VALÈNCIA. Entre la opinión pública pocos le creyeron, pero no fue una excusa sin fundamento. El director general de À Punt, Alfred Costa, explicaba esta semana los obstáculos para volver a reemitir la serie Bola de drac que tantos buenos recuerdos traen al público valenciano. “La legislación de género”, entre otras razones, impide su exhibición por televisión.
Han sido muchas las voces que han reclamado su vuelta a las pantallas, desde el muy movilizado grupo de fans, La Bola de drac en valencià, con casi 10.000 seguidores en Facebook y un change.org que recopiló 3.000 firmas pidiendo su regreso, pasando por diferentes miembros de Compromis hasta la cuenta oficial del partido en Twitter. Incluso el presidente Ximo Puig manifestó en 2015 estar a favor. Sendos partidos políticos, sin embargo, fueron los artífices de la legislación y el consiguiente contrato programa sobre la nueva radiotelevisión pública valenciana y en ella se estableció la exclusión de contenidos sexistas. O una cosa o la otra. ¿Con cuál nos quedamos?
Bon dia i Goku a @apunt_media!☁️???? https://t.co/nEdmQyfDEq
— Compromís (@compromis) March 4, 2021
Las dificultades actuales son fáciles de reconocer, al leer, por ejemplo, el Artículo 5 de ley 6/2016 de la Generalitat Valenciana, sobre Servicio Público de Radiodifusión y Televisión de Ámbito Autonómico. La nueva corporación valenciana deberá “adoptar, mediante autorregulación, códigos de conducta tendentes a transmitir el principio de igualdad excluyendo contenidos sexistas, especialmente en la programación infantil y juvenil”. También se puede comprobar en el contrato programa, que añade “la garantía de una imagen plural y no estereotipada de mujeres y hombres”, además de “la necesaria intervención profesional especializada en materia de igualdad y el establecimiento de filtros y garantías para el rechazo de contenidos sexistas” con la colaboración del Observatorio de Publicidad no Sexista de la Generalitat Valenciana. À Punt, la televisión pública de la actualidad (que no la de hace 25 años) debe, por tanto, “descartar los contenidos que fomenten la discriminación de género mediante estereotipos y roles sexistas”.
Pese a que en los años 90, la antigua televisión pública, Canal 9, transformó Bola de drac en un contenido de alto valor añadido al ser doblada en valenciano y llegar al gran público de forma masiva, y pese a contener algunos cortes de edición en los fotogramas más discutibles, los comportamientos de sus personajes y, sobre todo, la personalidad de los roles femeninos llaman poderosamente la atención.
“Solo son un par de chistes verdes”, me comentaba estos días un usuario de la red del pajarito. Decidí, entonces, comprobar si su matización era correcta. No es difícil encontrarlos por internet. Las desventajas de género se constatan enseguida. Nada más comenzar el primer episodio, por ejemplo, Son Goku le levanta la falda y le mira las bragas a Bulma, la primera chica que conoce. Unos pocos episodios después, Goku le quita las bragas mientras está durmiendo (es decir, sin su consentimiento). Esta escena fue editada en TV3 y Canal 9, obviando el erótico plano del desvestido, pero continúa entendiéndose bastante bien, como pueden comprobar en la imagen de portada con los cuatro planos de la escena. Llama la atención, además, el gesto al dormir de Bulma. Con la boca bien abierta, como las muñecas sexuales tan demandadas en el país nipón.
Más adelante conocemos al Maestro Roshi, un viejo verde al que vemos mirando revistas eróticas de vez en cuando, y que acosa constantemente a la enamoradiza y débil Bulma. La actitud del personaje, tantas veces visto en el cine español de los 60 y 70, podía tener por entonces mucha gracia. Ahora lo llamamos acoso sexual. Son numerosas las veces que vemos a Bulma ligera de ropa, vestida de conejito o sensual en la bañera. El objetivo de su personaje es el de enamorarse y tener novio, cómo no. Los padres de Bulma también cumplen viejos roles. El padre siempre está trabajando, mientras que la madre se dedica a servir el té.
¿Cómo evolucionan los personajes femeninos a lo largo de la serie? Tanto Bulma como muchos otros personajes femeninos, terminan dedicándose a las labores del hogar (cocinar, limpiar, cuidar de los hijos…). El rol se repite con Chi-chi, al principio algo guerrera pero que termina dedicándose a la cocina y el cuidado familiar. Luego está Lan-fan, abreviatura en japonés de “lencería y corsetería”. El personaje tiene un poder frente a sus rivales, el del stripping, es decir, es capaz de poner tremendamente nerviosos a sus rivales al quitarse la ropa durante el combate. Bulma también recurrió en una ocasión a este método para paralizar al acosador Maestro Roshi.
¿Qué más aspectos sexistas podríamos encontrarnos en los roles femeninos? Bola de drac no se deja ni uno. Por ejemplo, la obsesión por irse de compras no le ocurre a un personaje masculino. Lo encontramos en el perfil de Bra, la hija de Bulma y Vegeta.
La mirada de Bola de drac muestra, en resumen, a unas mujeres débiles, lloronas, enamoradizas, a las que les encanta ir de compras, que se dedican a cocinar y darles hijos a estos fuertes guerreros. En los años 90 todo esto podía ser habitual en la televisión, pero hoy día, por suerte, ya no lo es. La memoria es muy cuca, nos hace distorsionar el pasado y olvidar algunos matices que hacen que Bola de drac haya envejecido mal en este aspecto.
Como dijo Alfred Costa, el que quiera visionar esta serie con sus hijas e hijos, ahí tiene los DVDs, nadie se lo impide. Tal vez hacerlo les ayude a desmitificar la serie y repensarse de nuevo esta cuestión de género.
El momento más visto fue la bajada de la Senyera con un 20,4% de cuota de pantalla, donde À Punt lideró la audiencia por delante del resto de cadenas.