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Tres meses y una semana de alarma, de la A a la Z

19/06/2020 - 

VALÈNCIA. (EFE/ Por Patricia de Arce y Adaya Gónzalez) El 14 de marzo el Gobierno aprobaba el estado de alarma para contener la expansión del coronavirus y comenzaba un periodo muy duro marcado por las miles de muertes que ha causado la pandemia, el confinamiento de la población y la mayor recesión económica de la democracia.

Una alarma que ha durado tres meses y una semana. Casi cien días que se resumen a continuación, de la A a la Z:

A de ALARMA.- Un Consejo de Ministros extraordinario que se prolonga durante siete horas acuerda el 14 de marzo la declaración del estado de alarma, que entró en vigor a la cero horas del día siguiente.

Decretaba la restricción de la movilidad salvo casos de fuerza mayor y con excepciones como trabajar o comprar alimentos y ordenaba el cierre del comercio y la hostelería.

El Gobierno asumía además el mando único para ordenar las medidas sanitarias, de seguridad o el transporte.

Aquel decreto ha tenido seis prórrogas con variaciones que han ido desde aumentar las restricciones hasta suavizarlas.

B de BALCONES
.- Con el estallido de la pandemia millones de españoles se quedaban en casa. Cada jornada, todas las tardes a las ocho, salieron a sus ventanas y balcones para homenajear con sus aplausos a quienes estaban en primera línea tratando de salvar vidas: Los profesionales sanitarios.

C de CORONAVIRUS, COVID-19 y CONFINAMIENTO.- Al principio sonaba como algo lejano, que afectaba a una región china cuyo nombre no lográbamos retener. Pero el coronavirus cruzó fronteras, llegó a España y en muy poco tiempo empezó a causar estragos.

La enfermedad que provoca el virus, la COVID-19, se ha llevado la vida -según los datos oficiales- de más de 27.000 personas.

Y sólo una medida parecía ser eficaz para parar la epidemia: El confinamiento al que se veían obligados millones de ciudadanos.

D de DISTANCIAMIENTO.- Mantener la distancia interpersonal ha sido la primera de las recomendaciones para evitar contagios. Primero fue un metro, después dos, la distancia recomendada para impedir la propagación. Sólo los "convivientes" sin síntomas podían acercarse unos a otros.

Una recomendación que se mantiene mientras no haya cura ni vacuna y que se ha asumido con relativa normalidad en una sociedad que, por el contrario, es muy dada al contacto cercano entre personas.

E de EMPLEO.- Esta crisis ha sido en primer término sanitaria, pero ha derivado en una recesión económica sin precedentes, con una importante subida del paro que no ha cesado aunque en las últimas semanas se haya empezado a recuperar, poco a poco, la ocupación.

Entre marzo y abril, los meses de mayor impacto del COVID, se destruyeron 900.000 empleos y 3,3 millones de personas se vieron afectadas por ERTEs de fuerza mayor. Pero entre mayo y lo que va de junio unos 700.000 trabajadores han salido de los ERTEs, a los que se suman 200.000 afiliaciones de personas que perdieron su empleo.

F de FASES.- El Gobierno diseñó un plan de desescalada para ir abandonando el confinamiento y las medidas restrictivas hasta salir de la alarma.

Cuatro fases -0, 1, 2 y 3- a las que han ido llegando los distintos territorios y que han generado batallas entre el Gobierno central y algunos autonómicos que pedían cambiar de fase antes de lo que consideraba el Ejecutivo o recomendaban las autoridades sanitarias.


Ahora, sin embargo, muchos territorios autonómicos apuestan por mantener restricciones cuando a partir del domingo 21 acabe la alarma y toda la responsabilidad recaiga sobre ellos.

G de GOBIERNO.- Sólo dos meses llevaba constituido el nuevo Gobierno de coalición cuando estalló la crisis del coronavirus. El Ejecutivo de Pedro Sánchez dejaba a un lado sus planes más inmediatos para afrontar esta crisis sin precedentes.

