Los reguladores bancarios y las autoridades europeas abogan por promover las fusiones transfronterizas de entidades financieras en el Viejo Continente
MADRID. El ir y venir del 'Deutschmerz' -por aquello de la fusión que siguen estudiando Deutsche Bank y Commerzbank- ha puesto en primer plano el tema de la consolidación bancaria. Los reguladores bancarios y las autoridades (BCE, FMI, EBA...) consideran que la fragmentación nacional y la rentabilidad inferior a la media han hecho que el sector bancario europeo no esté suficientemente equipado para financiar el crecimiento de la economía real. Las fusiones transfronterizas crearían campeones paneuropeos, pilares financieros del tan ensalzado mercado único.
Los 'megabancos' europeos supuestamente mostrarían una sólida rentabilidad, defenderían su territorio nacional y harían frente a los principales bancos de Estados Unidos o, en el futuro, a los grandes bancos chinos. A nivel paneuropeo, los supervisores creen que su papel, como pilar básico de la Unión Bancaria, estaría protegido contra la interferencia nacional si tuvieran más grupos paneuropeos que supervisar.
Pero la única razón válida para una fusión transfronteriza sería si una entidad que ya tiene presencia en el mercado de otra puede alcanzar una masa crítica en cuanto a posicionamiento en dicha región, gama de productos y eficiencia de costes. La rumoreada combinación UniCredit-Commerzbank apunta en esta dirección.
Más allá de eso, los inversores de crédito deben ser cautelosos. He aquí seis razones:
Sam Theodore es director de investigación de crédito deScope Insights
A juicio del analista, la banca española está dando un paso atrás en su modelo geográfico donde muchas entidades vendido sus filiales en determinados países
Un hecho positivo para países como Italia, España y Alemania donde la banca se caracteriza por estar muy fragmentada o tener redes de sucursales muy densas