CASTELLÓ. Al Acord de Fadrell se le echa el tiempo encima para aprobar el presupuesto de Castelló antes de que finalice julio. Los plazos se comprimen cada vez más y, aunque todavía no aprietan, empiezan a generar cierta inquietud. Al menos, en los dos socios minoritarios del ejecutivo local (Compromís y Podem-EUPV), que llevan semanas esperando a que el PSPV eleve el borrador definitivo a la Junta de Gobierno Local para su validación, según fuentes municipales. Ese requisito resulta imprescindible con vistas a impulsar la tramitación meramente parlamentaria.
Después de haber completado las distintas etapas políticas (negociación interna) y administrativas, ahora solo resta la última fase, en la que el protagonismo recaerá en la oposición. Sin embargo, para que tanto el PP como Ciudadanos, Vox y el grupo de no adscritos puedan presentar enmiendas, el tripartito deberá avalar antes el proyecto financiero. A partir de que se produzca esa aquiescencia, se convocará una comisión plenaria con el propósito de mostrar al resto de la corporación el presupuesto. Los partidos tendrán entonces cinco días para presentar objeciones.
La resolución de esas sugerencias y correcciones volverá a pasar por una segunda comisión plenaria. El documento final se someterá a votación en el pleno para, como postrera formalidad, impeler una exposición pública de 30 días. Durante ese intervalo, asociaciones vecinales y otros colectivos profesionales estarán en disposición de formalizar alegaciones. Dependiendo del número y complejidad, el borrador económico tardará más o menos tiempo en activarse.
La idea que maneja el grupo socialista pasa por consumar el procedimiento el 29 de julio, fecha en que se celebrará la sesión ordinaria del mes. En el mejor de los casos, cabría la posibilidad de convocar antes una sesión extraordinaria. En el peor, habría que irse ya a septiembre.
En 2020, las cuentas municipales entraron en vigor el 25 de agosto, esto es, algo menos de un mes después de la aprobación en la sesión del 30 de julio. La ausencia de reclamaciones en el periodo de consulta popular agilizó la diligencia. Eso sí, no faltaron las críticas de la oposición por la demora, teniendo en cuenta que lo habitual es que el proyecto financiero se certifique durante el primer trimestre del ejercicio en curso.
La Junta de Gobierno Local no solo avalará el presupuesto de 2021. También dará su visto bueno a una nueva modificación de crédito, necesaria al objeto de ejecutar algunos proyectos programados para el presente año, pero que carecen de consignación. Se trata de un caso similar a lo que ocurrió en su día con la reforma del Camí la Ratlla, licitada y adjudicada, pero sin reserva de gasto. Esa operación contable obligará a reestructurar otras partidas, que se dejarán en stand-by o simplemente se reajustará la ejecución, con la consiguiente rectificación a propósito de las anualidades recogidas en el expediente de contratación.