opinión

No hay mejor activo que los bonos americanos a largo plazo

El economista recomienda la deuda americana para proteger una cartera por si las cosas se ponen feas, dado el potencial que ofrecen y su carácter refugio

25/02/2020 - 

MADRID. La principal diferencia entre el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) hoy en día puede que no radique tanto en el enfoque que adopta cada entidad, sino más bien en las herramientas disponibles. El BCE ya ha implementado tasas de interés negativas de corto plazo y ahora tiene poco margen de maniobra en ese lado, mientras que la FED todavía puede utilizar los recortes de las tasas.

Para los inversores, las situaciones respectivas del BCE y la Fed ofrecen varias oportunidades en el extremo largo de la curva de rendimiento. Dado que difícilmente puede reducir aún más los tipos de interés en efectivo en territorio negativo, el BCE sólo puede aliviar las condiciones financieras manteniendo bajos los tipos a largo plazo, ya sea con una orientación hacia el futuro (como ocurre ahora) o posiblemente con una reanudación de la QE si es necesario. En cualquier caso, las pendientes de la curva de rendimiento que siguen siendo positivas para los tipos del euro crean un valor para los bonos a largo plazo denominados en euros, que no debería descuidarse a pesar de un rendimiento nominal al vencimiento muy bajo o incluso negativo.

En el espacio de los bonos estadounidenses, la curva de rendimiento vuelve a ser plana, pero el potencial de los bonos del Estado a largo plazo es más importante si el entorno macroeconómico se deteriorara bruscamente y la Reserva Federal tuviera que recortar los tipos a corto plazo. En resumen, todavía hay algo de valor y posiblemente más visibilidad en los tipos a largo plazo del euro, mientras que hay más potencial en los tipos a largo plazo del dólar en un entorno 'sin riesgo', pero también posiblemente más volatilidad.

Escenario central

En nuestro escenario central, seguimos esperando que la FED deje su tasa de corto plazo sin cambios en 2020 después de los recortes de 2019.  Sin embargo, el brote de coronavirus y su posible impacto negativo en el crecimiento y la inflación han aumentado la probabilidad de que la Reserva Federal opte por una flexibilización adicional de la política monetaria.  

En cualquier caso, creemos que esta decisión se basará en la evolución de los datos macroeconómicos y no mucho en las próximas elecciones presidenciales.  La Fed sólo recortará si hay signos de desaceleración del crecimiento en los EE UU y, en nuestra opinión, es muy poco probable que suba los tipos en el contexto del brote de coronavirus y de las próximas elecciones presidenciales.  

Creemos que los bonos del Tesoro estadounidenses seguirán siendo el refugio preferido de los inversores, en primer lugar, por sus características únicas de liquidez, moneda de reserva..., pero también por el potencial de disminución de los tipos, y por lo tanto de apreciación de los precios, que ofrecen en caso de un deterioro de la economía mundial o del sentimiento del mercado. Si las cosas se ponen realmente feas a nivel mundial, no hay mejor activo que los bonos del Tesoro de Estados Unidos a largo plazo para proteger una cartera.

Adrien Pichoud es economista jefe y gestor de carteras de SYZ AM

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