VALÈNCIA. El Molt Honorable President de la Generalitat Valenciana mantiene su total vinculación con su casa, Morella, el lugar donde nació, creció y del que fue alcalde. Allí siempre vuelve con los suyos en la época estival, aunque disfruta de la Costa Blanca y el encanto de la Marina Alta.
-¿Cómo recuerdas los veranos de tu infancia?
-Viví en Morella hasta los 18 años, mi padre era camionero y salíamos poco en verano, no había la misma tradición, pero alguna vez fuimos a Vinaroz o Benicarló, lugares donde recuerdo que vi el mar por primera vez, normalmente eran visitas a familiares a las que iba con mi madre. Pero mi recuerdo fundamental es en mi pueblo.
-¿Un verano en Morella sería idílico?
-Bueno, todos los recuerdos de niño tienen algo especial. Nosotros íbamos al río a cazar ranas, hacíamos algunas acampadas sobre todo en la adolescencia, el ocio era tan distinto al de ahora, pero la verdad es que con poco éramos muy felices, jugábamos en la calle, íbamos al río a bañarnos y hacíamos cabañas. Porque años más tarde se hizo la piscina municipal, yo creo que tendría ya dieciocho años.
-¿Hasta qué edad vives en Morella?
-Viví hasta los 18 años y luego me fui a estudiar a Madrid y Barcelona, pero en los veranos siempre volvía a Morella, organizábamos la Semana de la Juventud. Empecé a trabajar muy joven en el mundo del periodismo y recuerdo uno de los primeros viajes que hice con mi amigo Carlos, fue a Galicia, estuvimos una semana y guardo un gran recuerdo.
-Siempre en tu tierra, veraneos muy familiares…
-Siempre, de hecho, cuando me casé vivía en Castellón, luego fui alcalde de Morella y siempre mis veranos han estado vinculados a Morella. A partir de 1983 que entré en política vivía entre Castellón y Valencia, pero todos los veranos iba a Morella a casa de mis padres, y donde también tengo mi casa que curiosamente es la casa donde nací.
-Desde tu actividad política imagino que intentarías desconectar en verano.
-Todos los veranos hacíamos un viaje de una semana con familia o con amigos, fuimos varias veces a Andorra, también a Francia donde tuvimos un viaje muy divertido, empezó un poco mal, fuimos en coche hasta París y cuando llegamos no teníamos habitación, pero acabamos hospedados en una magnífica buhardilla parisina.
-Por lo que veo eres más de interior que de costa.
-En los últimos años estamos yendo una semana a la Marina Alta, Dénia y Xàbia, es una zona que me gusta mucho por la gran conexión que tiene el mar y la montaña, me encanta subir el Montgó, una gran experiencia que viví hace dos años, además en esa comarca hay una gastronomía muy buena. Me gusta mucho el ambiente que se vive y se respira, creo que pese a los turistas se mantiene mucho la identidad de la zona.
-Cómo puede desconectar de su responsabilidad un presidente de la Generalitat.
-Para mí es fundamental el escenario, el hecho de salir de la ciudad te hace respirar distinto, cuando estoy en Morella o la Marina lo consigo, pero también me gusta mucho irme una semana al norte porque me gusta mucho el País Vasco y ahí logro desconectar más todavía, el sur de Francia también es una zona muy agradable.
-¿Y este verano de inicio de legislatura?
-Este año quiero hacer vacaciones porque creo que es muy importante descansar y alcanzar esa paz mental necesaria, de hecho, estoy leyendo un libro de Paul LaFarge, que era el yerno de Carlos Marx, tiene un opúsculo que se llama El derecho a la pereza, donde explica la necesidad y el derecho al descanso, incluso a aburrirse, porque no sabemos aburrirnos, yo por ejemplo siempre tengo que estar haciendo algo.
-¿Cómo se presenta esta segunda edición del Botànic?
-Creo que la Comunitat Valenciana debe consolidar su posicionamiento de estabilidad, de convivencia y diálogo porque tenemos proyectos apasionantes como conseguir reducir el paro, mejorar la calidad de los servicios públicos y tenemos que hacer rentable nuestro territorio sin olvidarnos de la responsabilidad ambiental, porque tenemos un territorio extraordinario que no podemos dilapidar.
-¿Somos una tierra hospitalaria y amable con el turismo?
-Sí, aquí somos de turismofilia, nos gusta el turismo y convivimos con él desde hace muchos años. Lo importante es preservar la convivencia, hay que tomar medidas y lógicamente garantizar el acceso a la vivienda de todos los ciudadanos. La Comunitat es abierta y hospitalaria desde siempre y tenemos un territorio que debemos cuidar porque es de una gran riqueza.
-Los incendios son quizá la peor noticia de los veranos.
-Son la gran amenaza de los veranos, ya hemos sufrido algunos que se atajaron con relativa celeridad. Hay que ser prudentes y sobre todo hay que concienciarse de cómo disfrutar sanamente de nuestros bosques y parajes porque la mayoría de incendios son debidos a imprudencias o malos comportamientos que provocan estos terribles incendios.
-Y para finalizar, ¿tenemos rutina de un día de verano?
-Pues es un poco atípico, porque se divide en diferentes partes. Una en Valencia los días que puedo y después del trabajo, donde por la tarde intento tomar algo y desconectar. Otra, cuando estoy en Morella quedo con los amigos a almorzar, paseamos y tomamos unos vinos antes de comer. Y la tercera parte son los días que estamos en la playa, en Dénia, donde me gusta caminar pronto por la mañana y después ir a la playa y comer en casa tranquilamente, siesta y por la noche alguna vez salimos a cenar con amigos.
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