El Ejecutivo asumió el mando y decidía las medidas mientras subrayaba que las competencias seguían en manos de las comunidades, que debían ejecutar y gestionar.

Los enfrentamientos entre Gobierno y oposición o con las comunidades a cuenta de la gestión de la crisis no tardaron en llegar. Tampoco han faltado los desencuentros en el seno de la coalición de PSOE y Unidas Podemos, por cuestiones como las medidas económicas a tomar.

H de HOSPITALES.- Ni el más equipado de los hospitales estaba preparado para lo que ha ocurrido en España estos tres meses. La rápida propagación de la epidemia saturó las salas de urgencias y llevó a todos los centros a aumentar sus plazas en plantas y a improvisar nuevas UCIs.

Los profesionales sanitarios han trabajado a destajo, doblando turnos y cambiando de tareas para volcarse en la lucha contra la COVID-19. Un sacrificio descomunal que a muchos de ellos también les ha costado la vida.

Eso sin olvidar que han sido los únicos que han dado apoyo emocional y cariño a los enfermos, al no poder visitarles ni familia ni allegados.

Y ellos han sido, también, quienes han acompañado en sus últimas horas a quienes no lograban superar la enfermedad.

I de INGRESO MÍNIMO VITAL
.- La medida estrella de la legislatura, la promesa que tanto PSOE como Podemos se han arrogado siempre, se ha aprobado al inicio de este mandato de Sánchez aunque empañada por el contexto de la crisis, cuando miles de hogares necesitan más que nunca esta prestación para dejar atrás la pobreza.

De todos modos, el Gobierno ha dejado claro que no es una medida coyuntural, el ingreso mínimo vital ha venido para quedarse y es ya una nueva prestación no contributiva más que ya tenían muchos países de Europa.

Es en definitiva una promesa de la izquierda que se ha cumplido en medio de esta crisis y una medida que no tuvo ni un voto en contra en el Congreso, ni siquiera el de quienes hablaban de esta prestación como una "paguita".

J de JABÓN.- La higiene ha sido, junto con el distanciamiento interpersonal, la clave para evitar contagios. Lavarse las manos con agua y jabón -a conciencia, no de cualquier manera- o limpiarlas con gel hidroalcohólico antes y después de cada cosa que hacíamos ha sido esencial para impedir que el virus se siguiera propagando.

Contiene la K: "FAKE"
.- Los bulos han hecho su agosto con esta crisis. No ha habido día en el que no hubiera alguna noticia falsa en las redes y muchas acababan incluso publicadas en los medios. Hasta del BOE ha habido falsificaciones. De ahí la importancia que ha tenido contrastar y verificar, para tratar de dar luz entre tanto miedo, confusión y crispación.

L de LETAL.- Según los datos de sanidad, la tasa de letalidad del coronavirus ronda el 11 por ciento de los contagios, un porcentaje que es muy posible, no obstante, que sea bastante menor, porque se calcula solo sobre contagios registrados y no sobre el conjunto de casos que puede haber.

En cualquier caso, aunque sea una tasa baja, la letalidad del coronavirus se ha llevado la vida de más de 27.000 personas en España.

M de MASCARILLAS. Quirúrgicas, FPP2, FPP3, higiénicas, lisas, estampadas... Desde el principio estuvieron en el centro del debate por su escasez y por las divergencias de opiniones sobre si recomendar su uso a la población general, más aún cuando ni siquiera los sanitarios tenían acceso a ellas.

Convertidas por un tiempo en un bien de lujo, el Gobierno tuvo incluso que fijar precios máximos, pero hoy ya son de uso común e incluso forman parte de los catálogos de las principales firmas de moda.

N de NUEVA NORMALIDAD.- El Gobierno decidió llamar así al futuro que nos espera mientras no estemos libres del coronavirus. Será nueva, pero no será normalidad. Habrá que seguir extremando la precaución, llevar mascarillas. Y habrá que cumplir las restricciones en nuestra vida diaria que seguirán imponiendo las autoridades.

