ALICANTE. La actual Conselleria de Emergencia Climática y Transición Ecológica solo inspeccionó 8 de las 215 instalaciones industriales y ganaderas que tenía previsto supervisar en el ejercicio 2018, según los datos facilitados por el colectivo Ecologistas en Acción. Una cifra que no solo se queda a una distancia sideral del objetivo marcado, sino que además supone seis inspecciones menos que las que se realizaron el año anterior. De las 8 instalaciones inspeccionadas, en el 25% (dos) se abrieron expedientes sancionadores por incumplimientos graves de las condiciones de la autorización ambiental. Además, no se llevó a cabo ninguna inspección no prefijada.
En opinión de los ecologistas, "la falta de inspectores ambientales en la Conselleria de Emergencia Climática y Transición Ecológica y su baja eficiencia causa del fracaso del Programa de Inspección a las instalaciones industriales y ganaderas más contaminantes durante 2018", por lo que urgen al Consell a reforzar la plantilla para poder cubrir sus objetivos. "Es urgente que se dote de personal al Servicio de Inspección Medioambiental, que solamente cuenta con 5 funcionarios, para 485 instalaciones contaminantes. En caso contrario se cronificaría esa deficiencia que podría ser intencionada", aseguran.
En este sentido, advierten que se acaban de publicar en el DOGV del 16 de enero de 2020 los resultados del Programa de Inspección en materia de calidad ambiental para 2019. "Sorprende que ese programa, que establece la cantidad y tipo de instalaciones a inspeccionar en 2019, se apruebe a finales de 2019 y se publique en 2020", indican. Ya sucedió lo mismo con el Programa para 2018 que en lugar de aprobarse a principios de año lo fue a mitad de año. "La única justificación para tal vergonzoso retraso es la desidia de la Dirección General de Calidad Ambiental", critican los ecologistas.
Según la Directiva de emisiones industriales (2010/75/UE) las instalaciones más contaminantes con el permiso ambiental, denominado autorización ambiental integrada, deben incluirse en un plan de inspecciones prefijadas elaborado por la autoridad ambiental, que deberán ser periódicas: anuales para las que tengan riesgos medioambientales más altos y cada tres años para las de más bajos. En la Comunitat Valenciana hay un total de 485 instalaciones con autorizaciones ambientales integradas, la mayor parte industrias minerales (cerámicas y cemento) con 179, seguidas de las ganaderas y agroalimentarias con 146, entre otras.
"El incumplimiento del Programa de Inspección Ambiental se debe a la falta de personal del Servicio correspondiente y a su baja eficiencia", recalca el colectivo. Durante 2018 solamente existían 5 inspectores ambientales, que inspeccionaron tan solo 8 instalaciones, el 3,7% de las prefijadas. De las cuales solamente se han publicado dos, "cuando el resultado de las inspecciones debe ser público". En 2017 sucedió algo similar, con 14 inspecciones de las 190 prefijadas (7,3% de cumplimiento). "Si esa insuficiencia de personal, que es crónica, no se solucionara, se podría pensar que es intencionada", advierte Ecologistas en Acción, "y el Botànic se incluiría en la mayoría de los gobiernos que cumpliendo con las tesis neoliberales piensan que cuanto menor regulación mejor".