Hoy es 15 de noviembre

el mexicano inicia su 'tour literario' en castelló

Vicente Preciado, sobre la debacle cultural: "No se puede pedir milagros en un momento en el que no se dan"

En el libro Juan José Arreola el gran desconocido, el autor recoge la obra periodística de esta figura clave en las letras mexicanas, al tiempo que analiza una sociedad de la información marcada por el amarillismo o el clickbait 

12/06/2019 - 

CASTELLÓ. Antes de dirigir diversas revistas culturales y periódicos, Vicente Preciado fue un humilde odontólogo. Sin embargo se retiró, en parte, por "culpa" del ilustre escritor mexicano Juan José Arreola. Fue un día cualquiera que el autor llegó a la Ciudad Guzmán Jalisco, donde vivía el mismo Preciado, y se desplazó hasta su consulta pidiendo "socorro" porque se le había roto la prótesis dental. Y claro, el periodista como buenamente pudo le ayudó. "Me preguntó que cuánto me debía y le dije que nada pese a su insistencia. Así que Juan José me propuso ir a su casa a las seis de la tarde para realizar lecturas compartidas. Cuando fui, me preguntó qué era lo que había estado leyendo. Sin novedades en el frente, de Erich Maria Remarque, y Flor de durazno, de Hugo Wast, dije. No muy conforme con ello, empezamos a leer otras obras. Así estuvimos 9 años de seis a once de la noche. Leí unos 1963 libros". 

A partir de entonces, el trabajo de Preciado no se puede entender sin el gusto por la literatura que se creó entre ambos. Han sido, de hecho, una infinidad los artículos en los que el también mexicano estudia su obra. Un afán por este genio del género del micro-relato y de la literatura fantástica, que ahora plasma de nuevo en el libro Juan José Arreola el gran desconocido, editado de la mano de Miguel UribePresentado, como requiere, en su tierra, el estudioso ha viajado hasta Castelló para iniciar una gira por España en la que tratará de acercar a este maestro de "la broma fina" a la sociedad valenciana. Su primera parada es este jueves 13 de julio, a las 20:30 horas, en la galería Arte Blanco. Antes, se sienta con Castellón Plaza para hablar de un "economista de palabras".

-Juan José Arreola no es precisamente un intelectual desconocido. Sin embargo, exponen que en el libro se habla de su faceta más recóndita. ¿Qué hay en sus páginas de nuevo?
-Vicente Preciado: En este libro se descubre un Juan José periodista, centrado más concretamente en el periodismo culto. Vemos sus múltiples facetas como comunicador porque tocaba diferentes temas; desde religiosos hasta sociales o más protestativos. Son 126 artículos. Arreola trabajó durante años en el Sol de México, donde también publicaba Ortega y Gasset, y sus artículos tenían como característica la economía verbal. Se reducía su colaboración a una cuartilla, de hecho, la mayoría no pasaban de las 150 palabras. 

-¿Y qué supone para el ilustre escritor que ahora queden expuestos sus artículos?
-Vicente Preciado: Sus textos no han estado al alcance del lector durante 30 años, no aparecían en ninguna librería. Tal vez, porque los trabajos que se hicieron del mismo no gustaron a sus sucesores, bajo mi opinión. Él tuvo siempre muy mala suerte con los periodistas porque no buscaban su perfil más apropiado. Recuerdo que una revista lo ilustró con una chaca rusa puesta en la cabeza y un foco iluminaba todo su rostro. Creo que aludía a algo como así se le prendió el foco a Arreola. Tal vez, esto ofendió a alguien. 

-Seguro que esta vez no fueron nueve años, pero ¿cuánto tiempo ha pasado preparando el libro?
-Vicente Preciado: Me dieron el tiempo apropiado para capturarlo, corregirlo y hasta hacer un prólogo sobre como le gustaba este tipo de periodismo. Él amaba el texto miniatura  por muchas razones y los autodefinía como artículos de corta medida sintáctica, porque vuelvo a repetir, no eran más de 125 palabras.
-Miguel Uribe: Tardamos mínimo ochos meses porqué en las ediciones que se habían hecho de sus trabajos en el 67 y en 2003 había muchos errores de redacción, porque según me contó el maestro Preciado, Arreola tenía sus textos y los pasaba por teléfono a los medios de comunicación, con lo que se sumaba un problema de entendimiento por parte del que estaba siendo dictado.
-V.P: Es que era un individuo tan lleno de compromisos que aunque a todo decía que sí, luego se angustiaba. Yo también colaboré durante 30 años en un periódico donde alcancé a publicar 1232 artículos y todos salían, inevitablemente por las prisas, con muchas faltas de ortografía. Es uno de los principales escollos que tuvo que superar Miguel como editor. Probablemente esta fuera otra de las razones de porqué sus familiares no querían verlos publicados. 

Vicente Preciado junto a Miguel Uribe y Jerónimo Uribe, director de Arte Blanco

-Alguna curiosidad que se pueda extraer de unos artículos con tantos interlocutores...
-Vicente Preciado: Descubrimos un trato muy profundo y teológico de la figura de Dios. Yo incluso he publicado recientemente un artículo centrado en la presencia de Dios en los textos de Juan José que analiza además cuántas veces aparece reflejado. Con ello, se expone una figura muy crítica del mismo, ya que es muy importante Dios en Juan José, dado que él leía mucha filosofía y teología. Por otro lado, el estilo principal de Arreola es el drolático, es decir, la broma fina.

