Así se llamaba un programa de TVE allá por los 70 que iba sobre los candidatos que participarían en el festival de Eurovisión, nuestro gran talón de Aquiles de los concursos. Pero este año llega en forma de pasaporte Covid para todos
Hace varias semanas que desde la Unión Europea se autorizó el conocido como certificado verde digital también llamado pasaporte Covid, como cualquier iniciativa en estos tiempos, siempre hay voces encontradas y muchos consideraron que podía ser una medida discriminatoria para quien no está vacunado o no puede vacunarse por algún motivo, etc. y aunque ahora pensemos que son argumentos ridículos, creo que no hace falta que en junio de 2021 les explique el recorrido que puede tener el argumento más peregrino y fantasioso que puedan imaginarse.
La aparente sensatez parece que se ha impuesto y efectivamente los ciudadanos que ya han sido vacunados o han pasado la enfermedad o tiene un PCR negativo pueden acreditarlo a través del famoso certificado verde digital, que con este nombre parece uno de los sellos de calidad ISO para un producto alimenticio o un fertilizante, más que una cartilla donde indicar nuestra historia clínica, algo que se ha hecho toda la vida y que parece lógico. De todos modos, la maldita cepa india que tiene especial incidencia en Reino Unido y de la que ya se conocen casos en España, puede convertirse en una pesadilla si genera rebrotes y sobre todo si afecta a personas ya vacunadas porque demostraría la debilidad de las actuales vacunas. Ojalá no suceda esto, pero tanto en India como en R. Unido no parece que tengan controlada esta nueva variante.
El pasaporte Covid nos sirve a los ciudadanos de la Unión Europea para dotarnos de una movilidad más segura y controlada, pero frente a estas iniciativas y controles siempre dejamos muchos huecos sin cubrir y la idílica globalización nos lleva y nos trae, además de productos, virus. Así que quizá deberíamos plantearnos, si de verdad se quiere salvar a nivel económico y sanitario el verano, cierto control cuando no cierre de las fronteras exteriores de la UE y en su caso de cada estado miembro. La cuestión es: ¿es mejor abrir todo con relativa normalidad y si sube la incidencia encerrarnos en casa de nuevo o abrir paulatinamente casas, pueblos, ciudades, países y pausar dicha apertura a medida que en cada espacio geográfico se controla la epidemia?
La campaña de turismo para este verano, a nivel nacional, es prácticamente salvada gracias al turismo nacional, así me lo comentaba hace unos días un dirigente político valenciano tras estar en varias reuniones en FITUR. Curiosamente la única comunidad autónoma que presenta peores cifras en reservas es Cataluña, y efectivamente es causa de lo que están pensando. El independentismo aísla, se hace incómodo a los que no son independentistas y pudiendo elegir, muchos prefieren Andalucía, Valencia, Murcia o Baleares si hablamos del Mediterráneo. Ojalá las autoridades nacionales se tomen en serio el controlar las fronteras y por supuesto avanzar en la vacunación dentro de España para consolidar cierta actividad empresarial, económica y social.
Casualmente el próximo domingo está convocada en la Plaza de Colón la concentración a favor de la Constitución de 1978, el respeto a la legalidad vigente y el rechazo a la intención del gobierno de indultar a los políticos catalanes condenados. Y cuando parecía que PP, Vox y Ciudadanos acudirían con armonía y unanimidad, parece que algunos quieren que se expida un certificado verde, pero para no juntarse con los representantes de Vox, partido que utiliza este color como imagen. De lo que queda de Ciudadanos se puede esperar cualquier cosa y no creo que sea momento de atacar a una formación que ha hecho muchas cosas bien y que además se ha auto debilitado de manera sorprendente, pero la cambiante actitud del Partido Popular es realmente divertida. Ayuso mantiene un discurso sin complejos y frente al socialismo mientras Casado y otros líderes, pese a su edad y experiencia, siguen creyendo que hay que hacer lo que diga la izquierda o al menos no incomodarla.
Las patentes de corso del siglo XXI no son como las de la Edad Media pero sirven para controlar y dividir la sociedad, en casos como la sanidad parece algo más que razonable para chequear y protegernos, pero en el ámbito social e ideológico suelen encorsetar la liberta de pensamiento y de expresión. Y qué cosas, el color que en las normas de tráfico y en la movilidad de personas simboliza la libertad es el verde.