VALÈNCIA. El conseller de Transparencia y miembro de Compromís, Manuel Alcaraz, se autodescartó este martes para continuar en el Ejecutivo la próxima legislatura si vuelve a producirse una mayoría de izquierdas que permite una reedición del Pacto del Botánic. El también profesor universitario de Derecho Constitucional, aseguraba a Valencia Plaza que su abandono de la primera línea política se debe a "motivos personales": es decir, el deseo de pasar más tiempo con su familia y regresar a las aulas.
De esta manera, el dirigente autonómico se convierte en el primer conseller que hace pública su renuncia a repetir en el Gobierno valenciano. No obstante, según distintas fuentes del Ejecutivo y de los diferentes partidos, no será la única variación que se produzca en el futuro diseño si la izquierda consigue de nuevo la mayoría. Así, y aunque todo depende de los equilibrios que arrojen las urnas, la continuidad de más de la mitad de los actuales consellers, ya sea por motivos propios o ajenos, está en entredicho.
Todo apunta a que, de repetirse los resultados de 2015, el actual jefe del Consell, Ximo Puig, y la vicepresidenta del Ejecutivo, Mónica Oltra, serán candidatos seguirán en sus cargos. Ahora bien, si la líder de Compromís rebasara al candidato socialista, éste debería revisar su continuidad ya que en política no es habitual que un dirigente acepte pasar a un puesto de inferior categoría al que ostentaba dentro de la misma institución. De la misma manera, distintas fuentes dudan de que Oltra se mantuviera otros cuatro años como vicepresidenta del Consell con el socialista Puig al mando.
Al margen de estos dos 'fijos' como candidatos que, además, tienen la prerrogativa de disponer de absoluta autonomía para decidir su futuro si se repiten los resultados de 2015, los dos responsables del Ejecutivo con mayores opciones de continuidad según distintas fuentes son Vicent Marzà (Educación) y Ana Barceló (Sanidad), de Compromís y PSPV respectivamente. Así, el primero es un referente en el Bloc que se ha enfrentado a una legislatura especialmente dura por los ataques de la oposición a sus políticas y tiene el respaldo total de su formación; mientras la segunda ha apaciguado buena parte de las tensiones heredadas de su predecesora Carmen Montón y mantiene una mejor sintonía con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
A partir de ahí, el resto de nombres se mantiene en un limbo de cara al futuro. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, cumplirá 70 años tras las elecciones y no son pocos los que consideran que podría ceder el testigo tras los servicios prestados. No obstante, la buena relación de Puig con el histórico dirigente hace que no se descarte la posibilidad de que Soler pudiera arrancar al menos inicialmente una nueva legislatura si así lo deseara. Por otro lado, todavía en la franja socialista, las distintas fuentes consultadas tampoco aseguran la continuidad por razones personales de la responsable de Justicia, Gabriela Bravo, quien podría elegir nuevo destino profesional tanto dentro de la Comunitat como en Madrid.
Por último, en lo que se refiere a los nombramientos socialistas, la consellera de Obras Públicas y Vivienda, María José Salvador, no tiene tampoco asegurado un puesto en el siguiente gobierno. En este sentido, algunos altos cargos ponen el acento en que la responsable autonómica ha tenido ciertas discrepancias con Presidencia sobre todo en lo referido a Obras Públicas y Transporte lo que, unido a algunas tensiones con 'pesos pesados' del entorno de Puig, dejan en el aire su continuidad.
Respecto a las áreas de Compromís, el responsable de Economía, Rafael Climent, ha atravesado una legislatura altamente cuestionado por propios y extraños y con no pocas complicaciones en la gestión. Aunque ha experimentado cierta mejoría en la recta final, desde distintos sectores de la coalición admiten que ven "difícil" que repita en la siguiente legislatura.
Por otro lado, también es duda la continuidad de la conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, Elena Cebrián, una dirigente eminentemente técnica cuyo departamento se ha situado a cola en los balances de gestión respecto a compromisos cumplidos y ha tenido que lidiar además con duros enfrentamientos internos con VerdsEquo. Al margen de que haya conseguido la paz por la vía de la destitución de los contestatarios, existen dudas en ciertos sectores de Compromís por su sintonía con altos cargos socialistas por lo que su continuidad, si es que la consellera la pretende, estará sujeta a debate.
De la misma manera, tal y como informó Valencia Plaza, que estará sujeto a debate el futuro diseño del Ejecutivo si se reedita la mayoría de izquierdas, dado que el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha mostrado su intención de revisarlo y, desde su entorno, se contempla un incremento de consellerias, lo que podría facilitar la continuidad de algunos de estos dirigentes en duda.