CRÓNICAS POR LOS OTROS / OPINIÓN

Somos lo que comemos

Esta semana quiero hablar de alimentación. Y de la importancia que tiene para el desarrollo y el bienestar de cualquier persona. Cada vez que viajo a un país en desarrollo, la alimentación vuelve a ser protagonista. Y es que esas cifras, entre otras variables, marcan los niveles de desarrollo de los países

3/08/2019 - 

La alimentación marca la diferencia y la calidad de vida de las personas. Pero a  veces no es sólo cuestión de dinero, es un tema de educación. Aprender a comer sano y equilibrado es imprescindible. Comer sano con pocos recursos es posible, solo se necesita contar con profesionales para ello que asesoren y combinen alimentos y que enseñen maneras de cocinar más saludables que consigan una dieta sana.

Dicen los que saben que hoy día, la mayoría de las enfermedades que sufrimos están directamente relacionadas con el tipo de vida y con lo que comemos. Y por ello cada vez hay más concienciación a la hora de  comer bien y sano. Me atrevo a decir que cuidar la dieta ya no es sólo una cuestión estética de engordar o adelgazar. El cuidado de una alimentación sana empieza a estar directamente relacionado con un tema de salud puro y duro.

Y cuando hablo de alimentación recuerdo y me viene a la cabeza el estudio que este curso que ha elaborado Cruz Roja. Un estudio que evidencia que los escasos recursos económicos no están reñidos con una alimentación más saludable.

Cruz Roja

Cruz Roja Española ha presentado este año el Estudio sobre Alimentación Saludable (#AlimentaciónSaludable) para personas vulnerables. La investigación, realizada en colaboración con la Universitat de València, es la primera publicación del Observatorio de la Vulnerabilidad Social de Cruz Roja en la Comunidad Valenciana, denominado `Alimentacion saludable para personas vulnerables, que pretende contribuir a la medición de las realidades sociales.

El estudio expone que tres de cada cuatro hogares de los atendidos por la organización en la ComuniTaT Valenciana sufre inseguridad alimentaria

La mayoría de las familias del estudio se encuentran bajo el umbral de la pobreza. Exponen que la alimentación ocupa el cuarto lugar en la prioridad del gasto, siendo las primeras opciones el pago de la vivienda, la luz y el agua.

Entre los principales resultados que arroja el informe se puede afirmar que más de la mitad (un 52%) no ajusta su dieta a las frecuencias de consumo recomendadas, y que un 87% de las personas necesita cambios en su alimentación. Los mayores desequilibrios en la dieta se dan en el bajo consumos de verduras, frutas y hortalizas frente al exceso en el consumo de embutidos y dulces.

El estudio pone de manifiesto la relación existente entre seguridad alimentaria, alimentación saludable y vulnerabilidad social. A menores recursos hay un incremento en la inseguridad alimentaria que tiene efecto en el consumo desequilibrado de alimentos. Tres de cada cuatro hogares encuestados sufre algún tipo de inseguridad alimentaria. Si hablamos de los hogares con menores a su cargo, la inseguridad aumenta  ya que sólo el 20% está en situación de seguridad alimentaria.

Este estudio lleva una serie de acciones que aterrizan en el día a día acciones y prácticas concretas. De todo, lo que más interesante y efectivo me parece son los talleres y formaciones en educación nutricional, hábitos saludables, economía doméstica y ahorro energético, así como campañas de sensibilización sobre alimentación saludable. Cruz Roja ha dado un paso más, y sale del asistencialismo y el suministro de alimentos puro y duro para focalizarse en educación alimentaria.

La educación vuelve a ser la herramienta necesaria para salir de la pobreza o al menos gestionarla. El asistencialismo en suministro de alimentos es necesario en ocasiones muy puntuales, preocupantes y alarmantes pero no es la solución

Los comedores sociales, puede ser una herramienta necesaria para cubrir una carencia determinada pero no ayuda a resolver el problema y de hecho cada año las estadísticas nos comunican que la demanda de este servicio se incrementa.

De hecho sólo hay que ver los datos que nos han llegado este curso, por ejemplo,  de Casa de Caridad que hablan del incremento de mujeres, jóvenes y migrantes que acudieron cada día a Casa Caridad. Alrededor de 300 personas diarias de media han acudido a los comedores sociales de la entidad, la cifra más alta de los últimos cinco años. Según los datos ofrecidos por la entidad,  las personas atendidas en el comedor social de la entidad en 2018 se han incrementado un 44%; el número de mujeres ha crecido un 55% en el último año y se han duplicado los usuarios entre 18 y 30 años sin trabajo y con pocas opciones de mejorar su situación; o que  1 de cada 10 personas que acuden al comedor social de la entidad benéfica son menores.

Estos datos evidencian que los comedores sociales son un parche necesario pero la solución real pasa por una buena educación. Y doy fe de ello, puedo decir que yo he visto los resultados en primera persona.

One Day Yes

En la isla de Lamu (Kenya), donde me encuentro en este momento, en la escuela Twashukuru, en un año ha habido  un cambio en la alimentación y se ha conseguido que el programada de nutrición sea una prioridad y se tenga recursos para ello. Con la implantación de este programa se ha conseguido acabar con la desnutrición entre los 50 niños y niñas que acuden cada día a la escuela.

Se trata de un trabajo que ha liderado las nutricionistas de la Universidad Cardenal Herrera CEU, Dolores Silvestre y Anna Rubini, con la organización valenciana One Day Yes. Desde que se desplazaron al terreno han elaborado un menú que adapta las recetas tradicionales a las necesidades nutricionales de la población infantil; y han conseguido esa seguridad alimentaria con los ingredientes de la zona.

Aseguran las nutricionistas que en la lucha contra el hambre no basta con lograr el acceso a los alimentos, sino que debe garantizar la cobertura de las necesidades nutricionales de la población de una forma sostenible

El hambre oculta, carencia de nutrientes esenciales, es la causa de desnutrición más importante en el mundo actual; en niños y niñas impide su adecuado crecimiento y desarrollo físico y mental, amenazando su salud y sus posibilidades durante el resto de su vida. Por ello la atención alimentaria a la población infantil es uno de los principales objetivos en los programas de cooperación para la salud.

Las causas que desencadenan la desnutrición infantil son diversas y no se limitan a las carencias económicas, enfrentamientos bélicos o desastres naturales. En ocasiones, el desconocimiento de los productos y recursos alimentarios que se tienen al alcance y de las posibilidades que ofrecen, puede agudizar la situación de carencia, tal y como aseguran las nutricionista. Por ello, insisto en la educación como herramienta de desarrollo para acabar con la pobreza alimentaria.

Ahora, recién llegada a la isla en Kenya, lo sigo comprobando y viviendo en primera persona. El objetivo es conseguir una alimentación saludable con pocos recursos.

La semana que viene… más!

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