VALÈNCIA (EFE). Las terminales MSC y Grimaldi del puerto de València utilizarán dos máquinas propulsadas por hidrógeno para cargar y descargar contenedores y para introducir tráileres en los barcos, dentro de un proyecto de mejora de eficiencia energética y de reducir emisiones enmarcado en el cambio de modelo energético.
En las instalaciones de MSC se utilizará una carretilla apiladora del tipo "reach stacker" propulsada por hidrógeno para mover contenedores, en sustitución del diésel, y se probará en funcionamiento real, tal como ya se hizo hace seis años con gas natural licuado.
El hidrógeno también se aplicará a una cabeza tractora para introducir la mercancía rodada en los barcos, en la que se necesitará potencia de tiro 4x4, según ha explicado a EFE el responsable de políticas ambientales de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Raúl Cascajo.
El de València será el primer puerto de Europa en usar vehículos portuarios propulsados por pilas de hidrógeno, una actuación integrada en un proyecto transnacional de tres años financiado con fondos europeos que también se trasladará a Livorno (Italia) y que, según lo previsto, se probará en 2020, cuando la maquinaria esté lista.
Varias empresas participantes (Hyster-Yale, Atena y Ballard) fabricarán las máquinas y las baterías del proyecto, que incluye un tanque de hidrógeno que recargará las pilas tras el transporte del gas mediante un camión hasta la maquinaria.
El proyecto H2Ports, con una inversión de 4 millones de euros, se enmarca en la búsqueda de la mejora de la eficiencia energética y reducción de emisiones por parte de la APV, que piensa ya en una segunda parte para instalar de forma permanente una instalación de generación de hidrógeno (hidrogenera).
Por su apuesta por el uso de hidrógeno en las terminales, el puerto ha recibido el premio GREEN4SEA Port Award 2019 en materia medioambiental al ser una alternativa limpia que puede utilizarse en lugar del carbón o el petróleo en maquinaria portuaria.
La energía del hidrógeno se recicla porque su vía de escape es su conversión en agua frente a los combustibles basados en el carbón que, cuando se queman, liberan en la atmósfera el dióxido de carbono y monóxido de carbono.
Las actividades que desarrolla el puerto solo tienen un impacto del 1%, de ahí que si se quieren reducir las emisiones "hay que mirar a barcos, camiones o terminales", según Cascajo, que ya piensa en proponer a la Comisión Europea una extensión del proyecto que permita seguir investigando en el uso del hidrógeno a otras máquinas, como embarcaciones de prácticos o de servicios.
El responsable de políticas ambientales de la Autoridad Portuaria de Valencia ha asegurado que continuamente se trabaja en propuestas de proyectos, como la mejora de las aguas del puerto y de la calidad del aire, la reducción del ruido o la implantación de energías renovables.
El puerto también trabaja en un plan de instalación de 3.000 placas solares que se licitarán y colocarán este año en varias zonas de la ampliación norte, donde está prevista la nueva terminal de contenedores a la que pueden optar las empresas o grupos empresariales ya instalados para ofrecer una capacidad superior al 50% a la actual.
Las iniciativas verdes que ha impulsado Valenciaport demuestran, según dijo el director general de la APV, Francesc Sánchez, durante la entrega del premio GREEN4SEA el pasado 12 de marzo, el compromiso con la transición energética y la sostenibilidad, unas actuaciones que ya han dado como resultado una reducción del 17 % en la huella de carbono, al tiempo que el tráfico ha crecido un 24%.
El puerto acaba de dar a conocer sus planes para la instalación de una planta eólica con una producción anual de 27.000 megavatios hora (Mwh), que permitiría alcanzar el equilibrio energético en 2025 y tendrá un coste estimado de entre 13 y 18 millones de euros.
La APV ya cuenta con licencia para la construcción de un aerogenerador y analiza distintas opciones para levantar tres, cinco o siete molinos.
Este puerto cerró 2018 con récords en tráficos de contenedores y de automóviles, con 5,18 millones de TEUs manipulados (contenedores de 20 pies o 6,1 metros de longitud) y 820.221 vehículos, que sitúan a este recinto como líder del sistema portuario español.