VALÈNCIA. El español Rafael Nadal jugará por cuarta vez en su carrera las semifinales del Masters 1.000 de París, tras derrotar a su compatriota Pablo Carreño por 4-6, 7-5 y 6-1 en dos horas y 14 minutos.
La derrota acaba con las escasas opciones que tenía Carreño de clasificarse para las Finales ATP de Londres y sirve en bandeja el último billete que quedaba para ese torneo al argentino Diego Schwartzman, que había perdido horas antes contra el ruso Daniil Medvedev.
Carreño tuvo el duelo en su mano, pero Nadal, que no completó un buen partido, volvió a dar una muestra de su capacidad de sufrimiento y se aferró para dar la vuelta a la contienda.
Le costó al balear tomar el ritmo del partido, más parecido al inicio dubitativo que tuvo en su debut contra Feliciano López que al más expeditivo de los octavos de final contra el australiano Jordan Thomsom.
Eso dio la iniciativa a Carreño, que venía desplegando un gran tenis y que tras arrebatar el servicio de Nadal en el octavo juego, enfiló hacia la manga, la segunda que le ganaba en siete partidos.
La dinámica pareció extenderse al segundo set, que comenzó con el mallorquín contra las cuerdas, obligado a remontar un 0-40 para no ceder su saque de entrada.
Tocado, sin desplegar un buen juego, Nadal fue sobreviviendo, esperando su oportunidad que se iba anunciando a medida que pasaban los minutos y el juego de Carreño perdía precisión.
Amenazó con la rotura el balear en el octavo, pero tuvo que esperar al duodécimo para apuntarse la manga y forzar la tercera.
La impresionante fortaleza mental de Nadal volvió a ser decisiva y minó la de su rival, que fue perdiendo el hilo del partido y su resistencia declinó, hasta ceder el set decisivo.
Nadal buscará su segunda final en el Masters 1.000 de París contra el ganador del duelo entre el alemán Alexander Zverev y el suizo Stan Wawrinka.
El español, que en ausencia del serbio Novak Djokovic parte con el cartel de favorito número 1, persigue uno de los tres Masters 1.000 que no figura en sus vitrinas, junto a Miami y Shangai.
París, escenario de sus mayores gestas en Roland Garros, se le resiste en el barrio de Bercy, que alberga el torneo bajo techo.
Su mejor actuación la completó en 2007, cuando cayó en la final contra el argentino David Nalbandian.
El año pasado, cuando acudía en un buen momento de forma, una lesión abdominal le obligó a retirarse antes de afrontar las semifinales.
Nadal persigue su 36 torneo de Masters 1.000 para igualar con Djokovic, que esta temporada le superó apuntándose los otros dos que de jugaron, Cincinnati y Roma, los únicos con París que no fueron suspendidos por la pandemia de COVID-19.