Un penalti del ex amarillo Eric Bailly en una pugna con Pau Francisco Torres metieron a los españoles en el partido en el minuto tres del añadido.
MIYAGI(JAPÓN) (EFE). En el minuto 90+1 del tiempo reglamentario España estaba fuera de los Juegos Olímpicos tras el gol de Max Gradel para Costa de Marfil que ponía un 1-2, pero Rafa Mir se encargó de igualarlo en el m.93. Forzó la prórroga, donde España no tuvo piedad y al son de El demonio, como le apodan al actual delantero del Wolverhampton, se metió en semifinales (5-2).
España ya sabía que jugaba bien al fútbol, pero este sábado necesitó de épica para meterse en las semifinales de los Juegos Olímpicos tras una victoria frente a Costa de Marfil (5-2) que llegó en la prórroga y después de que en el primer minuto de añadido del tiempo reglamentario se viera eliminada, con el 1-2 de los africanos, hasta que en el m.90+3 Rafa Mir se inventó un empate que en el tiempo extra haría bueno Oyarzabal desde el punto de penalti tras una mano del ex del Villarreal Eric Bailly al saltar con el groguet Pau Torres en una pugna por un balón aéreo.
Dos minutos fatídicos nada más arrancar el partido ya pusieron contra las cuerdas a España. Óscar Mingueza se marchó del terreno de juego en el m.8 tras recaer de la lesión muscular en la parte posterior del muslo izquierdo que sufrió en el debut contra Egipto. No se forzó su vuelta, todas las pruebas eran positivas y entrenó tres días con normalidad, pero su musculatura no aguantó el primer esfuerzo.
En la primera acción tras el cambio, en el que tuvo que entrar Jesús Vallejo otra vez reconvertido a lateral derecho con Óscar Gil fuera por sanción, Eric Bailly se coló a los dos centrales españoles e hizo el 0-1. Dos goles encajados en los Juegos Olímpicos y los dos a balón parado.
Esto despertó a un público japonés, con varias banderas y atuendos con los colores de España, que no hacía el más mínimo ruido. Había 5.000 presentes en el estadio y el silencio era idéntico al que, por desgracia, nos hemos acostumbrado en la vuelta del deporte tras la pandemia.
Eso sí, el equipo que dirige Luis de la Fuente tardó más en despertar y sufrió con las acometidas por banda de la selección africana, que se fue al descanso con tres (1-4) tiros más entre los tres palos; algo poco habitual en lo que llevamos de torneo.
España se acercaba, pero no le salía nada. Centros defectuosos y sin encontrar a Pedri entrelíneas, hasta que apareció la suerte que fue esquiva al comienzo. Centro de Mikel Merino para la internada por izquierda de Dani Olmo a la que, a priori, llegaba sobrado Wilfried Singo, pero se excedió en la confianza y cedió flojo el balón con el pecho hacia su portero, dejando un balón muerto que no desperdició Olmo para el 1-1 en el m.30.
A pesar de esto, las dudas atrás continuaron y Unai Simón estuvo seguro y sacó a córner un duro disparo de Dao en el m.35. Siete minutos más tarde pudo llegar la remontada, pero el VAR anuló por un claro fuera de juego el gol anotado por Mikel Oyarzabal.
Esta decisión no hizo que decayera el ímpetu de España, pero sí que se fue apagando por momentos según pasaban los minutos. Marco Asensio pudo poner el 2-1 en el m.55 con un disparo que sin embargo se marchó a la cruceta derecha de la portería en la que fue la ocasión más clara hasta que en el m.88 el portero Eliezer Ira Tape le ganó un mano a mano a Oyarzabal.
El partido parecía encaminado a la prórroga y así fue, pero antes el destino tenía preparado un final de infarto. Max Gradel anotó para Costa de Marfil el 1-2 en el primer minuto de añadido del tiempo reglamentario en un disparo dentro del área que tocó en Jesús Vallejo y despistó a Unai Simón.
Fiesta en el equipo africano que Rafa Mir se encargó de apagar solo dos minutos después. Tras jugar solo los últimos instantes en los partidos previos, Luis de la Fuente recurrió al único ‘9’ en la lista para solucionar la papeleta. Y lo hizo. Se inventó un disparo en área pequeña usando su cuerpo y aprovechando otro error defensivo de Costa de Marfil, esta vez de Dabila. Jarro de agua fría en el m.93 e inyección de moral para España.
El tiempo de descanso antes de la prórroga fue premonitorio de lo que se vino después. Ningún jugador español se sentó sobre el césped del Miyagi Stadium, mientras que los costamarfileños sí lo hicieron mientras aprovechaban para pedir líquidos y estiramientos a sus compañeros y cuerpo técnico.
El físico se acabó y los de Luis de la Fuente lograron ponerse por delante gracias a un penalti por mano de Eric Bailly al saltar con Pau Torres en la pugna por un balón aéreo. Tres minutos tardó en dirimir el colegiado venezolano Jesús Valenzuela, viendo la acción en la pantalla del VAR, que era pena máxima. Y Mikel Oyarzabal, un experto desde los 11 metros, no perdonó en el m.97.
Rafa Mir anotó dos goles más en la prórroga, ya con el partido agonizando, y España logró un pase a las semifinales que no lograba en competición de fútbol Olímpica desde Sídney 2000.
-Ficha técnica:
5 – España: Unai Simón; Óscar Mingueza (Vallejo, m.9), Eric García, Pau Torres, Miranda (Cucurella, m.106); Zubimendi (Moncayola, m.106), Mikel Merino (Rafa Mir, m.90+2); Asensio (Bryan, m.67), Pedri (Carlos Soler, m.102), Olmo; y Oyarzabal.
2 – Costa de Marfil: Tape; Singo, Bailly, Dabila, Diallo; Timite (Diallo, m.63) Kouassi (Kouao, m.114), Kessie, Gradel; Kouame (Keita, m.90) y Dao.
Goles: 0-1, min. 10: Bailly. 1-1, min.30: Dani Olmo. 1-2, min.90+1: Gradel. 2-2, min.90+3. 3-2, min.97: Oyarzabal (penalti). 4-2, min.117: Rafa Mir. 5-2, min.120: Rafa Mir.
Árbitro: Jesús Valenzuela (Venezuela) amonestó a Dani Olmo (m. 69), Eric García (m.77) y Carlos Soler (m.114) por parte de España y a Dabila (m.72) en Costa de Marfil.
Incidencias: Partido de cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio disputado en el Miyagi Stadium con aforo limitado de 5.000 espectadores debido a la pandemia del coronavirus