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entre el 25 y el 30% de las chicas de 15 años asegura haber mantenido relaciones sexuales

Más del 75% de mujeres menores de 19 años no se ha sometido a una citología por miedo o prejuicios

24/04/2019 - 

CASTELLÓ. Miedo, vergüenza, prejuicios… Es lo que siente la mayoría de las adolescentes en su primera visita al ginecólogo. Por ello, más del 75 % de las chicas de entre 12 y 19 años retrasa su visita al especialista y jamás se ha sometido a una citología vaginal. Algo que puede tener consecuencias graves ya que es una prueba fundamental para detectar o descartar el cáncer de cuello de útero, el segundo tipo más común entre las mujeres de entre 15 y 45 años.

Tal como explica la doctora Sandra Ortega, ginecóloga del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón, “el origen principal de este tipo de cáncer es el virus del papiloma humano (VPH), transmisible en las relaciones sexuales, y actualmente entre el 25 y el 30 % de las chicas de 15 años de edad ya confirma haber mantenido relaciones sexuales. Por ello es clave el apoyo de los padres para tratar con naturalidad con sus hijas temas como la anticoncepción, el inicio de la actividad sexual o las enfermedades de transmisión sexual, y recalcarles la importancia de su primera visita al ginecólogo entre los 13 y los 15 años de edad, o en cuanto se inicien en las relaciones sexuales”.

En esta etapa, los trastornos de regla son muy habituales y también es el momento idóneo en esa primera visita para averiguar el origen de estas irregularidades. Muchas adolescentes tienen alteraciones en los ciclos: falta de regla (amenorrea), ciclos irregulares: largos o cortos, cantidad escasa o abundante de regla, dolores intensos (dismenorrea) o también anomalías, procesos inflamatorios o trastornos en el pecho.

Según la doctora Ortega, “en algunos casos como las reglas abundantes es importante descartar una anemia, y en otros como la dismenorrea, hay que pautar la medicación apta para mitigar los síntomas de cansancio, náuseas, diarreas o mareos en la adolescente. En el caso del pecho hay que analizar nódulos, fibroadenomas o quistes, que suelen ser en su mayoría benignos”. La especialista de Vithas Rey Don Jaime subraya que “el objetivo de esta visita con el especialista no solo es descartar posibles problemas a través de la exploración física, la ecografía o la toma de muestras, sino también brindar consejos saludables y conductas preventivas”.

Infecciones vulvo-vaginales

Picor, quemazón, molestias al orinar, enrojecimiento de los genitales o cambios en el flujo vaginal son algunos de los síntomas típicos de una vulvovaginitis, una inflamación de la vulva y la vagina.  “La mayoría de los síntomas se van a deber a hongos (candidiasis) -afirma la doctora Ortega-, a una vaginosis bacteriana o a una infección por tricomonas. Ante la sospecha, se debe valorar siempre la causa y determinar el agente que produce dicha infección para poner el tratamiento que corresponda”

La vulvovaginitis representa actualmente uno de los motivos de consulta más frecuentes y, durante la pubertad, “normalmente van a estar ligadas al inicio de la actividad sexual, aunque también pueden deberse, con menor frecuencia, a causas inespecíficas como el uso inadecuado de tampones, la higiene, usar ropa muy apretada o a la masturbación. Lo que hay que hacer ver a la adolescente por parte de sus educadores es que el uso de preservativo es el método de barrera más eficaz contra el contagio de infecciones de transmisión sexual”, recalca la Dra. Sandra Ortega.

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