VALÈNCIA. El grupo naviero Mediterranean Shipping Company España (MSC) cerró 2019 con una cifra de negocios de 67,8 millones de euros, lo que supone un 61% menos que en el ejercicio anterior cuando alcanzó lo 174,5 millones de euros. Un importante freno a los años de crecimiento que llevaba la compañía con cuartel general en el Puerto de Valencia.
Además, la filial española del grupo suizo Mediterranean Shipping Co, dedicado al transporte de mercancías y personas por vía marítima, también redujo sus beneficios. Así, en 2019 logró 1,4 millones, un 40% menos que en en el pasado ejercicio de 2018 cuando rozó los 2,3 millones de euros, según consta en sus cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil.
La compañía que preside Francisco Lorente está a la espera de que se resuelva la polémica con la ampliación norte del Puerto de València. Su filial de terminales de contenedores (TIL) espera el visto de bueno de Puertos del Estado para la construcción y explotación de la nueva terminal de contenedores del Puerto de València, una infraestructura en la que se compromete a invertir más de 1.000 millones de euros, que se sumarían a los 400 que invertirá la Autoridad Portuaria de Valencia.
Para poder adjudicar definitivamente la concesión al grupo MSC, la APV necesita que Puertos del Estado dé el visto bueno al anteproyecto de construcción definitivo, actualizado con los cambios que la APV ha hecho en el diseño de la obra. Esos cambios incluyen la renuncia a la prolongación del muelle principal de la dársena y al dragado del canal de acceso, dos de los aspectos más controvertidos de la obra. El pasado mes de julio, el presidente de la APV, Aurelio Martínez, avanzó que su intención es remitir ese documento ese mismo mes. En cualquier caso, la adjudicación definitiva no podría llevarse a cabo al menos hasta septiembre, un año después de la admisión de la oferta de TIL.
Esta obra permitirá ampliar la capacidad del recinto valenciano en 5 millones de TEU siendo la más grande de las instalaciones portuarias. En la actualidad, MSC explota una terminal de 337.000 metros cuadrados inaugurada hace 20 años.
De cara al futuro, la firma ya anticipa que puedan ser aún más complicados por la emergencia sanitaria. Y es que al cierre de las cuentas de 2019, ya existía la alarma sanitaria, aunque sin conocer todavía su fuerte incidencia y virulencia. De hecho, MSC ya vaticina en su informe de gestión que la rápida evolución de la pandemia del coronavirus, a escala nacional e internacional, "va a suponer una crisis sanitaria sin precedentes, que impactaría en el entorno macroeconómico y en la evolución de los negocios."
Aún sin conocer su alcance ya prevé un fuerte golpe en su negocio. "Estos acontecimientos no implican un ajuste en las cuentas de 2019, si bien podrían impactar de manera significativa en las operaciones y, por tanto, en sus resultados y flujos de efectivo futuros", avanza. No obstante reconoce que, dada la complejidad de la situación y su rápida evolución, "no es practicable en este momento realizar de forma fiable una estimación cuantificada de su potencial impacto en la sociedad". En cualquier caso, MSC ya está llevando a cabo las gestiones oportunas con el objetivo de hacer frente a la situación y minimizar sus efectos sobre la cuenta de resultados de la compañía.