VALÈNCIA. La Conselleria de Sanidad está en proceso de recuperar la actividad quirúrgica en los distintos departamentos del sistema de salud valenciano que fue paralizada el pasado mes marzo tras decretarse el estado de alarma. La lista de espera sigue creciendo y empieza a ser necesario retomar operaciones y consultas para tratar las patologías de la población fuera del Covid-19 y las urgencias.
Con este fin, el departamento de Ana Barceló remitió esta semana a las gerencias de las áreas de salud un documento de 56 páginas bajo el título 'Recomendaciones para la estrategia de transición hacia una nueva normalidad en la atención primaria y atención hospitalaria'. Una especie de guía para la desescalada sanitaria que, sin embargo, duró poco: apenas un día después desde la conselleria se comunicaba la retirada del mismo. Para justificar su anulación, desde Sanidad apuntaron a la detección de "varios errores de importancia" en el texto, por lo que emplazaron a los remitentes a la recepción de una nueva versión. Sin embargo, nadie dio una explicación de cuáles eran esos errores para poder continuar con la planificación.
Tampoco lo hizo la consellera de Sanidad, quien fue preguntada este jueves en rueda de prensa. Así, se refirió al texto como un"documento de trabajo que probablemente se remitió por error", por lo que sembró mayores dudas sobre el contenido de lo remitido, más aún cuando fuentes de algunos departamentos admitieron que habían transmitido sus dudas respecto a la idoneidad de algunas medidas planteadas.
Una de las cuestiones que llama la atención dentro del documento es el apartado referido a la derivaciones sanitarias. En éste, textualmente, se apunta a "suspender las derivaciones a centros privados, salvo necesidad justificada, para: Hospitalización no Covid y Actividad quirúrgica". Este tipo de derivación se estaba llevando a cabo durante la pandemia sobre todo para cuestiones inaplazables como operaciones urgentes, partos o atención oncológica. Esto significaría que, de ser correcta esta parte, se caminaría hacia una reducción de las derivaciones a la privada.
Una decisión cuanto menos extraña dado la larga lista de espera quirúrgica que existe en la actualidad y que sobrepasa los cuatro meses para algunas especialidades debido al parón provocado por el coronavirus. Además, los hospitales privados, que en circunstancias normales ya recibían derivaciones de planes de choque, han estado dos meses sin prácticamente actividad al tener que vaciarse y quedarse a disposición de la sanidad pública ante una posible saturación de ésta.
El documento también menciona la recuperación progresiva de las consultas externas y la recuperación de la actividad quirúrgica en la sanidad pública, empezando en las unidades de cirugía mayor ambulatoria al tener áreas
diferenciadas con quirófanos y URPA independientes del bloque quirúrgico general y sus pacientes no precisan UCIs. Otras medidas que, según fuentes sanitarias, generan ciertas dudas en algunos departamentos al considerar que si se reabren las consultas externas pero no existe un ritmo adecuado en las cirugías y en las derivaciones al sector privado de actividades quirúrgicas, el sistema estaría abocado a un mayor engordamiento de las listas de espera.
Un mar de dudas fruto de otro traspiés de la conselleria en materia de comunicación -en este caso interna- y que ha generado no poco debate en los departamentos, que esperan el documento definitivo y sin errores para disponer de un marco de actuación desde la máxima autoridad autonómica.