incidencia en las comunidades autónomas, por lo que el control de la pandemia aconseja que aquellas que tengan un nivel de riesgo alto o extremo colaboren con la contención de la expansión de la enfermedad en otras limítrofes con riesgo bajo.
"La lealtad institucional, más que un deseo, es una obligación. La colaboración asistencial, tanto para pacientes COVID como para no-COVID, es otra concreción práctica de la solidaridad interterritorial necesaria, que debería apoyarse financieramente desde el Fondo de Cohesión del SNS", ha añadido el organismo
Dicho esto, ha lamentado de que se estén "difuminando" los contenidos de revitalización del Sistema Nacional de Salud, expresados en el Dictamen de la Comisión para la Reconstrucción Social Económica del Congreso de los Diputados. Además, ha destacado la necesidad de que las ayudas europeas, dirigidas a la reactivación, modernización y sostenibilidad económica y social, aborden las necesidades de la política de salud y del SNS como garantía de bienestar y de sostenibilidad a largo plazo.
"Sin ello, el futuro será incierto por los riesgos de rebrotes, inequitativo porque dejaremos atrás a nuestros pacientes con menos recursos, e injusto porque la sociedad española habrá defraudado a esos profesionales y trabajadores sanitarios a los que un día aplaudió desde los balcones", ha enfatizado.
Por otro lado, los médicos han calificado de "la desmesurada e irracional" la aplicación del principio de precaución ante los efectos adversos de las vacunas, que en este caso tuvieron una escala internacional.
"El dominio de una visión miope y localista ante problemas que exigen enfoques globales e intersectoriales; como ejemplos: la vacunación ha de hacerse a escala planetaria, no debiendo ser entorpecida por patentes u otras barreras; la reforma de los estándares de cuidados en las residencias de mayores, y la garantía de que el SNS garantice la atención sanitaria directa y cotidiana a los residentes; o la deslocalización y la globalización de las cadenas logísticas deben ser moduladas para garantizar una soberanía de insumos", ha argumentado el CGCOM.
Por todo ello, el organismo ha abogado por vacunar "decididamente" y depositar la confianza colectiva en las autoridades de Salud Pública; aceptar, cumplir y hacer cumplir los acuerdos de respuesta coordinada para el control de la transmisión, para minimizar la incidencia, la hospitalización y los fallecimientos, priorizando siempre la prevención; y comprometerse y programar para el momento oportuno una evaluación de la respuesta española a la pandemia, orientada a aprender y prevenir futuras crisis.
También ha propuesto centrar la tarea en la mayor y mejor aplicación de fondos europeos para la reconstrucción para refinanciar y hacer competente y sostenible al Sistema Nacional de Salud; crear un plan de fortalecimiento de su capital humano, que además de necesario para su viabilidad, es una correspondencia de justicia por el enorme esfuerzo desarrollado por los sanitarios; y revertir la descapitalización de infraestructuras y equipos, como un enfoque innovador en lo organizativo y tecnológico para que la información genere conocimiento, se potencie el trabajo profesional, y se creen mecanismos seguros y amigables para mejorar la conectividad y comunicación entre profesionales y con los pacientes.
Dicho esto, el organismo ha exigido un enfoque ético "vigoroso en este segundo año" para que "nadie se quede atrás", ni en la atención a la COVID, ni en la recuperación de la atención al conjunto de problemas de salud; y ha avisado de que el SNS necesita recursos y acciones para recuperar su suficiencia y solvencia asistencial, y prestando también apoyo y atención a los propios trabajadores sanitarios, como primeras y segundas víctimas, dañadas por esta larga e intensa pandemia.
Finalmente, los médicos han reivindicado el fomento de la buena ciencia a través de la investigación y la generación de la evidencia; y también de la buena y prudente medicina, revirtiendo la trivialización y la vulgarización experimentada entre tantos expertos y tertulianos sobrevenidos, así como contrarrestando la tendencia a comunicar investigaciones inmaduras que crean ruido y falsas expectativas.
"Debemos poner en la agenda pública y política la aplicación de las líneas de la Comisión de Reconstrucción Social y Económica, y activar el proceso reformista que hoy es imprescindible para la supervivencia de un Sistema Nacional de Salud que merezca tal nombre", ha zanjado.