VALÈNCIA (EFE). La Coordinadora Empresarial de Ocio y Hostelería de la Comunidad Valenciana (CEOH) ha quemado este sábado facturas durante la quinta jornada de la acampada del ocio nocturno ante el Palau de la Generalitat, una acción con la que ha querido señalar "la desesperación" de las pymes del sector después de "trece meses sin apenas actividad, o ninguna para el 80% de los locales de ocio, con pérdidas acumuladas, de media, de 100.000 euros en el caso de los pubs y de hasta 300.000 en el de las discotecas".
"Gastos fijos destinados a pagar los alquileres, teniendo en cuenta que solo el 6% de los locales son en propiedad, las cotizaciones sociales de los trabajadores en los ERTEs, los suministros de agua y luz o los gastos de mantenimiento, las amortizaciones de los créditos e inversiones, entre otros, han provocado la descapitalización de las empresas cuya resistencia está al límite", expone la CEOH en un comunicado en el que señala la ruina de prácticamente el 50% del sector.
"El campamento no se levantará hasta tener una respuesta a las reivindicaciones expuestas y soluciones sobre la mesa por parte del Consell", señalan.
"De momento, la acampada ha provocado al Consell a que apruebe una modificación de crédito para realizar el pago de la ayuda de los 8 millones de euros destinados al ocio nocturno, que ya llega con retraso y tarde para muchas empresas", una cantidad, recuerdan desde la CEOH, "que sólo cubre el 7,5% de los gastos y las pérdidas a las que tuvieron que hacer frente durante 2020".
Las pymes del sector han asegurado durante el acto que no pueden, ni van a conformarse con esto ("esto ya nos lo debían") y que seguirán "luchando" para que la Generalitat les pague "lo que prometieron, sin dejar a ninguna empresa fuera; para que se desarrolle un segundo plan de ayudas específico para el ocio nocturno, dotado en 50 millones de euros; y para que se ponga en marcha, de forma urgente, la Mesa científico - técnica para el plan de desescalada del ocio nocturno, "que no puede estar sometido al ostracismo eternamente".
"No vamos a parar hasta que se haga justicia con nuestro sector. Si no nos dejan trabajar, deben compensarnos económicamente por ello. De estas facturas, que no podemos pagar y que hoy hemos quemado y cuelgan de las tiendas de campaña, dependen nuestra familias y las de nuestros trabajadores y trabajadoras".