CASTELLÓ. El Ayuntamiento de l’Alcora continúa avanzando en la puesta en valor de la histórica Torre del Repés, uno de los vestigios más destacados de las murallas de la localidad, junto con los portales de Verdera y Marco.
Con el paso del tiempo, esta edificación medieval, que ha pervivido hasta nuestros días, ha ido amoldando su forma y función a las distintas necesidades que la sociedad alcorina requería.
El alcalde, Samuel Falomir, ha destacado que “nos hemos propuesto ir sumando actuaciones hasta completar la recuperación de este emblemático inmueble con la finalidad de ponerlo a la disposición de vecinos y visitantes y ganar un nuevo atractivo ”.
Se ha optado por una intervención que resulte mínimamente invasiva, mostrando los elementos propios de la construcción primitiva, y los que, incorporados con posterioridad, disponen de valor cultural e histórico.
El año pasado, el Ayuntamiento de l’Alcora impulsó la primera actuación, consistente en la consolidación de la cubierta y la rehabilitación de las paredes externas, con una inversión de 47.870 euros.
Falomir ha destacado que “era necesario frenar el proceso de degradación que presentaba la torre antes de que la edificación y sus elementos llegasen a un estado irrecuperable”. Además, “con el objetivo de mostrar el parámetro original, se han rehabilitado los muros de mampostería, eliminando los revestimientos añadidos impropios y dejando vistos los distintos aparejos de piedra que conforman sus muros”.
En la actualidad, se está llevando a cabo el soterramiento del cableado eléctrico, lo que supondrá un cambio “muy positivo” en el entorno del monumento. En cuanto acabe esta actuación, tal y como ha informado el primer edil, comenzará un nuevo proyecto, la restauración de la torreta del reloj, situada en la parte superior de la Torre del Repés, en la azotea del bastión primitivo.
En la zona inferior de la torre-reloj, de planta cuadrangular y dos pisos, se aloja la maquinaria y tres esferas en sus lados, y en la superior la campana que da toque de horas y medias, protegida por un tejadillo con veleta de saeta en su cúspide.
El proyecto, adjudicado por 20.000 euros a la empresa Vipecons, tiene un objetivo doble: detener la degradación de la torreta y aportar una solución que impida el paso del agua a su interior, pues el mal estado provoca la entrada de agua y afecta a los mecanismos del reloj en épocas de fuertes lluvias.