Por un camino rural se encuentra el restaurante Cala Bonita, en Ibiza, un secreto que solo los isleños conocen pero que hoy vamos a compartir contigo porque debes ir y disfrutarlo también.
VALÈNCIA. Si estás en Ibiza, olvídate de ir a los restaurantes mainstream atestados de gente, de compartir las mismas experiencias que todo el mundo, de vivir la isla de forma mediocre. Hay una cala en la isla balear que debes visitar y seguro que nadie te ha hablado de ella, como tampoco de su restaurante. Y es normal: son dos de los tesoros mejor guardados de Baleares.
Pero aquí, como somos generosos y nos gusta compartir, te lo vamos a contar. Se trata de cala de s’Estanyol (Jesús), y del restaurante que la habita, llamado Cala Bonita. Un enclave maravilloso donde se puede disfrutar de unas fantásticas vistas y de una comida deliciosa. Estar allí es como salir del mundanal ruido y sentirte en un oasis de relajación. Puro sabor ibicenco y mediterráneo que harán las delicias de mayores y pequeños, pues el restaurante Cala Bonita cuenta con zona infantil y actividades para los más pequeños, lo que puede dejar a los padres disfrutar como sólo ellos saben.
Este restaurante también es ideal para parejas, por su evidente halo romántico que lo envuelve, y para amigos o compañeros de trabajo. De hecho, Cala Bonita cuenta con un servicio de eventos, que permite reservar una zona del local, en el que caben, por cierto, 160 personas.
Una de las cosas que hace del restaurante Cala Bonita una maravilla es precisamente la cala donde está ubicado. En plena cala de s’Estanyol (Jesús), una de las más tranquilas de Ibiza, este restaurante de playa hace las delicias de todos sus visitantes.
Desde 2016, Cala Bonita acoge a todo aquel que conoce este secreto ibicenco, que ha ido pasando de boca en boca por la isla, razón que explica por qué es necesario reservar antes de ir: suele estar a tope. Ahora, con las restricciones, son más estrictos con el aforo, así que no te olvides de llamar o buscar un hueco en su web antes de ir. De lo contrario, acudirás, verás lo maravilloso que es y, si no hay hueco, te llevarás una enorme desilusión.
Otras de las bazas del restaurante de playa Cala Bonita son evidentemente, sus instalaciones y carta. Su terraza, orientada al mar, es uno de los mayores atractivos de este chiringuito romántico, así como su estilo mediterráneo y gastronomía sencilla y de calidad.
Los platos corren a cargo de un chef de prestigio que va rotando cada temporada, para que aquellos que van durante todo el año puedan saborear distintos toques en la cocina. Ya se sabe: al final cada chef le da su toque personal a cada obra.
Su carta se compone, principalmente, de pescados (pide lubina, una maravilla, y ceviche) y mariscos recién pescados, arroz (destaca el de bogavante), cócteles y postres caseros alabados por los expertos culinarios. Si eres más de carne, el solomillo con patatas y espuma de trufa te encantará, así como la ensalada de burrata para acompañar.
En 2016, Antonio Oliveró creó el restaurante Cala Bonita y puso al frente de sus cocinas a Pau Barba y Brian Olocco, para los cuales lo principal es la calidad de la comida y el trato con los clientes.
Lo más agradable de comer en este chiringuito tan especial es que puedes pedir la comida y te la llevan donde quieras. Por ejemplo, prefieres estar en la playa en vez de en el restaurante: no pasa nada, el equipo servirá lo que pidas directamente en tu toalla. Lo mismo ocurre si estás en un barco: allí te llevarán lo que solicites.
Todo esto, además, aderezado con música en directo de un Dj residente. Poco más que añadir. Las fotos, además, hablan por sí solas. Si vas a Ibiza, es pecado no acudir a Cala Bonita, te lo aseguramos.
En verano se puede comer todos los días de 13 a 18:30 horas. En julio y agosto amplían hasta las 21 horas. En invierno, de miércoles a domingo de 11 a 17 horas. Es imprescindible la reserva, que se puede hacer en su web.
En cuanto a la ubicación, por el camino al pueblo de Jesús hay que girar a la derecha cuando hasta la iglesia y luego seguir recto hasta un campo de fútbol. Coger el desvío que hay ahí y seguir recto hasta que veamos el cartel de Cala Bonita. Si no te aclaras, siempre tienes Google Maps.