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EN PRIMERA PERSONA / OPINIÓN

Un presupuesto para la esperanza

3/11/2020 - 

El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021 es una buena noticia para el país. Y lo es porque son unas cuentas profundamente progresistas: contemplan una firme apuesta por la cohesión social y una fiscalidad más justa, priorizan los recursos destinados a la sanidad, la educación y la lucha contra la violencia de género, avanzan hacia la transición ecológica y un nuevo modelo económico. Un presupuesto que pone en valor lo público, los servicios que se han demostrado irremplazables y necesarios durante esta pandemia. Con estas cuentas el Gobierno devuelve al Estado del Bienestar el papel cardinal que el neoliberalismo del PP eliminó durante sus mandatos. 

Son los presupuestos que necesita el país para combatir la crisis sanitaria, social y económica que atravesamos como consecuencia de la pandemia. Son los presupuestos que necesitan las familias, los estudiantes, las personas en riesgo de exclusión y el tejido empresarial. Estas cuentas públicas dan respuesta a las necesidades sociales: las políticas de desempleo dispondrán de 4.191 millones más y aumenta cerca del 30% la inversión en fomento del empleo, la partida de becas aumenta en 514 millones, se incorporan 3.000 millones para consolidar el Ingreso Mínimo Vital, las ayudas al comercio, turismo y Pymes aumentan un 150% y cuentan con 1.338 millones más. Y a diferencia del ‘impuestazo’ que Rajoy nos impuso al subir el IVA en 2012, Pedro Sánchez apuesta por medidas de justicia fiscal, como el aumento del IRPF de las rentas del trabajo superiores a 300.000 euros.

Estas cuentas nos permiten tener esperanza para afrontar un presente complejo y construir un futuro a la altura de lo que merece la ciudadanía: con un Estado de Bienestar sólido. Son la respuesta progresista a la crisis que vivimos: nadie se quedará atrás.

La crisis económica nos costó demasiado sufrimiento personal, truncó demasiados proyectos de vida. Y esto no volverá a ocurrir. Aquella crisis causó demasiada desesperanza, las políticas de recortes aplicadas por el PP multiplicaron la desigualdad y ayudaron a inocular el virus de la desafección política en nuestra sociedad. Rajoy recortó becas, inversión en sanidad, dependencia... No dejaron servicio esencial sin esquilmar. Ese fue el camino de la derecha para afrontar la crisis económica: desmantelar presupuesto tras presupuesto la red de protección social. 

Frente al modelo neoliberal: progresismo. Frente a la situación excepcional que vivimos: más inversión pública, más protección social, una fiscalidad más justa, promoción del empleo y una reconstrucción económica para lograr un tejido productivo más sólido. 

Nuestro país no puede esperar, es hora de dotar al Estado del Bienestar de unos cimientos sólidos que permitan proteger y crear oportunidades de futuro para la mayoría social. Y estas cuentas públicas lo hacen: con 239.765 millones contemplan la mayor inversión social de un Presupuesto del Estado y multiplican por diez la inversión en sanidad. 

Son unos buenos presupuestos para el país, y para la Comunitat Valenciana. Porque tras todas las cifras de inversiones millonarias hay mejoras directas en la vida de las valencianas y valencianos. Más de 100.000 estudiantes de nuestra Comunitat se beneficiarán del aumento de inversión en becas, más de un millón de valencianas y valencianos se verán beneficiados de la revalorización de las pensiones. Y llegarán cerca del 10% de inversiones territorializadas, una reivindicación histórica del Consell.

Puede que hasta el PPCV se dé cuenta de que es un buen presupuesto para la Comunitat y pida a sus diputados que lo aprueben, sería lo coherente echando la vista atrás. En las últimas cuentas de Mariano Rajoy la inversión territorializada en la Comunitat era de 740 millones y entonces Isabel Bonig consideró las inversiones “justas y adecuadas”. Así que ahora que el Gobierno de Pedro Sánchez prevé una inversión territorializada de 1.164 millones en la Comunitat, no se entendería otra cosa diferente al voto favorable de los diputados populares valencianos. Veremos si en la votación del Congreso Isabel Bonig defiende el interés de su partido, o el de las valencianas y valencianos.

No hay otro camino para reconstruir social y económicamente el país que un presupuesto progresista. Así lo ha entendido también el Consell que ha presentado unas cuentas expansivas que alcanzan los 25.528 millones para hacer frente a la pandemia en materia social, sanitaria y poder impulsar la recuperación económica de la Comunitat.

Los Gobiernos socialistas, en el Estado y la Comunitat, tienen clara la salida a esta crisis y lo plasman en las cuentas públicas del próximo año. Los Presupuestos que planteamos hoy son el crecimiento económico del futuro, los presupuestos que impulsamos hoy son la justicia social del mañana.

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