Contiene la Ñ: CAÑA.- El 4 de mayo cuatro islas se convertían en los primeros territorios en entrar en fase uno. Y fue allí, en las canarias de La Gomera, El Hierro y La Graciosa, y en la Balear de Formentera, donde empezaron a abrirse las terrazas y a servirse los primeros cafés y las primeras cañas. Cincuenta días después.

Un alivio que fue extendiéndose por el resto del país a medida que han ido avanzando las fases. Alivio para los ciudadanos pero sobre todo para la hostelería, que ha sufrido innumerables pérdidas a causa del confinamiento.

O de OPOSICIÓN: Al inicio del estado de alarma la mayor parte de las fuerzas políticas subrayaron su apoyo al Gobierno y a las medidas drásticas que había que tomar para contener la propagación del virus.

Una unidad que se plasmó en los primeros debates de la alarma y sus prórrogas, que salieron adelante sin problema.

Pero según se recrudecía la pandemia y caía la economía la oposición empezó a pedir cuentas al Gobierno y endureció sus críticas y sus mensajes.

El PP ha endurecido su oposición a medida que se sucedían las semanas y es, con Vox, el partido más crítico a la gestión del Gobierno.

Ciudadanos, por el contrario, ha dado un giro y se ha puesto del lado del Gobierno en las prórrogas y en buena parte de las medidas tomadas. El Gobierno combina su apoyo con el de sus socios habituales y mantiene su estrategia de recurrir a la geometría variable para sacar adelante sus medidas.

Pero aunque la alarma acabe no parece tener fin este clima político cada vez más enrarecido y crispado.

P de PCR: Saber o no si una persona está infectada ha sido una de las interrogantes a la que los españoles se han enfrentado estos meses. La respuesta la han tenido unas siglas en inglés, las de 'Reacción en Cadena de la Polimerasa'.

Es la PCR, una prueba de diagnóstico que se hace mediante la toma de muestras de mucosas nasofaríngeas para analizarlas y detectar fragmentos del material genético de un patógeno, que ya forma también parte de nuestras vidas.

Aunque ha saltado al estrellato con la pandemia, se usa en otras enfermedades infecciosas para determinar si un virus está o no activo. Y no solo en personas, también en animales. Tras la escasez inicial, en nuestro país ya se han hecho más de tres millones de PCR.

Q de QUIOSCO.- El confinamiento paró en seco nuestra vida cotidiana.

Aunque no del todo, gracias a los establecimientos que, junto con las farmacias, siguieron abiertos, como los estancos, los comercios de alimentación y los quioscos. Esos lugares que nos han permitido durante semanas mantener algo de la vieja normalidad.

R de RESIDENCIAS.- Aunque no hay cifras oficiales de toda España, se sabe que una parte importante de los fallecidos por coronavirus fueron ancianos alojados en residencias.

Hasta 224 investigaciones penales hay abiertas en toda España por la situación de las residencias durante la pandemia.

En Madrid, por ejemplo, casi 6.000 de los 16.000 fallecidos eran ancianos en residencias, según los datos de la propia comunidad.

Un verdadero drama que obliga a revisar todo el sistema en España y por el que ya ha también habido cruce de reproches políticos, como los protagonizados por el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

S de SIMÓN.- El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, es, junto con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, la cara más visible de la gestión de esta crisis sanitaria.

Prácticamente todos los días ha salido para dar cuenta de la evolución de la enfermedad, salvo algunos días contados al contagiarse él mismo de la enfermedad, lo que no impidió que compareciera después desde su domicilio, y en los últimos fines de semana, que ya descansa.

Simón ha dado la cara, infatigable, en todo momento, para lo bueno y para lo malo, y eso le ha costado tener un ejército de detractores, pero también de fervientes seguidores que ahora se rifan material de merchandising con su imagen, de tazas a camisetas.

Eso sí, por petición del interesado, los beneficios irán a parar a las ONG. Una de ellas, Medicus Mundi, para la que él mismo colaboró en África.

