VALÈNCIA. La Comunitat Valenciana se encuentra muy lejos de recobrar la normalidad tras 16 días de las duras restricciones implantadas por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el pasado 21 de enero. Cierre total de la hostelería, prohibición de reuniones de no convivientes, clausura de instalaciones deportivas, limitaciones a los establecimientos comerciales y el cerco a la movilidad para las grandes ciudades en fin de semana fueron algunas de las medidas adoptadas, además del ya sempiterno cierre perimetral.
Pese a que los números siguen siendo terribles, sí empieza a observarse alguna leve mejoría en aspectos relacionados con los contagios y con la presión hospitalaria, aunque vuelve a evidenciarse la lentitud con la que descienden las cifras en comparación del ascenso vertiginoso de las tres primeras semanas de enero. No obstante, los números positivos quedan absolutamente oscurecidos por el registro de fallecidos de esta semana, el más duro junto al de la pasada desde el inicio de que comenzara la pandemia.
Según los datos de la conselleria, desde el lunes, 481 personas perdieron la vida en la Comunitat Valenciana a causa del coronavirus. Desde que se impusieron las nuevas medidas el 21 de enero, se han producido 1.434 muertes por la pandemia. De la misma manera, los ingresos en UCI por covid se mantienen muy altos: 632 pacientes, con un 59% de unidades de críticos ocupadas por personas a causa del virus.
Ahora bien, el clavo donde agarrarse viene marcado por el descenso de contagios y, por tanto, de incidencia acumulada, además de por la bajada de ingresos. La evolución lógica tras la explosión de casos positivos en las tres primeras semanas de enero -con medias de más de 5.000 contagios diarios y varios días rozando los 10.000- era la del incremento de ingresos y, con ello, el colapso de las UCI y el ascenso de fallecimientos.
El descenso de casos detectados esta semana, de mantenerse, debería ir aplanando poco a poco el resto de indicadores los próximos días; aunque no apunta a ser un proceso rápido dado que las cifras de exposición todavía son muy altas. Ello, si prosiguen las restricciones y unido al incremento de las vacunaciones tras el parón por la falta de envíos de Pfizer, podría mejorar la situación de cara a la segunda mitad de febrero.
Así pues, atendiendo a los datos facilitados este viernes, la incidencia de contagios por cada 100.000 habitantes se sitúa en la Comunitat Valenciana en 1.190, todavía la más alta de España. Un dato preocupante pero notablemente alejado del marcado el pasado 27 de enero cuando el indicador se situaba en 1.459, récord hasta ahora en toda la pandemia.
En cuanto a la incidencia a siete días, la autonomía se sitúa en 414 casos, tercera más alta del país, mientras en la fecha citada anteriormente se encontraba en 579.
En lo que se refiere a ingresos hospitalarios, este viernes se descendió de los 4.000 (3.993) concretamente, pese a que el lunes 1 de febrero se situaban en 4.657. No se bajaba de esa barrera psicológica desde el pasado 20 de enero.
La coincidencia en el total de personas fallecidas comunicado por el Ministerio de Sanidad y la Conselleria solo ha durado un día. Este viernes, los dos departamentos volvieron a dar una cifra distinta sobre el número de muertos diarios a pesar de que el boletín del Ministerio se nutre de los datos que le pasan las comunidades.
Así, la Conselleria de Sanidad cifró este viernes en 99 las muertes diarias por covid, mientras que el Ministerio reportó 119 en el mismo periodo. Esto ha provocado que de nuevo exista una diferencia notable en el balance de decesos en la Comunitat provocados por la pandemia.
Si este jueves ambas administraciones situaban esa cifra en 5.184 fallecimientos, este viernes eran 5.283 según la Conselleria de Sanidad y 5.303 según el Ministerio.