BENIDORM. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, hizo este domingo un anuncio importante para los empresarios turísticos: la Comunitat Valenciana va a pedir en el Consejo Interterritorial de Salud que no sea obligatorio el uso de la mascarilla en las playas y espacios naturales a partir del mes de julio, "como ya recomiendan los expertos", según señaló en una entrevista con À Punt. Una decisión, que de obtener el visto bueno, podría ser un golpe de efecto positivo para las ventas en el turismo británico, tal y como analizan los expertos.
Así lo reconoció Leire Bilbao, la gerente de Visit Benidorm, entidad mixta encargada de vender la imagen de la ciudad fuera de sus fronteras. A preguntas de este diario, explicó que los británicos no tienen obligatorio el uso ni para transitar por la calle. Algo que han mantenido desde que se inició la pandemia. Por ello, se han mostrado más reacios a ir a destinos donde ésta fuera una obligación, como es el caso de la Comunitat.
Como se recordará, el uso del cubrebocas en los arenales está obligado en caso de paseos por la orilla o caminar por la playa, no lo es por ejemplo para tomar el sol o una vez el bañista entra en el agua. Además, hay espacios como el de Benidorm, donde se han tomado medidas de distancia social que aseguran precisamente los 1,5 metros de separación para evitar contagios a través de la delimitación de parcelas.
Puis aceptaba este nuevo marco sabiendo que la Comunitat se mantiene con la incidencia acumulada más baja de España, con 40 casos por cien mil habitantes, lo que la convierte en "un destino seguro y que ofrece garantías de estabilidad".
Cabe recordar que la patronal hotelera de la Comunitat Valenciana, Hosbec, ya pidió hace apenas un mes que el Ayuntamiento de Benidorm diera un paso en firme sobre esta solución para este verano, como así informó Alicante Plaza. En aquel momento, el presidente de la asociación, Toni Mayor, aseguró que la noticia "tendría un buen impacto para los turistas de Reino Unido". Para Leire Bilbao, este paso adelante supondría también un tanto positivo para el turismo nacional.
Hay que tener en cuenta que la ciudad de los rascacielos depende en gran medida de la vuelta de este mercado, sabiendo que casi el 50% de los visitantes son de Reino Unido en una temporada normal y sin pandemia. Sin embargo, la situación es más compleja y escapa de la sola decisión de la mascarilla. El semáforo por el que se rige el país para los vuelos internacionales sigue dejando a España en ámbar, lo que obliga a los turistas a guardar cuarentena en su vuelta del viaje.
Con todo, Toni Mayor acogió con los brazos abiertos el anuncio de Puig, acompañándose de declaraciones de virólogos que aconsejan la relajación de restricciones en espacios abiertos. Y como consecuencia directa, Mayor apuntó que se podrá vender al turismo británico que será una señal de apertura para el mercado de Reino Unido.
"Todo lo que sea flexibilidad, que la normalidad sea la máxima posible, será bueno", dijo el hotelero, que afirmó incluso que habían tenido problemas con turistas británicos en los hoteles por hacer cumplir la norma en espacios comunes de los establecimientos.