T de TELETRABAJO.- Con el inicio de la pandemia se empezó a aconsejar el teletrabajo y con la alarma la recomendación se convirtió en imperativo. Todo el que pudiera teletrabajar debía elegir esa opción.

A marchas forzadas se ha tenido que acostumbrar España a teletrabajar, con las empresas haciéndose con equipos portátiles y los empleados adaptando sus hogares para poder hacer su tarea y compatibilizarla con su vida en familia. Porque los niños también han estado en casa.

Ahora muchas firmas se plantean normalizar el teletrabajo, aunque para que se haga bien será necesario un esfuerzo económico y también normativo, para garantizar la seguridad laboral y los derechos de los trabajadores.

U de UCI.- Las Unidades de Cuidados Intensivos de todos los hospitales de España han sido el escenario de la batalla más dura contra el coronavirus. Hasta ayer, 11.630 contagiados habían pasado por las UCIs.

Algunas doblaron e incluso triplicaron su capacidad, mientras sus profesionales trabajaban hasta la extenuación aprovechando el escaso material, improvisando respiradores y cuidando a los enfermos.

En las UCIs se ha luchado sin tregua contra la muerte, que muchas veces acababa imponiéndose, pero también por la vida, que se ha abierto paso en muchas ocasiones, cada vez más, a medida que la enfermedad se conocía mejor.

De entre todos los aplausos que hemos visto estas semanas son inolvidables los dedicados a los primeros enfermos que lograban salir adelante tras semanas de respiración asistida.

V de VÍCTIMAS.- El coronavirus ha acabado con la vida de miles de personas en España. Pero hasta la cifra real de fallecidos es en realidad una incógnita y motivo de una fuerte discusión política.

Según los datos de Sanidad, que lleva doce días sin actualizar la cifra, en España han muerto 27.136 personas a causa del coronavirus. Sin embargo, hay otra cifra de muertos muy distinta, de hasta 43.000 personas.

Proviene del Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), que indica que entre el 17 de marzo y el 25 de mayo, se han producido 43.000 muertes más de las esperadas estadísticamente para esa época.

¿Cómo es posible este desfase? La polémica está servida. Y en cualquier caso no se trata de un número, sino de miles de vidas que se ha llevado esta pandemia por delante.

W de WUHAN.
- Quién nos iba a decir que íbamos a aprender para siempre el nombre de Wuhan, la capital de la provincia china de Hubei, en el centro del país. Allí apareció el SARS-COV-2, el coronavirus que ha matado ya a más de 450.000 personas en todo el mundo. Allí empezó todo, y aún no sabemos cuándo acabará.

Contiene la X: hidroxicloroquina y dexametasona. La carrera planetaria por encontrar un tratamiento eficaz contra la covid no ha estado exenta de polémica. Uno de los medicamentos en estudio, la hidroxicloroquina, saltó al ring político de la mano de algunos líderes mundiales como el presidente estadounidense, Donald Trump, que se jactó de utilizarlo de manera preventiva. La OMS acaba de anunciar, sin embargo, el fin de los ensayos clínicos porque no han constatado que reduzca la mortalidad.

Así que la esperanza está ahora puesta en la dexametasona, un fármaco barato y de fácil acceso en todo el mundo, mientras el resto de esfuerzos se dedican a encontrar a contrarreloj una vacuna, que podría estar para principios de 2021.

Y de YOGA.- Quedarse en casa y no poder salir ni a pasear ha llevado a muchos ciudadanos a buscar alternativas para hacer ejercicio. Desde la gimnasia televisada diaria que ofrecía TVE hasta los tutoriales en redes sociales o las alternativas telemáticas de los gimnasios. Oferta para todos, desde zumba hasta yoga.

Contiene la Z: AMAZON.- El confinamiento modificó nuestros hábitos de compra y buena parte de lo que necesitábamos esos días lo encargamos por internet, a plataformas como Amazon. Aunque algo bueno ha salido también de todo esto: Hemos vuelto a valorar y a utilizar el comercio de proximidad. Hemos vuelto a nuestros tenderos de toda la vida, que han estado ahí todo el tiempo. También durante la pandemia.

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