El Puerto selecciona la oferta de MSC con el voto en contra de Ribó
El Puerto selecciona la oferta de MSC con el voto en contra de Ribó
VALÈNCIA. Joan Ribó certifica su frontal rechazo a la ampliación del Puerto de Valencia sin una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Su voto en contra de la aceptación de la oferta de MSC para invertir más de mil millones en una nueva terminal de contenedores, sumado al anuncio de la presentación de alegaciones por parte del Ayuntamiento de València y la amenaza de judicializar el concurso suponen su primer posicionamiento en contra tras cuatro años como consejero de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV).
El consejo de administración de la APV aprobó este viernes, con el único voto en contra del alcalde de València, seleccionar la oferta de MSC, la única presentada, y dar inicio al expediente para continuar con el proceso de adjudicación. Ribó justificó su oposición ante la negativa del resto del consejo de dejar en suspenso el proceso a la espera de que el Ministerio de Transición Ecológica determine si se necesita renovar la DIA vigente, un hecho que le llevó a votar en contra por "obligación" y para no "cerrarse ninguna puerta" de cara a una demanda posterior.
Sin embargo, a juzgar por la estrategia seguida durante el tiempo del que forma parte del órgano de decisión del Puerto, especialmente los últimos meses, su oposición podría considerarse novedosa. De hecho, el alcalde de València ha tenido al menos dos oportunidades para manifestar la postura que defendió este viernes.
El Puerto selecciona la oferta de MSC con el voto en contra de Ribó
La primera fue el pasado mes de octubre, cuando se entregó en el consejo de administración el borrador de los pliegos para la convocatoria del concurso de selección del inversor. La segunda fue en la reunión del mes siguiente, cuando los consejeros de la APV dieron luz verde a los los pliegos definitivos para el concurso de construcción de la que va a ser la cuarta terminal de contenedores del Puerto de Valencia y el Plan de Empresa de 2019.
Meses antes de que se aprobaran, como parte de los trabajos para preparar la documentación del concurso, los técnicos de la APV realizaron un estudio sobre la necesidad de tramitar una nueva DIA. La evaluación ambiental que engloba el proyecto de la ampliación se concedió en 2007 y sigue vigente, pero el alcalde de València considera que debe renovarse porque desde entonces el proyecto ha sufrido modificaciones "sustanciales".
El estudio de los técnicos de la APV, según explicó este viernes el presidente de la APV, Aurelio Martínez, concluyó que no era necesario renovar la declaración ambiental porque los cambios son "exclusivamente interiores" a los diques de abrigo ya ejecutados y que el consumo de recursos naturales y el impacto sobre el medio eran inferiores respecto al proyecto original. Dado que "ninguno de los supuestos de la ley nos exige una nueva DIA", la APV siguió adelante con la preparación del concurso con el aval de Puertos del Estado, que certificó el informe de los técnicos de la APV de mayo de 2018.
Ribó sabía desde mayo de 2018 que la APV no iba a pedir una nueva DIA
Martínez explicó que el alcalde de València posee este informe desde entonces porque la APV lo llevó a la comisión puerto–ciudad de la que forman parte el propio Joan Ribó y Aurelio Martínez. Pese a conocer desde entonces el criterio de la APV, el alcalde no se manifestó en contra ni en el consejo de octubre en el que se aprobó en borrador del concurso ni en el de noviembre en el que se convocó formalmente el mismo con el acuerdo de publicación de los plenos.
El alcalde tampoco ha ejercido desde entonces la vía judicial tal y como sí hizo otro de los potenciales licitadores, Noatum, que presentó un contencioso-administrativo al impugnar impugnación la resolución del consejo de administración de la APV celebrado el 23 de noviembre de 2018.
Preguntados por este periódico, los portavoces de la APV no pudieron precisar si el alcalde de València asistió a esa sesión del consejo ni si delegó el voto, pese a disponer como el resto de vocales del orden del día en el que figuraban los puntos a votar. Fuentes del consejo consultadas por Valencia Plaza explicaron que Ribó no suele asistir a las reuniones, pero que nunca hasta ahora había votado en contra del resto de consejeros, ni directamente ni por delegación.
Por lo tanto, el alcalde de València ha tenido al menos dos ocasiones para manifestar la postura de responsabilidad con los intereses medioambientales de la ciudad sobre la que ahora sustenta su rechazo. Sin embargo su voto en contra del inicio del expediente ha llegado cuando la APV tiene ya encima de la mesa una oferta superior a los mil millones de euro, una circunstancia que ha provocado la indignación de los responsables del Puerto porque, a su juicio, se pone en peligro la inversión de mil millones y la creación de 3.000 puestos de trabajo.
"No nos oponemos, pero queremos que se haga bien, con una revisión de los posibles impactos ambientales. Tengo un informe jurídico del secretario del Ayuntamiento que dice que es necesaria nueva DIA", explicó Ribó a su salida de la reunión del consejo celebrada este viernes.
El alcalde no aportó al consejo el informe jurídico elaborado por el secretario del Ayuntamiento de València en el que se argumenta la conveniencia de renovar la DIA original porque "aumenta el volumen de dragado y hay un indudable impacto sobre la movilidad y en la calidad de la atmósfera porque se duplica el número de TEU".
Sin embargo, el alcalde afirmó que entregará el documento al resto de vocales de la APV. Lo hizo cuando el representante de Puertos del Estado le instó a facilitar el informe sobre el que basó su argumentación a favor de un nuevo examen ambiental. Tanto Puertos del Estado como la Abogacía del Estado manifestaron que no existían "dudas jurídicas" al respecto, por lo que sí votaron a favor de la selección de la única oferta presentada.
Con todo, defendió que su anuncio de alegaciones y la posibilidad de recurrir el acuerdo de este viernes no genera "inseguridad jurídica" en MSC. De hecho, consideró que MSC, con quien dijo no haber hablado, entenderá que la tramitación del concurso pueda retrasarse unos meses si se tiene que tramitar una nueva evaluación ambiental.
La oposición que muestra ahora Ribó, que él mismo calificó de "simbólica" por la coincidencia con el día en el que se celebra la huelga del clima, también es novedosa atendiendo a sus movimientos en el propio Consistorio.
Tal y como publicó este periódico, el Gobierno municipal que él encabeza echó atrás en abril una moción de València en Comú que pedía exactamente que se realizara una evaluación ambiental antes de iniciar la adjudicación de las obras.
La entonces portavoz de ese partido, María Oliver, registró una moción para el último pleno de la legislatura, el 25 de abril, en la que solicitaba a la Autoridad Portuaria que pidiera una nueva "Evaluación de Impacto Ambiental antes de adjudicar el concurso para la construcción y explotación de la nueva terminal de contenedores de la ampliación norte del puerto de València".
La moción fue retirada y no llegó a debatirse en el pleno, oficialmente para no alargarlo. En realidad, se retiró por discrepancias en el seno del Gobierno que compartían Compromís, PSPV y València en Comú. La cercanía de la doble cita electoral y la polémica en la que se vio inmersa Ribó por no exigir al puerto la reversión completa de la ZAL desaconsejaban no sacar a la palestra el asunto de la ampliación.
La moción, por lo tanto, se retiró y María Oliver llevó su propuesta a su programa electoral. No así Joan Ribó, que en las 102 páginas de su programa para las municipales no recogía ninguna alusión a la ampliación del Puerto de València proyectada desde hace al menos doce años.