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análisis

Sonrisas o lágrimas (en los mercados financieros)

Dos tendencias priman en el mercado: el optimismo de los que creen que no habrá recesión y la de los 'cenizos' que la ven como analiza el experto

30/01/2020 - 

MADRID. Ya sabemos todos que los pronósticos son difíciles, sobre todo porque tratan del futuro. En el mercado se puede hablar de dos tendencias que son las que priman sobre este asunto. Están los más optimistas que creen que las evidencias de desaceleración que existen quedaran en eso y, por otro lado, los más 'cenizos' que estiman que estamos al borde una recesión.  

El principal argumento de los optimistas dice que la actual desaceleración ha sido un bache en el ciclo consecuencia de factores geopolíticos. Tras la firma del acuerdo comercial entre EE UU y China, el sector manufacturero ha hecho suelo. Adicionalmente, gobiernos y bancos centrales están absolutamente comprometidos con la recuperación y tienen margen de maniobra para alcanzarla.

La opinión de los pesimistas argumenta que estamos al borde de una fuerte recesión. A su juicio, los bancos centrales, con su experimento monetario fallido han hinchado una burbuja que no son capaces de sostener. Los niveles de deuda son insostenibles. Esta narrativa lleva años esperando una crisis que no termina de llegar.


En esta disyuntiva es lógico que nuestro posicionamiento sea defensivo aunque moderado. Nuestra estrategia defensiva está basada en los mensajes contradictorios que se están produciendo, propios de puntos de inflexión; la burbuja en renta fija, aunque sostenida por bancos centrales; la deuda global en máximos; los márgenes empresariales en niveles extraordinariamente altos; las expectativas empresariales inconsistentes con estimaciones macro, que se revisarán a la baja; populismos a lo largo y ancho del planeta y cierta complacencia con factores geopolíticos como la crisis de Irá e incluso el posible impacto de coronavirus.

Nos mantenemos moderadamente cautos -pero con una táctica más neutral- debido a los nuevos estímulos monetarios ya en funcionamiento por parte de la FED y el BCE, y la tan esperada y anunciada firma de la fase I del acuerdo comercial entre EE UU y China. Apoyado en la política monetaria y fiscal, el ciclo vuelve a extenderse -y aunque lo mejor del ciclo queda atrás y existen síntomas de agotamiento-, de momento la economía global escapa de la recesión.

Correlación de activos

No pensamos que 2020 vaya a ser otro año de excepción, aunque la situación de los tipos de interés y las deudas sobre cuánto diversifican hoy los bonos de gobiernos, llevará posiblemente a una correlación entre activos por encima de la histórica. 

Aún es pronto para argumentar la firme mejora del comercio global, aunque el ritmo de deterioro ha reducido y sí podemos hablar ya de estabilización. Y aunque no esperamos que se recuperen los niveles máximos en términos de comercio global, sí que habrá cierto rebote tras la contracción de 2018-2019.

Con todo ello haremos frente a unos meses que veremos si quedan en sonrisas o lágrimas, en desaceleración o recesión.

Diego Fernández Elices es director general de Inversiones de A&G Banca Privada

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