ALICANTE. La empresa alcoyana de conservas de aceitunas Cándido Miró, más conocida por su marca comercial Aceitunas Serpis, fue uno de los fabricantes que más aprovechó el auge de los aperitivos en conserva durante la pandemia de 2020 y especialmente durante el encierro de marzo a junio. Mientras las ventas en el canal horeca se hundían por el cierre hostelero, la demanda de estos productos en los supermercados marcaba récords históricos para su consumo en domicilios particulares, y ese hábito disparó el negocio de firmas como la alcoyana.
De esta forma, la pandemia no solo no tuvo un impacto negativo en las cuentas de Cándido Miró, sino que contribuyó a disparar su volumen de negocio por encima del 20% respecto a 2019, tal como recogen las cuentas anuales de la empresa depositadas en el Registro Mercantil y consultadas por Alicante Plaza. Aceitunas Serpis facturó un total de 42,15 millones de euros, un 20% más que en 2019, cuando la cifra de negocio se quedó en 35,1 millones (en ese año, la caída de las exportaciones redujo el volumen de negocio de la empresa un 5,5%).
El excepcional año en ventas, que la propia empresa considera extraordinario en su informe de gestión al prever que en 2021 la facturación bajará, se trasladó al resultado de la conservera después de impuestos. Según recoge la memoria de las cuentas, Cándido Miró se anotó un beneficio de 3,61 millones (un 22% más) que dedicó prácticamente en su totalidad a fortalecer sus reservas. No obstante, durante el año se repartieron casi 3 millones de euros en dividendos: con cargo a reservas por valor de 2,81 millones, y con cargo al resultado del año por 188.000 euros.
En cuanto al impacto de la pandemia en la actividad de la empresa, la memoria recoge las distintas medidas de prevención y contención adoptadas, que dieron como resultado que solo se produjesen algunos positivos en la plantilla que "se contagiaron fuera de la empresa". Cándido Miró no tuvo que recurrir a mecanismos como los ERTE, al ser considerado un sector esencial y mantener plena actividad, y de hecho durante 2020 empleó a una media de 78 personas (37 mujeres), las mismas que un año antes.
Las perspectivas para 2021 apuntan, como se ha dicho, a una relajación de las ventas al decaer las circunstancias excepcionales que las impulsaron en 2020. Así, el informe de gestión anticipa una caída del 15% de las ventas del año en curso, y una estabilización de la cifra de negocio en las siguientes. En este sentido, Cándido Miró espera caer en el mercado nacional y crecer ligeramente en el exterior. La empresa afronta dicho escenario totalmente saneada (41,9 millones de euros en activos), con un elevado fondo de maniobra y escasa deuda bancaria.
La firma aceitunera nació en el año 1950 en Alcoy, cuando la ciudad de los puentes 'inventó' las aceitunas rellenas (por la influencia de la emigración andaluza, y concretamente de la provincia de Jaén). En los años ochenta cambió su forma jurídica de sociedad anónima a limitada, y más del 40% de su capital está en manos de una firma patrimonial de la familia. Hace nueve años, la empresa abandonó sus antiguas instalaciones, engullidas por la expansión del casco urbano, para instalarse en la carretera de Banyeres, donde ha seguido creciendo.