VALÈNCIA. Esta misma semana se hizo público un informe de la Cámara de Contratistas de la Comunitat (CCCV) que apuntaba a un desplome de la licitación de obra pública en la Comunitat Valenciana en los primeros meses de este año 2019, una situación que preocupó al recién nombrado conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, quien no tardó en reunirse con los contratistas y trasladar su inquietud el Ministerio de Fomento.
El documento indica una bajada del 77% de las inversiones del Gobierno en obra pública en la región en el primer trimestre de 2019 en comparación al mismo periodo del año anterior: de 94,94 millones de euros a 21,87 millones. También descienden las de la Generalitat en un 57%, mientras las de las administraciones locales suben un 136%. Pero ¿cómo ha sido la evolución de la licitación de obra pública en la Comunitat en los últimos diez años?
Los años 2006 y 2007, previos al estallido de la crisis, fueron los de mayor actividad con licitaciones de obra pública superiores a los 4.000 millones de euros, pero una vez llegó la recesión económica los valores fueron cayendo paulatinamente hasta quedar por debajo de los 500 millones. A lo largo de estos años han sido las administraciones locales las que han mantenido el esfuerzo inversor llegando a ser en ciertos periodos los que más licitaban. Según los contratistas, la caída estimada entre el periodo 2007-2018 ha sido del 71%, una merma de 3.500 millones de euros.
En el año 2008, el montante delas licitaciones públicas ascendía a 3.380,74 millones de euros, de los que la administración central había aportado el grueso: 2.040,61 millones; la autonómica, 858,43 millones y la local 481,7 millones. Un año más tarde, caería en más de 300 millones hasta los 3.042,54 millones, una cifra que pudo mantener los niveles anteriores por la inversión de la administración local que rozó los 1.210 millones de euros, superior a la aportación del Estado que fue de 1.154,5 millones, mientras que la Generalitat concedió 678,43 millones.
Ya en 2010 se produce una caída del 35% en la licitación hasta los 1.950,73 millones debido a la situación económica en el país. De hecho, el Gobierno únicamente aportó ese año 408,5 millones, la Generalitat unos 610 millones y la administración local 931,25 millones. Los siguientes ejercicios se mantuvo la tendencia a la baja llegando a los 476,7 millones en el año 2012, mientras que en 2013 y 2014 hubo un repunte de más del 23% con cifras por encima de los 500 millones.
El mínimo histórico en la serie llegaría en 2015 con la cifra de 432,7 millones en licitación de obra pública, según los datos, que arrojan que prácticamente la inversión de las tres administraciones se mantuvo en los 140 millones de euros. En los años posteriores repuntó. Así, 2016 cerró con 600 millones; 2017 con 816,180 millones y 2018 con 1.415,8 millones, volviendo el Estado a aportar cifras por encima de los 670 millones de euros.
En total y a lo largo del periodo comprendido entre 2006 y 2018, la administración central ha aportado 9.677,26 millones, el 30'6% del total; la autonómica 7.546,17 millones, el 23,88% y la local 14.370,45 millones, el 45,52%, según los datos de la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana.
En los primeros cuatro meses de 2019, entre Generalitat y Gobierno han licitado 116,8 millones. En concreto, desde el Estado se han aportado 26,249 millones, de los 2.227,519 que ha licitado hasta abril, lo que supone el 1,18% del total. De esa cantidad, Fomento ha aportado 20,9 millones de los 1.958,7 licitados en estos primeros meses de 2019.
Por su parte, el Consell en el primer cuatrimestre del año ha licitado 90,611 millones, un 35,5% menos que los 140,514 millones licitados en el mismo periodo de 2018.
