VALÈNCIA. Hace justo un año, la comunidad portuaria de Valencia recibía uno de los mejores regalos navideños: el desbloqueo de la terminal norte en la ampliación del Puerto valenciano. Una obra que explotará la firma Terminal Investment Limited (TIL), filial de MSC, y que cuenta con una inversión público-privada de más 1.600 millones de euro. De hecho, hace unas semanas arrancaron sus trabajos constructivos. No obstante, han pasado 12 meses desde que el ministro Óscar Puente anunciara que el Gobierno daba luz verde a esta infraestructura. Y es que su travesía administrativa no ha sido todo lo plácida que se esperaba, aunque ahora las aguas ya están calmadas y el proyecto sigue su curso.
Así, hace solo unas semanas que la UTE formada por Acciona, Jan de Nul y Grupo Bertolín, adjudicataria de la infraestructura por 592 millones de euros, recibió la primera maquinaria para activar esta actuación. De este modo, el buque chino semisumergible para cargas pesadas Zhong Ren atracó en las instalaciones portuarias valencianas transportando tres barcos que ayudarán en el arranque de la actuación. Concretamente, descargó una draga, que se utiliza para excavar material del fondo mar; una pontona, destinada como plataforma flotante para mercancía o grúas; así como un gánguil, embarcación auxiliar a la draga en la que se almacena y transporta el material dragado.
Por tanto, el inicio de los trabajos de la nueva infraestructura portuaria han arrancado desde el lado mar, con los primeros trabajos de dragado. Desde la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) eluden dar más detalles, en línea con la nueva política de comunicación impuesta por la presidenta Mar Chao que prefiere el silencio a dar explicaciones. Algo que ha quedado evidenciado con la anulación de las tradicionales ruedas de prensa después de los consejos de administración de la entidad pública, comparecencias que sí hacían sus predecesores en el cargo. En el caso de este proyecto, además, se trata de una infraestructura que cuenta con cerca de 600 millones de inversión pública.
En cualquier caso, la llegada de estos buques supone la activación de la nueva terminal norte un año después de que se diera vía libre a su ejecución. La obra "no puede seguir esperando y no se puede extender más, por lo que el Consejo de Ministros aprobará la ampliación norte", anunció el ministro Puente hace un año en una visita al recinto portuario. Una noticia que levantó los aplausos del público asistente al acto, mayoritariamente de la comunidad portuaria valenciana.
Con estas palabras se daba carpetazo a un largo proceso administrativo que dejó durante años el proyecto paralizado por el rechazo que generó el proyecto entre algunos colectivos y partidos como Compromís que intentaron frenarlo a través de los tribunales. Fue en 2022, cuando la APV aprobó la actuación tras presentarse hace seis años, pero no fue hasta el 14 de diciembre del pasado año, cuando el Gobierno le dio luz verde. Pese a ello, la tramitación no ha sido todo lo rápida que se esperaba.
Así, se licitó el contrato de obra al que optaron cuatro ofertas, pero finalmente ganó la UTE formada por Acciona Construcción, Jan de Nul y Grupo Bertolín al obtener la máxima puntuación en la valoración técnica de la comisión de la APV, tanto en su oferta base como en su oferta variante. Su presupuesto asciende a los 591.905.762,46 euros. La adjudicación se materializó en julio de este 2024.
No obstante, un mes después, Rover, que quedó en segundo lugar junto a Dragados, Torrescamara, Dredging International España y Dravo, recurrió la decisión, suspendiendo así la adjudicación y dejando en el aire el proceso. Entre los motivos estaba la supuesta falta de un plan de igualdad de la empresa belga Jan de Nul.
Un contratiempo que se superó pasado el verano, ya que a finales de septiembre, el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) desestimó el recurso de Rover, allanando el camino de los trabajos constructivos y a la adjudicación final. Días después, el consejo de administración de la APV otorgaba a la Terminal Investment Limited (TIL), filial de MSC, la concesión administrativa de la termina para su explotación por un plazo de 50 años. Se trataba de un paso meramente formal y administrativo, ya que la oferta de TIL fue la seleccionada por el consejo de administración en septiembre de 2019 a propuesta de la Mesa de Calificación.
La obra contempla la construcción de un muelle de contenedores en la zona norte del recinto portuario. Será la cuarta terminal del Puerto. La inversión privada prevista en la oferta presentada asciende a 1.098.237.000 euros y engloba todas las inversiones necesarias para la puesta en funcionamiento, la explotación y el mantenimiento de la nueva terminal.
Por su parte, la APV, responsable de la construcción del muelle, tiene comprometida una inversión de hasta 656 millones de euros. De esta forma, esta actuación implica la mayor inversión público-privada realizada hasta la fecha en el sistema portuario español y supone un referente respecto al modelo de colaboración público privada.
Concretamente, la nueva terminal de contenedores se ubicará en aguas abrigadas de la ampliación norte cuyas obras finalizaron en 2012, tendrá una superficie de unas 137 hectáreas y 1.970 metros de línea de atraque, con una capacidad para albergar hasta cinco millones de contenedores. Así, permitirá operar a los buques de última generación MEGAMAX, de hasta 430 metros de eslora y más de 24.000 TEUs.
Además, contará con diseño, tecnologías y equipamiento de última generación. En materia medioambiental será autosuficiente energéticamente, alineada con el objetivo del puerto de cero emisiones en 2030, y ofrecerá una instalación totalmente electrificada, que permitirá atender los grandes buques portacontenedores en servicio. La terminal contempla una terminal ferroviaria dotada de 6 vías de 1.000 metros de longitud, con capacidad para mover 305.000 TEUs/año por ferrocarril.