VALÈNCIA. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, confía en conseguir un "gran acuerdo" en el seno del Gobierno valenciano para que todos los consellers se comprometan a aplicar retenciones de crédito en sus respectivos presupuestos que permitan a la Generalitat reducir en alrededor de 500 millones los gastos previstos hasta final de año.
El departamento que dirige Soler analizó de manera bilateral en julio con las diferentes consellerias el estado de la ejecución presupuestaria para analizar los gastos no comprometidos a estas alturas del ejercicio y decidir su pueden ser trasladados al próximo año.
SOLER DEFIENDE QUE LAS RETENCIONES DE CRÉDITO SON LA MEDIDA "MENOS TRAUMÁTICA" PARA LAS CONSELLERIAS
Estas retenciones de crédito son la medida "menos traumática" para conseguir el ahorro que exigen tanto el Ministerio de Hacienda como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), con los que el Gobierno valenciano está intercambiando información sobre estas medidas de ajuste que posteriormente ambos organismos tendrán que validar. Los ajustes estarán recogidos en el Plan Económico Financiero (PEF) para el periodo 2019-20 que la Comunitat tiene que enviar al Ministerio de Hacienda en las próximas semanas.
Según explica Soler a este periódico, se trata del camino menos doloroso para conseguir un ahorro inevitable porque el hecho de que el Gobierno central esté en funciones y con los Presupuestos Generales prorrogados desde 2018 frenan la llegada a la Comunitat de 450 millones de euros por la actualización de las entregas a cuenta del sistema de financiación y otros 280 millones por la devolución de una mensualidad de IVA de 2017.
La ausencia de esos ingresos, que afecta en diferente medida a todas las Comunidades Autónomas, está obligando a muchos gobierno regionales a tomar medidas como el adelanto del cierre del presupuesto que ha decidido Cataluña, que además llegará al Gobierno central a los tribunales.
"Más extremo hubiera sido cerrar el presupuesto como ha hecho Cataluña", asegura Soler, quien explica que, aunque la exigencia a los consellers para reducir gastos es inevitable, Hacienda ha intentado conseguirlo con el "menor trauma posible" dentro de las posibilidades que existen.
La más extrema, la del adelanto del cierre del presupuesto, no está de momento sobre la mesa, aunque el conseller de Hacienda no descarta tener que recurrir a ella si las retenciones de crédito que aspira a pactar "lo más pronto posible" no fueran suficiente para llegar a final de año. Tampoco se descarta, como tuvo que hacer la Generalitat en años anteriores, pactar aplazamientos de pago a grandes proveedores.
"No cierro la puerta a nada, pero vamos a ver si con esto –las retenciones de crédito– podemos llegar. El presupuesto se puede cerrar como siempre hemos hecho en la primera semana de diciembre o podemos adelantarlo. La medida que de momento tenemos clara es la de las retenciones de crédito porque es la que estimamos suficiente por ahora. No es agradable, pero no es un acto de voluntad sino de necesidad", reconoce el titular de Hacienda.
Sobre la cifra concreta del recorte, que según el conseller no afectará a Sanidad, Educación y el resto de servicios sociales, Soler asegura que aún no está definida porque "hay que afinar para traumatizar lo menos posible a las conselleries".
Al margen de las medidas de ahorro que se ve forzada a adoptar por la sobrevenida reducción de ingresos que tenía presupuestados, la Conselleria de Hacienda va a tener que comenzar a elaborar el presupuesto autonómico sin tener los datos sobre el techo de gasto o las entregas a cuenta del sistema de financiación del próximo año.
Ambas cuestiones se aprueban normalmente en un Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) en el mes de julio, pero las elecciones generales de abril y los posteriores problemas para constituir un gobierno han impedido la celebración del mismo.
Al respecto, Soler asegura que debería haber una reunión del CPFF en septiembre para contar con las previsiones que permitan a las comunidades elaborar sus respectivos presupuestos antes del límite fijado en el 31 de octubre.
"Si no se convoca en septiembre, no podemos hacer el Presupuesto a ojo", sostiene el conseller, quien no obstante admite no disponer de información del Ministerio de Hacienda sobre cuándo podría celebrarse ese encuentro.
Al respecto, fuentes del departamento que dirige en funciones María Jesús Montero aseguraron a este periódico que por el momento no existe la convocatoria y se desconoce si se celebrará un CPFF en septiembre.