VALÈNCIA. No se trata de meter más goles, ni de llegar primero, ni de menos golpes, ni de saltar más alto, ni más lejos. Se trata de juntar más de la mitad de los escaños para formar un gobierno. Quien consigue hacerlo en este país manda. Algo tan evidente que hay gente que no lo entiende. «¡¡¡Quiero ser califa en lugar del califa!!!», dice el gran visir Iznogud de Goscinny y Tabary, en aquellos tebeos de los sesenta. Ahora parece que, también, lo dice Alberto.
Tengo un amigo que empezó con ayudas públicas y ahora tiene una empresa con cincuenta empleados. Está a favor de la privatización de todo y de pagar menos impuestos. Le digo que su posición es insolidaria y egoísta. También dice que si, algún día, entra en casa y encuentra a un intruso intimidando a su familia, se lo carga. Le digo que eso mismo piensa el pueblo palestino sobre los colonos sionistas. Es muy fácil de entender. Pero discutimos.
Escucho en el metro decir que con Franco si olvidabas el móvil en el trenet, cuando volvías, ahí que estaba. Y en la tele, a Le Pen decir que como gane las elecciones francesas no va a dejar pasar productos españoles por sus fronteras. Aquí, el de la chaqueta repretà, al que votan muchos agricultores, le desea un gran resultado. ¡¡¡Que queeé!!!.
Leo que Isabel reclama 400.000 pavos a familiares de fallecidos en residencias públicas, a los que durante la pandemia no se les prestó asistencia, total se iban a morir igual. Esa Isabel que tiene un hermano que se los llevó sin escrúpulos; que tiene un novio que nos tangó; que tiene unos padres que ayayai; que es de un partido con más sombras que una higuera; que anima el voto de Txapote; que llama hijo de puta al presidente del Gobierno, y que propone bajar impuestos a extranjeros millonarios que inviertan en su comunidad. Como su colega Juan Manuel, ese que se vanagloria de haber quitado impuestos a los ricos en su comunidad, mientras pide más financiación a papá Gobierno central. Sí sí, la misma Isabel que ya lleva más de un millón de pacientes en lista de espera; la que para luchar contra la crisis climática propone una planta en cada balcón, y la que para combatir el calor en las residencias, el aire acondicionado no lo ve, pero gazpacho que no falte. Pues a esa Isabel un periodicucho que vive de sus subvenciones la ha premiado por su labor sanitaria. Toma, toma y toma. 'Benjayahu', ¡¡¡calienta que pronto serás galardonado por tu labor humanitaria!!!
En los tiempos de Mariano, que bloqueó el CGPJ durante un par de años, un tal Gallardón dijo que esta anómala situación hacía mucho daño: ¡¡¡hasta al diario monárquico le pareció un escándalo llevándolo en su portada!!! Ahora, el que quiere ser califa en lugar del califa lo lleva bloqueando más de cinco años y tan pancho.
Acabo de escuchar a una periodista, que cubría diariamente lo que ocurría en la casa de Pablo, Irene y sus tres hijos, decir que no se puede señalar el almacén de aperos de labranza de 3.000 m2 con piscina y pista de tenis del juez Peinado; sí sí, ese que imputa a partir de recortes de prensa de dudoso contenido. Tampoco ha contado que la mujer del visir que quiere ser califa en lugar del califa tiene un chalet ilegal en la corrupta Galicia, ni que el pescador que lo denunció ahora sufre amenazas y acoso familiar.
Hoy Gabriel, presidente del Parlamento balear, ha roto la foto de una víctima del franquismo. Si hubiera roto la foto de una víctima de ETA, ¿habría pasado algo?
Insisto, ese algo mesescapa.
* Este artículo se publicó originalmente en el número 117 (julio 2024) de la revista Plaza
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