La seguridad vial se teje a partir de una serie de aspectos clave para garantizar el cumplimento de la normativa escrita y el de la no escrita, la referente a la responsabilidad de cada ciudadano al volante. Con todo, si ponemos el foco activo en el conductor, existen herramientas para que la vertiente pasiva, en este punto sería la que corresponde a la Administración y al mundo de la Empresa, ponga a disposición de aquéllos las mejores instalaciones, infraestructuras o campañas educativas para enmarcar las actuaciones a implementar y conseguir escenarios de garantías contra la siniestralidad en nuestras vías.
Precisamente, de la colaboración público-privada surgen las buenas prácticas que hemos venido desarrollando en uno de los capítulos imprescindibles para la seguridad vial: la inspección técnica del parque automovilístico. Gracias a ese escenario, hemos conseguido, por ejemplo, que durante esta pandemia que todo lo condiciona hayamos desatascado el colapso que podría haberse dado en las estaciones de inspección de la Comunitat Valenciana. De hecho, el de las ITV ha sido uno de los trabajos más eficaces para recuperar la normalidad de las inspecciones atrasadas por la pandemia. Hasta tal punto, que en la fecha en la que está escrito este artículo ya hemos recuperado más del 70% de los servicios de inspección.
Un buen ejemplo para que la Administración luzca de sus concesionarios y para que mire hacia nuevos cauces de entendimiento como los que sabemos que podemos alcanzar de cara la futura renovación de la concesión, en 2022. Porque se trata de anteponer la seguridad vial, porque es un servicio básico del que dependen más de 1.300 familias en la Comunitat Valenciana, porque somos la única región en España que trabaja de forma pionera una prueba sostenible para el control del ruido, porque sabemos que podemos seguir trabajando de manera conjunta con los gestores públicos para que nuestra gestión diaria sea, a más a más, mejor, porque la nuestra es una de las gestiones mejor valoradas por el resto de autonomías donde se practica un modelo similar.
La seguridad vial es una cuestión básica para el entendimiento y el buen hacer. Afortunadamente, hace tiempo que el servicio de las ITV dejó de ser percibido desde una óptica puramente mercantil, sino que desde la responsabilidad de la ciudadanía y de sus administraciones ha sido entendida como el servicio esencial que significa para salvaguardar vidas, mejorar el estado de nuestro parque móvil y analizar la longevidad de los vehículos que circulan por nuestras vías. Con el objetivo, y a la vez garantía, de que lo hagan en las mejores condiciones posibles para favorecer, esencialmente, la seguridad de los conductores y su salud.
Los concesionarios afrontamos, pues, el nuevo escenario abierto de colaboración público-privada con ilusión, con las ganas de sumar puntos de vista que enriquezcan y estrechen las posibilidades de continuar colaborando y favoreciendo escenarios de encuentro con el objetivo de mantener unos niveles de seguridad vial referentes para el resto del país.
Francisco Llopis, CEO ITV-Levante