ALICANTE.El presidente de Fundesem Business School, Cayetano Sánchez Butrón, ha aceptado la renuncia del vicepresidente ejecutivo de la escuela de negocios alicantina Miguel Rosique, que abandonará su cargo a mediados de julio coincidiendo con el final del curso académico.
Rosique ya puso su cargo a disposición de los patronos de FBS en mayo de 2018, pero entonces se decidió, por unanimidad, que continuara hasta que se resolvieran algunos puntos fundamentales para la escuela. En aquella reunión también se resolvió que la renovación del presidente y el nuevo Patronato no se efectuara hasta que el acuerdo con IVACE fuera un hecho; relevo que se produjo el pasado mes de abril.
Ahora, una vez renovado el acuerdo con la Cámara de Comercio de Alicante, ha llegado el momento de hacer cambios, ha señalado el presidente de Fundesem: “Quiero agradecer el esfuerzo realizado por Miguel Rosique y todo su equipo. Ofreció su cargo desde el momento de mi toma de posesión y le pedí esperar a resolver de manera positiva la relación con IVACE y Cámara de Comercio. Ya están resueltos y en plena fase de cumplimiento. A partir de aquí vamos a realizar el máximo esfuerzo para llevar a Fundesem a cotas aún más elevadas para que la sociedad alicantina siga considerándola su escuela de negocios”.
Por su parte, Miguel Rosique ha señalado que “el que la escuela siga funcionando y tenga futuro se debe a la confianza de los alumnos que hemos tenido en estos últimos años, al claustro de profesores que entendió que debían dar lo mejor de sí mismos en momentos complicados, y a los empleados de Fundesem que demostraron una confianza total en el proyecto, así como a los patronos que han apoyado a la Fundación”. Rosique es miembro protector del Patronato de Fundesem y continuará siéndolo.
En los últimos cuatro años la escuela ha remontado una situación muy delicada de tesorería, que ha supuesto ajustes y otras medidas de generación de nuevos ingresos y reducción de gasto
Los índices de satisfacción de los alumnos en programas máster han ido en aumento año tras año, por ejemplo, en el programa MBA se ha incrementado de una puntuación por debajo del 7 sobre 10 a un 8,96 en el curso anterior.
Asimismo, los índices de colocación de alumnos han supuesto que en algunos programas haya habido una tasa de colocación del 100%
