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sin complejos / OPINIÓN

Tic tac

Foto: JORGE GIL/EP
28/06/2021 - 

Tempus fugit, que dijo el clásico. Y es que los días pasan volando para convertirse en años sin que nos demos cuenta. Y eso que la maldita pandemia del coronavirus nos ha robado personas y meses que jamás podremos recuperar. Pero también nos cuenta en nuestras canas, nuestras arrugas y nuestra experiencia. Y dos años han pasado ya desde que por unos pocos miles de votos se reeditara y ampliara el Pacte del Botànic, una versión 2.0 que, lejos de corregir errores, los ha aumentado al añadir un socio más al guirigay gubernamental. Si dos son compañía, tres son multitud. En pocas ocasiones ha sido más certero un refrán al aplicarlo a un caso.

Entiendo que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, lo celebrara el pasado domingo en Alicante. Lo entiendo porque es una muestra más de la irresponsabilidad con la que gobierna . En la situación en la que se encuentra la Comunitat Valenciana no estamos para saraos precisamente. Pero, repito, es lógico que los socialistas festejen un tiempo añadido en el poder, que es lo único que les interesa. Así pueden terminar de arreglar a sus amiguetes y acelerar en lo que puedan su ruta nacionalista.

Porque también tengo malas noticias para Puig, familia y todos paísvalencianistas que les acompañan. Solo les quedan dos años de gobierno porque cada vez más claro se ve que su tiempo expira. Les gustará que me refiera al exvicepresidente del Gobierno, exlíder de Podemos y exfraude de la izquierda Pablo Iglesias para cogerle una de sus aportaciones más importantes al pensamiento político español: tic tac, le cantaba al Gobierno de Mariano Rajoy. Pues que vaya tomando nota Puig. Tic tac.

Foto: MARGA FERRER

Tic. Porque es inasumible para cualquier democracia occidental consentir que el Gobierno rompa el Estado de Derecho y conceda el indulto a unos condenados de provocar una sedición de una parte de España para romper uno de los preceptos más sagrados de cualquier nación: su unidad. El Ejecutivo se pone por encima del Judicial, rompe el equilibrio de poderes que es clave de bóveda de cualquier sistema democrático y decide quién puede cumplir la ley y quién no. ¿Qué será lo próximo? ¿Indultar a asesinos de niños (y niñas, que en esto del lenguaje inclusivo sí que no caben flexiones) porque necesitan los votos de Bildu para los presupuestos? Oponerse no es fascismo, sino democracia pura y dura.

Cómo no, el primero que ha aplaudido la traición de Pedro Sánchez ha sido su amigo Ximo Puig, que siempre ha mirado el ‘procés’ con condescendencia pues, en el fondo, en el Estado Federal que siempre ha tenido en el corazón y nunca se ha atrevido a poner encima de la mesa.

Pero los valencianos sabrán quiénes han estado defendiéndonos a todos y quiénes solo a sí mismos. Por desgracia, los socialistas han sido de los segundos. Y más en esta tierra, donde algunos quieren abrir esa herida por la que sangra Cataluña.

 Tac. Porque permite que el Gobierno socialista condene a la ruina a una parte del territorio y a miles de familias con el recorte del trasvase Tajo-Segura. Porque no hay aumento de caudales ecológicos, sino ideológicos. El PSOE siempre ha querido cerrar la tubería, pero hasta ahora nunca se había atrevido. Si lo hace con un presidente socialista al mando de la Generalitat Valenciana es que la indiferencia de Madrid hacia esta tierra se ha transformado en hostilidad.

Foto: RAFA MOLINA

Y Ximo ‘mut’. Ni un golpe encima de la mesa, ni una llamada ni un logro para garantizar el trasvase. No molestemos, que mejor secos y arruinados que mojarnos por nuestros agricultores y enriquecer nuestro territorio.

Tic. Porque si Ximo vota algo, va hasta el final con ello. Alzó su brazo en 2010 para que Rodríguez Zapatero arruinara la Comunitat con el cambio del sistema de financiación autonómica y ahora no va a recordarle a Sánchez que le ha vuelto a tomar a pelo porque ni le importa ni le interesa el tema. De pollos hemos pasado a avestruces para esconder la cabeza mientras las inversiones van a Cataluña y pasan de la Comunitat.

Tac. Porque un Consell sobredimensionado y repleto de asesores no ha sido capaz de ayudar a miles de empresas de la Comunitat Valenciana en uno de los peores momentos de la historia, con un cierre indiscriminado y sin recursos para salvarles. En su lugar, más impuestos hasta convertir esta autonomía en un infierno fiscal del que los inversores no quieren saber nada y que cada vez tiene más persianas bajadas. Como sigan aquí los socialistas terminarán por cerrarse hasta las playas.

Tic. Porque motivos hay que sobra para echar a este gobierno y poner una Administración seria, eficaz y decidida a luchar por la Comunitat Valenciana en una España unida y en libertad. El tiempo corre y ya queda menos. Tac.

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