Hoy es 15 de noviembre

esperan un cambio en los pliegos para controlar el intrusismo laboral

Nace la Coordinadora Valenciana de Arqueología para denunciar la precariedad del sector

10/08/2021 - 

VALÈNCIA. La ciudad de València está patas arriba, encarando de frente una de sus transformaciones más profundas de los últimos tiempos con la renovación de la plaza de la Virgen y el entorno del Mercado Central, entre otras obras. Y pasa en València, como en otras muchísimas ciudades mediterráneas, que piedra que se levanta, piedra que descubre un tesoro arqueológico, enterrado por el paso del tiempo y una menor consciencia de la memoria histórica. Una realidad escondida por el asfalto que sale a relucir.

En un paralelismo casi perfecto, la recién formalizada Coordinadora Valenciana de la Arqueología ha decidido nacer con un comunicado para levantar las piedras que hagan falta y visibilizar las condiciones laborales que amenazan el futuro digno de toda una generación. La formación empezó a trabajar de manera asamblearia hace ya meses, aunque ha sido ahora, bajo el paraguas del sindicato CNT, cuando se ha constituido, con una quincena de personas implicadas en la ciudad de València. En España, solo encuentran un grupo homólogo en la ciudad de Madrid, aunque desde su creación, ya han recibido el interés de compañeros y compañeras de otras ciudades como Castelló o Alicante.

Con media ciudad levantada, es el momento idoneo para poner de relieve qué ocurre tras las vallas de construcción, aunque desde la Coordinadora recuerdan “que el problema viene de años atrás”. “Está habiendo un cambio generacional, y con él un cambio de actitud, hay muchísimo por trabajar en la ciudad de València”, añade. La primera acción ha sido lanzar un comunicado y empapelar algunas obras para poner de relieve sus demandas.

Foto: CNT VALÈNCIA

Una de las más urgente atañe a la contratación. Como pasa en otros tantos sectores, las empresas privadas optan por contratar sus servicios como autónomos en vez de trabajadores por cuenta ajena. Consecuencia directa es la inestabilidad a la que se ven abocados dándose de baja y de alta “porque son trabajos de unas pocas semanas con encargos irregulares” que les pueden dejar meses enteros sin trabajar. De paso, las empresas pueden no ceñirse al convenio colectivo del sector, que en todo caso está desfasado (por ejemplo, la tabla salarial lleva sin actualizarse desde 2015). Exigen que se fomente las promotoras de construcción impulsen la contratación discontinua o indefinida y que protejan laboralmente esta tarea.

En la misma línea, resaltan un grave problema de intrusismo laboral. Según explican desde la Coordinadora, peones de obra hacen trabajos para los que no están cualificados ni han recibido ningún tipo de formación específica. “Nosotros tenemos que hacer un curso de prevención, pero ellos ninguno sobre cómo tratar el patrimonio histórico”, explican. Aunque matizan que los puestos no son incompatibles, sino que se trata de que cada uno haga su trabajo dentro del mismo encargo. Los profesionales de arqueología se ven lastrados únicamente a tareas de papeleo, mientras la constructora ahorra costes en mano de obra con personas infracualificadas.

Más allá de los estructural, también denuncian condiciones laborales precarias en el higiene del lugar de trabajo (“solemos compartir un baño portátil con más de 10 personas en tiempos de pandemia”), acceso al agua potable o retribución económica.

Como su profesión no precisa formar parte de ningún colegio para poder ejercer, se sienten desprotegidos. “La única manera de conocer nuestra situación es haciendo inspecciones de trabajo, pero si no hay una denuncia previa (y no se denuncia por miedo), no hay nadie que lo controle, por mucho que sea obra pública”. Por ello, exigen que desde la Administración Pública se revise los pliegos para ver de qué manera desde estos se puede cambiar la realidad estructural a la que están expuestos y expuestas. En el comunicado emitido hace unos días, proponen una batería de 15 medidas que abordan de manera integral sus peticiones en relación al marco laboral y formativo.

La Coordinadora quiere ir paso a paso, y está abierto a cualquier profesional, aunque reconocen que hay una brecha generacional. Aunque algún político ha contactado con la plataforma a título individual, aún no se han iniciado conversaciones en el ejecutivo. Su petición es control en la obra pública y un plan arqueológico en esta que se vea reflejado en los pliegos, además de control sobre las condiciones en las que se desarrollan los trabajos.

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