entrevista

Raúl Aznar (Aznar Patrimonio): "Esta pandemia es lo más cercano que he estado de un conflicto bélico"

19/04/2020 - 

VALÈNCIA. Raúl Aznar, fundador de la EAFI unipersonal del mismo nombre, de Aznar Patrimonio y de la plataforma para minoristas Finline, es el invitado en este espacio de entrevistas que ha puesto en marcha este diario para conocer la visión de los financieros valencianos en estos tiempos de confinamiento.

A continuación la charla mantenida con Raúl Aznar, que atendió amablemente la llamada de Valencia Plaza, donde no solo habla de cómo está llevando este 'retiro forzoso' sino también cómo ve la marcha de los mercados y las economías; además de ofrecer su recomendación de cómo debe actuar todo aquel inversor que se precie de serlo.

-¿Qué tal está llevando estas semanas de confinamiento?
-Las semanas de confinamiento las estoy llevando con altibajos. Hay días que me siento afortunado por tener salud y unas condiciones de vida privilegiadas y otros días estoy apesadumbrado por la situación. Al principio, no tenía casos de contagios cercanos, pero, conforme han pasado las semanas, esos casos se ha materializado y me ha dejado 'tocado'. No he vivido una guerra, pero, creo que esta pandemia es lo más cercano que he estado de un conflicto bélico. 

-¿Y las semanas que nos esperan?
-Las semanas que nos esperan siento que las voy a vivir con la incertidumbre de saber cómo saldremos económicamente de esta crisis. Incertidumbre es una palabra que a muy pocas personas le gusta escuchar, pero, es un momento de aprendizaje, reflexión y cambio. Un periodo de oportunidad, de 'vasos medio llenos'. Para mi van a ser semanas de mucha lectura sobre la materia, acelerar esos proyectos que están esperando y seguir disfrutando de la familia. Se me va a hacer corto.


-¿Cómo se organiza para seguir al pie del cañón?-Me despierto a la misma hora que lo hacía antes de confinarnos, hago un poco de ejercicio, desayuno y ducha. Durante la primera hora, organizo las tareas de mis hijos, 5 y 7 años, si me toca ese día. Tanto mi mujer, como yo, estamos desempeñando labores en actividades esenciales. El resto de la mañana estoy con un ojo puesto en el ordenador y otro en los hijos, con llamadas continuas a clientes, al equipo y a gestores. A mediodía, comer y volver al trabajo para, a mitad tarde, jugar a algún juego de mesa con los pequeños. La jornada acaba con un poco más de trabajo, cena y capítulo de la serie del momento.

-¿Cómo está respondiendo Aznar Patrimonio ante la crisis sanitaria?
-Todo el equipo está al pie del cañón y en continuo contacto con los clientes. Operativamente, no hemos notado cambio en el servicio que prestamos, pese a que se ha incrementado considerablemente el nivel de exigencia. Desde el principio, apostamos por la digitalización y la flexibilización horaria y del lugar de trabajo, entre otras cuestiones, elementos clave de una organización empresarial actual. Estamos viendo que esta estrategia tiene muchos beneficios cuando tienes que teletrabajar.

-Y sin parar de leer informes...
-Así es. Ante la crisis sanitaria, estamos dedicando mucho tiempo a formarnos un criterio, una tesis de inversión. Leemos y documentamos todos los informes de gestoras y banca de inversión que cae en nuestras manos. Es un ejercicio titánico, ya que recibimos una media de cinco informes diarios que van desde lo que pasó el día anterior hasta lo que pasará dentro de dos años. De todos estos informes obtenemos valiosa información, la cual nos ayuda a explicar a nuestros clientes lo que ha pasado y a plantear escenarios futuros. Sólo con una opinión crítica y fundada podemos prestar el mejor servicio, un servicio que, como ya he dicho en anteriores ocasiones, tiene un alto porcentaje de adivinación.

-¿Recibe muchas llamadas estos días de clientes ante las sacudidas en los mercados y qué les trasladan?
-La primera semana de confinamiento, recibimos muchas llamadas. Fueron días de mucha tensión y había mucho nerviosismo. A partir de la segunda semana, empezamos a llamar nosotros a los clientes. La recuperación de los mercados financieros ha sido también fuerte y ha templado el pánico inicial. Estamos trasladando mensajes tranquilizadores de paciencia, confianza y oportunidad. Todo apunta a que los mercados recuperarán en un corto espacio de tiempo, así que esperar y ver es una buena estrategia. No es la primera crisis que pasamos, ni será la última. Tenemos la suerte de haber tenido posicionadas las carteras de los clientes con mucha liquidez, un activo muy valorado ahora, en espera de buenas oportunidades.


-¿Qué recomendaciones les da?
-Aquellos que tienen un perfil más conservador, estamos manteniendo las posiciones de liquidez y apostando un porcentaje muy pequeño a renta variable. En el caso de clientes más arriesgados, estamos entrando escalonadamente en renta variable, a través de fondos de inversión y de una selección de valores.

-¿Dónde se van a frenar los descensos en bolsa tras las medidas adoptadas por los grandes bancos centrales?
-Aún queda mucha tela que cortar, así que no puedo dar una cifra concreta. Como decía Warren Buffet, “lo único que puedo afirmar es que esto se va a mover mucho”. Tras la resolución de la crisis sanitaria, vendrá la crisis económica, que estamos seguros de que va a venir. Hasta no conocer la dimensión de esta, no sabremos donde está el suelo de los mercados financieros. Han surgido riesgos que antes estaban latentes y el grado de probabilidad de ocurrencia era bajo.

-¿Atisba una fuerte recuperación económica una vez pase el ‘efecto coronavirus’?
-No creo que haya una fuerte recuperación económica cuando pase el ‘efecto coronavirus’ porque, como he dicho anteriormente, aún nos queda por conocer la dimensión de la crisis económica. Habré que estar muy atentos a los datos macroeconómicos del segundo trimestre.

-Por último, ¿nos queda mucho para seguir en esta situación?
-En Wuhan han estado 72 días confinados, nosotros sólo llevamos un mes. Si queremos hacer las cosas bien y sin ánimo de suplir la labor de los expertos en la materia, deberíamos aún estar otro tercio del tiempo, hasta el 26 de abril, confinados en los términos que estamos ahora, sólo actividades esenciales y todos en casa. A partir de ahí, debería levantarse las restricciones paulatinamente y en función de los datos de contagios por prueba realizada. Todo dependerá del número de pruebas que se hagan.

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