CASTELLÓ. Luis Rubiales finalizó este jueves la ronda de reuniones telemáticas con los clubes de Segunda B y las federaciones territoriales del país. La secuencia de encuentros virtuales estaba prevista en su totalidad para el miércoles, pero las impertinencias de la tecnología le obligaron a interrumpir las conversaciones que estaba manteniendo con los representantes de Baleares y reanudarlas 24 horas después.
Ese día, el presidente de la Federación Española (RFEF) fue reacio a concretar posibles alternativas en caso de no poder programar el play off express que viene ideando desde hace varias semanas para resolver los ascensos a Segunda. Pero al día siguiente fue más claro en sus propósitos y reveló que el plan B sería el ascenso directo de los primeros de grupo, lo que significaría el regreso del Castellón al fútbol profesional.
Así lo afirmó el presidente de la federación balear, Miquel Bestard. “Nos ha dicho (Rubiales) que, en caso de que no se pueda jugar nada, lo lógico es que asciendan los equipos que tengan mejor puntuación”. En ese supuesto, los beneficiados serían Atlético Baleares, Logroñés, Cartagena y Castellón, que lideran sus respectivos grupos tras 28 jornadas disputadas.
Las palabras del dirigente territorial corroboran las manifestaciones que Rubiales había realizado con anterioridad en la televisión pública de Baleares, reconociendo que, ante una posible suspensión, “tendríamos que contemplar los méritos deportivos en el momento en que se ha terminado”.
De todas formas, la primera intención de la RFEF sigue siendo la organización de una promoción en formato reducido que dé cabida a los cuatro mejores equipos de cada grupo. Pero ese proyecto sigue sujeto a las directrices de las autoridades sanitarias y al cumplimiento de unos protocolos de regreso a la actividad que aún no se han concretado.