-¿Cómo vería Arreola el actual periodismo, marcado en gran medida por las fake news o el clickbait?
-Vicente Preciado: Mira, en el consultorio de deontología recibíamos una revista que llegaba gratis a los laboratorios, de Félix Martí Ibáñez y que tenía mucho de cultura e información porque quería cultivar a los médicos y dentistas. Pero el primer periodista del mundo fue Julio César, ya que cuando estaba conquistando nuevos territorios mandaba caballos especiales a Roma con noticias para hacerse propaganda. ¿De verdad era cierto lo que practicaba? ¿Él no hacía propaganda? Ya por entonces esta táctica le valdría al militar para llegar a donde llegó. Ahí queda la esencia del periodismo.

-¿Qué cree que pensaría de lo ocurrido, por ejemplo, con Trump en México o de las personas refugiadas en Europa?
-Vicente Preciado: Acabamos de ver una entrevista, que para mi es magistral, de una conferencia que dio Juan José en la Universidad de Granada. En ella lo invitan a hablar 45 minutos, pero acaba hablando unas dos horas. Pues bien, durante este acto Arreola defiende muy bien su postura, como él dice, de republicano. Ahí la respuesta. 

-¿Es el escritor mexicano machista como sostienen diversos analistas de su obra?
-Vicente Preciado: Me preguntaste en el principio de la entrevista el porqué del nombre del libro, Juan José desconocido... es que el propio Arreola está deformado por esa especie de mitología desfigurada que hay de su obra. Era el hombre que más amaba a las mujeres y más las respetaba. En todos sus escritos era el mejor poeta de la feminidad. Tenía obsesión, por ejemplo, por figuras como la de Eva y en todo momento las defiende. Se declara incluso como un macho excesivo e insoportable. Eso también está en el libro que presentamos. Reniega de su condición de 'macho' mexicano y le pide perdón a la mujer universal. Le dice que está de rodillas ante ella, porque en ella está la naturaleza completa.

"A la gente le interesa más un periodismo tremendista, horrendista y que otros llaman el amarillismo"

-Las lecturas de Arreola se han llevado a gran cantidad de institutos mexicanos, como puede ser los textos de Cervantes o Isabel Allende en España. No obstante, muchos de estos jóvenes las leen por obligación y, por eso, se enfrentan a sus historias con una actitud desganada. ¿Cómo se podría revertir esta falta de interés?
-Vicente Preciado: Es un problema muy complejo que cada día se agrava más. Como humilde profesor de universidad que lleva unos 45 años frente a los alumnos, estamos viendo ese debacle de valores en los muchachos. Sin embargo, nos sostiene lo mismo que sostenía a Juan José Arreola. Él decía que aunque tuviera grupos de treinta personas para impartir sus materias, iba a clase en realidad por solo cinco. Pues la fe y la esperanza de todos nosotros está depositada en ellos. Hace 15 años que a mi mismo me tocó formar parte de la fundación de la carrera de letras en la Universidad de Guadalajara y empezamos con diez alumnos. Ahora hay lista de espera, porque los estudios de letras pasaron de ser para gente rara a gente bien acomodada y que quiere pensar a través de la literatura. Pero por lo general a los jóvenes les gusta irse a por la facilidad, a escritos que no necesitan mucha compresión. Las lecturas de la actualidad se basan mayoritariamente en el sexo, algo que todo el mundo entiende, así como la violencia. Es de lo que está llena nuestra novelística actual. El periodismo cultural, por ejemplo, no se lee porque a la gente le interesa más un periodismo tremendista, horrendista y que otras personas llaman el amarillismo.

Foto: ANTONIO PRADAS

-¿Tienen ahora los escritores más dificultades para crear un mensaje propio y con personalidad?
-Vicente Preciado: Juan José Arreda era lector de escritores ocultos para la mayoría, pero él los leía porque sabía que influenciarián positivamente en sus obras, como pudo ser Francisco de Aldana, quien fue más español que todo lo español que te puedas imaginar. Sin embargo casi nadie lo conoce. Su reflexión versa pues en que si los autores nóveles leyeran ahora los textos de esos autores, quizá podrían conseguir producir algo mejor que él. 

-¿Y cómo influyó su impronta en la sociedad mexicana?
-Vicente Preciado: No se puede leer a Juan José cinco líneas sin que él te comprometa y te tome la mano para que leas otros autores que o te los menciona o te los da a entender.
-Miguel Uribe: También él mismo tuvo gran influencia en los escritores de los 50 y 60, porque terminó siendo su editor y eso tampoco nadie lo reconoce.
V.P: Sí, para estimular a los jóvenes creó una revista, Los presentes. Allí Carlos Fuentes publicó su primer artículo.

-Arranca en Castelló una gira por España. ¿Qué espera de estos agitados días?
-A través de los años nosotros hemos aprendido a ser humildes. Si todo este impulso de venir de México solo ha valido para motivar a una persona, solo con esa persona ha valido la pena. No se pueden pedir milagros en un momento en el que no se dan.
-Miguel Uribe: De hecho Juan José estaba convencido que iba a tener un píblico no tan basto.

Foto: ANTONIO PRADAS 

Noticias relacionadas

next