El dúo cómico traslada su humor a los escenarios y se lleva consigo a su público de internet
VALÈNCIA. Xavi Daurà y Esteban Navarro, o Venga Monjas, empezaron en internet cuando internet empezó a ser lo que es ahora. Era 2006 y hacía solo unos meses que existía YouTube. Se situaron dónde les dio la gana, y el paso de los años ha confirmado que había hueco que ocupar y público al que atender. En 2013 colgaron la primera tanda de episodios de Da Suisa en el marco de una residencia artística en el Festival SOS de Murcia. Lo que en principio era una idea medio desechada, ya cuenta con cinco temporadas. ¿La fórmula? No tener ninguna cortapisa, intentar pasarlo bien, y parecerse lo menos posible a su serie pariodiada, The Simpsons. El objetivo se ha cumplido desde entonces y ha sido la llave para entrar en el circuito nacional de comedia. Culturplaza pregunta a la mitad del dúo, Xavi Daurà, sobre el producto cultural, la comedia y la nueva comedia.
- Para los que os conozcan, pero no os hayan visto en directo, ¿qué se va a ver sobre el escenario?
- Van a ver un espectáculo muy bizarro que combina muchas cosas. Presentamos Da Suisa, y ese es el hilo conductor: hacemos escenas en vivo, vemos escenas y capítulos y sobre todo hay mucho peloteo, mucha interacción con el público directa. Nos gusta conocer a la gente que viene a vernos y -por ejemplo- uno de los gags más míticos es el momento en el que Esteban pide a un asistente que le escupa en diferentes partes del cuerpo disfrazado de Homer.
- El show ahora se acerca al espectáculo de humor, incluso al monólogo cómico, pero todo empezó como una manera de presentar la webserie… ¿Cómo fue el paso de internet al directo?
- En realidad todo empieza por buscar la manera de hacer rentable el producto, porque nosotros no recibíamos ningún ingreso por lo que hacíamos en YouTube. Empezamos a hacer estos espectáculos y vemos que sí, que ganamos dinero. De esta manera empezamos a centrarnos en este show y así ha ido adquiriendo la entidad que tiene actualmente.
- ¿Es ahora mismo más estimulante para vosotros los directos que los propios vídeos?
- Sí, sin duda. Seguimos dándole vida a nuestro canal de YouTube, pero presentar Da Suisa nos divierte muchísimo y nos permite ser creativos y salvajes.
- La propuesta de Da Suisa (y de vuestros vídeos en general) es singular; casi marginal. ¿Cuál es su fórmula de éxito?
- Sí, la verdad es que la idea de nuestros vídeos, y de Da Suisa en particular, es el de ser muy salvajes y destroyers. Cada vez es más extremo y a la gente le sigue gustando. Yo creo que la clave está sobre todo en que es un producto muy en línea de internet, donde gusta mucho lo cutre, y la gente pilla y abraza que hagamos el ganso. También lo que hacemos casa muy bien con el formato de consumo rápido, y de gags que acaban siendo carne de memes y de gifs.
- ¿Por qué atrae tanto el “todo mal”?
- Creo que porque es una manera genuina de demostrar cómo eres y cómo eres tu humor. Esto en internet funciona muy bien porque es realmente gracioso. Pienso por ejemplo en La Vida Moderna, que como programa de radio no cumple ningún estándar, pero la gente le interesa mucho saber qué burrada van a hacer o decir en antena. Internet está lleno de estas cosas.
- No habíais hecho una gira tan larga nunca, ¿las lleváis bien o acabáis saturados?
- Al revés, es un lujo poder rodar tanto porque el encuentro con la gente alimenta mucho el show. El primer pase empezamos de los nervios y es muy emocionante ver que sale. Conforme pasa la gira hay gags nuevos, frases que se quedan, cambios y matices… Al final, el espectáculo sale solo y súper pulido.
- ¿Se piensa demasiado vuestro humor?
- ¿Si se teoriza te refieres? Nunca está de más. Nuestro trabajo es provocar la risa, que la gente que ve nuestros vídeos o viene a vernos se lo pase bien. Si el objetivo principal se cumple, que alguien le pueda sacar un mensaje más allá y reflexione y teorice siempre hace ilusión. Nunca es pretendido, pero es bonito.
- A lo largo de vuestra carrera artística, habéis sabido rodearos de gente que han acabado siendo muy relevantes en la actualidad. Hablo, por ejemplo, de Miguel Noguera, de Carlo Padial o incluso Carlos Vermut. ¿Sois una nueva generación, una escena o solo colegas con suerte?
- Es muy difícil calificar esas cosas en el presente, pero la sensación personal es que es muy guay. Todos nos conocemos desde hace años y nuestro pasado es nosotros haciendo nuestras cosas en nuestro tiempo libre. Que ahora, años después, esa gente haya encontrado la manera con la que hacer funcionar sus propuestas y ganarse la vida es un orgullo.
- ¿Os sentís más incómodos ahora que en 2006 con lo que se ha convertido YouTube?
- No, ni mucho menos. Nos sentimos más cómodos ahora porque se ha diversificado todo. YouTube era la nada, y de repente en 2012 surgió la figura del youtuber que hizo que el contenido girara mucho a negocio. Los espectadores eran cifras y todo era muy frustante. Ahora esa fiebre ha pasado y el contenido actual es muy específico y no es tan interesante cuántos o cómo. Por el camino, YouTube seha convertido en una red social y es mucho más (y mejor) que sus inicios.
- ¿Vuestro humor es generacional?
- Sí, sin duda. Nuestro público objetivos son universitarios borrachos que vienen al show muy a tope y con el único objetivo de pasárselo genial. Nos tratan muy bien y es un lujo poder darnos cuenta de que nuestros seguidores no son un número.
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