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El consistorio busca reforzar la seguridad vial

Almassora instala piezas para separar el tráfico peatonal del ciclista en el paseo marítimo

3/02/2021 - 

CASTELLÓ. El paseo marítimo de Almassora refuerza desde este miércoles la seguridad de peatones y ciclistas respecto del tráfico rodado. El consistorio ha comenzado la instalación de 58 piezas que separarán en la calzada el carril reservado a vehículos frente al resto de personas usuarias de la primera línea de costa. Se trata de nuevos elementos que, junto con el repintado de la señalización, suman 39.000 euros con cargo al presupuesto municipal.

Este incremento de la seguridad afectará a la totalidad del paseo, a excepción del tramo comprendido entre camino La Mar y calle Venecia, con entre 35 y 40 metros de distancia entre pieza y pieza para dotar de continuidad la separación entre los carriles. La concejala de Territorio, Carmina Martinavarro, ha indicado que este proyecto piloto se extenderá en nuevos tramos si da buen resultado.

Se trata de pilonas que combinan hormigón con piezas metálicas cortadas con el nombre de Almassora y decoradas con elementos marítimos y el castillo del escudo de la localidad. Estos nuevos elementos son más resistentes que los bolardos de plástico. Esta circunstancia permitirá que temporales de escasa magnitud no afecten a su solidez y cumplan su función en cualquier momento del año, no solo en verano cuando el flujo de personas es mayor.

En este sentido, Martinavarro ha agradecido a la Policía Local de Almassora su predisposición a la hora de trazar el dispositivo para reducir la siniestralidad y garantizar la seguridad de las personas que utilizan el paseo marítimo, en especial para ciclistas y transeúntes, “que son el colectivo más vulnerable”.

Los nuevos postes se suman a la reciente instalación de seis badenes conocidos como cojines berlineses, para reducir la velocidad en las principales vías de la playa. La instalación responde a la solicitud vecinal de atajar la peligrosidad para transeúntes y tráfico. Una inversión de 11.000 euros permitió colocar dos de estos equipos en el camino Catalans, dos en Om Blanc, uno en Benafelí y otro en el Camí la Mar.

 Estos obstáculos que obligan a reducir la velocidad han incrementado la seguridad vial junto a los radares pedagógicos instalados tanto en el casco urbano como en la costa coincidiendo también con vías donde las personas residentes denuncian velocidades superiores a los 40 kilómetros por hora. El coste de esta medida supera los 18.100 euros con cargo a las arcas municipales.

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