VALÈNCIA. El piloto español Marc Márquez, campeón del mundo de MotoGP, ha confirmado hoy que pasará por quirófano a principios de diciembre para "olvidarse" de los problemas que sufre en el hombro que se le dislocó durante la vuelta de honor del Gran Premio de Japón y que le harán estar a "medio gas" en el entreno de la próxima semana en Jerez.
En declaraciones a los medios tras participar junto al resto de sus compañeros de equipo "Repsol Honda" en un acto de la campaña de Repsol "Stop Bullying" que se ha llevado a cavo en colegio Salesianos de Zaragoza, Márquez ha reconocido que su hombro "está al límite" y que no puede "aguantar más".
El piloto ha explicado que a pesar de las buenas sensaciones y de lo "contento" que está tras la primera toma de contacto con la nueva moto, su problema con el hombro toma protagonismo y su paso por el quirófano será "una prioridad".
No obstante, a pesar de tener la oportunidad de probar su nueva moto, Márquez no ha podido todavía intercambiar pareceres con Jorge Lorenzo, que será su nuevo compañero de equipo, porque "cada uno trabaja por su lado", pero ha confesado que espera encontrárselo pronto en el box.
Márquez también ha puesto la mirada en el futuro y ha explicado que, a pesar de haber "disfrutado muchísimo" este 2018, el año que viene será "borrón y cuenta nueva".
Será, ha dicho, "un piloto más" en la parrilla de salida y no "el campeón".